Versículos sobre renunciar


La renuncia es un tema fundamental en la Biblia. Renunciar es dejar de forma voluntaria algo importante o un placer, por amor y obediencia a Dios o por el bien de los demás. A la luz de la Palabra, renunciar a ganancias o a placeres es algo positivo.

Vemos en la Biblia que hay diferentes cosas a las que podemos renunciar. Algunas de ellas son el pecado, los bienes materiales, las posiciones sociales, la fama o el orgullo. Nuestro mayor ejemplo de renuncia es Cristo Jesús, quien renunció a su vida dándola en sacrificio por nosotros, y nos llama a renunciar.

Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. ¿De qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma?
(Mateo 16:25-26)

Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
(Lucas 14:33)

Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto.
(Romanos 12:1)

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
(Gálatas 2:20)

Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.
(Filipenses 3:7-8)

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.
(Colosenses 3:5)

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé ni te dejaré.»
(Hebreos 13:5)

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones entran y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde ladrones no entran ni hurtan.
(Mateo 6:19-20)

El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
(Lucas 14:27)

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
(Lucas 9:23)

Toma la decisión correcta y renuncia a todo lo que te aleja del Señor. La renuncia es el camino más seguro para permanecer en paz con Dios.

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