Servimos a un Dios generoso que desde el primer día de la creación ha suplido lo que necesitamos para vivir. Dios nos ama y podemos confiar en su cuidado y provisión. Estos versículos nos recuerdan que Dios siempre proveerá para sus hijos.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:19)
Dios suplirá todo lo que te falta, sea una necesidad material, emocional o espiritual. Mantén tu mirada y tu fe puestas en él, porque él es el único que puede proveer en todas las áreas de tu vida.
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra; como está escrito:
«Repartió, dio a los pobres, su justicia permanece para siempre.»
Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que seáis ricos en todo para toda generosidad, la cual produce, por medio de nosotros, acción de gracias a Dios.
(2 Corintios 9:8-11)
Abraham respondió: Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.
E iban juntos.
(Génesis 22:8)
Dios probó la fe de Abraham, pero Abraham nunca dudó del amor de Dios ni de su poder para proveer incluso en circunstancias extremas. Como era de esperar, Dios no lo defraudó.
Entonces alzó Abraham sus ojos y vio a sus espaldas un carnero trabado por los cuernos en un zarzal; fue Abraham, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham a aquel lugar «Jehová proveerá.» Por tanto se dice hoy: «En el monte de Jehová será provisto.»
(Génesis 22:13-14)
Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
(Salmo 34:10)
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
(Mateo 6:26)
Eres valioso para Dios, por eso puedes confiar. Si él provee para las aves del cielo, también suplirá tus necesidades.
Yo soy Jehová tu Dios,
que te hice subir de la tierra de Egipto;
abre tu boca y yo la llenaré.
(Salmo 81:10)
Y si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? No os angustiéis, pues, diciendo: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”, porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:30-33)
A los ricos de este mundo manda que no sean altivos ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
(1 Timoteo 6:17)
Jehová es mi pastor, nada me faltará.
(Salmo 23:1)
¿El Señor es tu pastor? ¿Es él quien guía tus pasos y dirige tu vida? Entonces, nada te faltará. Él proveerá para tus necesidades.
Tú, Dios y Señor, eres sol y escudo;
tú, Señor, otorgas bondad y gloria
a los que siguen el camino recto,
y no les niegas ningún bien.
(Salmo 84:11)
Él hace brotar el heno para las bestias
y la hierba para el servicio del hombre,
para sacar el pan de la tierra,
el vino que alegra el corazón del hombre,
el aceite que hace brillar el rostro
y el pan que sustenta la vida del hombre.
(Salmo 104:14-15)
Todos ellos esperan en ti,
para que les des la comida a su tiempo.
Tú les das y ellos recogen;
abres tu mano y se sacian de bien.
(Salmo 104:27-28)
Sostiene Jehová a todos los que caen
y levanta a todos los oprimidos.
Los ojos de todos esperan en ti
y tú les das su comida a su tiempo.
Abres tu mano
y colmas de bendición a todo ser viviente.
(Salmo 145:14-16)
Honra a Jehová con tus bienes
y con las primicias de todos tus frutos;
entonces tus graneros estarán colmados con abundancia
y tus lagares rebosarán de mosto.
(Proverbios 3:9-10)
Joven fui y he envejecido,
y no he visto justo desamparado
ni a su descendencia que mendigue pan.
(Salmo 37:25)
Muchos pueden dar testimonio de la fidelidad de Dios al proveer generación tras generación. El Señor cuida de todos los que lo aman y le sirven.
Hasta vuestra vejez yo seré el mismo
y hasta vuestras canas os sostendré.
Yo, el que hice, yo os llevaré,
os sostendré y os guardaré.
(Isaías 46:4)
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
(Mateo 7:7-11)
Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.
(2 Pedro 1:3)
Los que son de tu grey han morado en ella;
por tu bondad, Dios,
has provisto para el pobre.
(Salmo 68:10)
Él da esfuerzo al cansado
y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
(Isaías 40:29)
Bendeciré abundantemente su provisión;
a sus pobres saciaré de pan.
(Salmo 132:15)
En la casa del justo hay gran provisión,
pero turbación hay en las ganancias del malvado.
(Proverbios 15:6)
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé ni te dejaré.»
(Hebreos 13:5)
Todos de cierto morimos y somos como agua derramada en tierra que no puede volver a recogerse. Ni Dios quita la vida, sino que provee medios para que el desterrado no siga alejado de él.
(2 Samuel 14:14)
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