La gracia es un don, un regalo de Dios inmerecido, dado a quienes tienen fe en Jesucristo. Cuando aceptamos a Jesús como Salvador, Dios derrama su gracia sobre nosotros. No merecíamos la salvación, el perdón y el amor de Dios. Pero, por gracia, Dios nos los da y por eso podemos vivir la vida con confianza y esperanza.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
(Juan 1:14)
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
(Efesios 2:8-9)
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
(Hebreos 4:16)
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.
(Tito 2:11-12)
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús
(Romanos 3:23-24)
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
(Romanos 6:14-18)
Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
(Romanos 5:15)
Porque sol y escudo es
el SEÑOR Dios;
gracia y gloria dará el SEÑOR. No privará del bien
a los que andan en integridad.
(Salmo 84:11)
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
(2 Timoteo 2:1)
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
(2 Corintios 12:9)
Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.
(Hechos 15:11)
Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
(Efesios 4:7)
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
(Santiago 4:6)
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
(Romanos 11:6)
El SEÑOR te bendiga y te guarde.
El SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia.
El SEÑOR levante hacia ti su rostro, y ponga en ti paz.
(Números 6:24-26)
Aprende más Dios y su gracia: