Versículos bíblicos que hablan sobre la gratitud


¿Alguna vez te has parado a pensar en todas las cosas buenas que Dios te ha dado? El simple hecho de poder leer esto ya es un motivo para agradecer. Hay muchas personas que no pueden leer o ver. ¡Somos privilegiados! Pero si somos sinceros, a veces nos enfocamos más en nuestros problemas o en lo que no tenemos, en lugar de expresar nuestro agradecimiento a Dios por lo que tenemos.

Veamos algunos versículos de agradecimiento que nos animan a recordar las bondades de nuestro Dios.

1. Salmo 28:7

El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias. (Salmo 28:7)

El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.
(Salmo 28:7)

Debemos dar gracias a Dios porque él nos da las fuerzas que necesitamos en medio de cualquier circunstancia. Dios es nuestro escudo protector frente a las agresiones del enemigo. Es posible que durante nuestra vida terrenal, nunca sepamos con certeza de cuántos males Dios nos ha librado. Él está a nuestro lado ayudándonos y fortaleciéndonos en todo momento. ¡Seamos agradecidos!

2. Salmo 100:4

Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.
(Salmo 100:4)

La gratitud a Dios no tiene por qué ser algo privado entre él y nosotros. Es bueno expresarla delante los demás, por ejemplo, cuando nos reunimos con nuestros hermanos en la fe. Es un privilegio poder ir al templo para alabar a Dios juntos y compartir lo que él hace en nuestras vidas. Nuestros testimonios y expresiones de agradecimiento a Dios pueden ser de ánimo y edificación para otros. No seamos tímidos al expresar nuestro amor y nuestro agradecimiento a Dios por sus infinitas bondades.

3. 1 Crónicas 16:34

¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre! (1 Crónicas 16:34)

¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre!
(1 Crónicas 16:34)

Un corazón agradecido está lleno de alabanzas a Dios, sobre todo al recordar su amor eterno. Dios no es como los seres humanos que hoy amamos y mañana olvidamos. El amor de Dios es incondicional y dura para siempre. No importa cuántas veces le fallemos, él continúa fiel, amándonos y dispuesto a perdonar. ¿Cómo no vamos a estar agradecidos ante un amor así?

4. Filipenses 4:6-7

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)

Hay muchas circunstancias de la vida que pueden causarnos ansiedad. Sin embargo, nuestra mirada no debe estar puesta en ellas, sino en Jesús y en su poder para transformarlas. Podemos llevarle nuestras peticiones dando gracias porque sabemos que hasta aquí nos ha ayudado y lo seguirá haciéndolo. Al enfocarnos en el poder de Dios, su paz fluye libremente y nos ayuda a ver las cosas desde la perspectiva divina.

5. Efesios 1:3

Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. (Efesios 1:3)

Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.
(Efesios 1:3)

El corazón de Dios se alegra cuando lo alabamos y le agradecemos por todas sus bendiciones. No hay nadie más generoso que Dios, él nos ha dado todo lo que concierne a la vida y a la piedad (2 Pedro 1:3) y nuestra gratitud no debería cesar jamás.

Bendecimos y exaltamos a Dios cuando reconocemos todo lo que él nos ha concedido a través de Cristo. Es en él en quien tenemos salvación y por su gracia hemos recibido los dones espirituales que él concede a todos los que le reciben como Señor y Salvador.

6. Santiago 1:17

Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras.
(Santiago 1:17)

Los días pasan y no nos detenemos a pensar la gran bendición que es poder respirar, ver, oír, caminar, hablar... Son tantas las cosas que hacemos automáticamente porque somos seres humanos y somos así. Pero es a Dios a quien le place darnos salud, familia, amigos, la salvación por medio de Jesús, y todo lo bueno que hay en nuestras vidas. No permitamos que el trajín diario y los problemas que se presentan nos impidan tener un corazón agradecido que reconoce todas las bendiciones que forman parte de nuestras vidas.

7. Efesios 2:8-9

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. (Efesios 2:8-9)

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.
(Efesios 2:8-9)

El mejor regalo que hemos recibido jamás es la salvación de nuestras almas. Dios ya nos la concedió a través de la muerte de Jesús en la cruz. Él pagó el precio por nuestros pecados y gracias a su sacrificio hemos sido perdonados y reconciliados con Dios (Romanos 5:1-2). Aceptemos su regalo por fe y permitamos que Dios nos transforme cada día más conforme a su imagen. No olvidemos nunca darle las gracias al Padre por la vida eterna que nos ha dado en Cristo.

8. Colosenses 3:17

Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
(Colosenses 3:17)

Hay una gran diferencia entre hacer las cosas por obligación y hacerlas motivados por un corazón agradecido que busca honrar y agradar a Dios. No solo es más agradable para los que nos rodean, sino que nosotros mismos nos beneficiamos en salud física y espiritual.

¿Qué significa «hacer todo en el nombre de Jesús»? Quiere decir que somos sus representantes delante de las personas con las que nos relacionamos cada día. Si ellos ven a Jesús en mí, si los trato como él desea y lo hago de corazón, no a regañadientes, lo glorifico a él y actúo desde un corazón transformado y lleno de amor.

9. 1 Tesalonicenses 5:18

Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5:18)

Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
(1 Tesalonicenses 5:18)

Como hijos de Dios, siempre encontramos algo para agradecer a Dios aun en medio de situaciones que nos duelen o desconciertan. Sabemos que todo obra para bien para los que amamos a Dios (Romanos 8:28) y seguimos adelante confiados. No es que neguemos nuestro dolor, sino que en medio de ese dolor experimentamos su paz y sabemos que él tiene un propósito.

A veces, al mirar atrás, vemos que fue precisamente en los momentos más dolorosos o difíciles en los que experimentamos el poder y la cercanía de Dios con más claridad. Mantengamos nuestro espíritu atento a la presencia y la bondad de Dios y no dejemos de darle las gracias.

10. Colosenses 1:11b-14

Así perseverarán con paciencia en toda situación, dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz. Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados.
(Colosenses 1:11 b-14)

La gratitud nos ayuda a perseverar y nos permite recordar quiénes somos en Jesús. Gracias a la obra de Cristo, pertenecemos al reino de la luz, esa es nuestra herencia desde el mismo momento en que rendimos el corazón ante Jesús y le recibimos como Salvador.

La oscuridad, con toda su opresión, ya no tiene poder sobre nosotros. Hemos sido redimidos por medio de Jesús y su luz alumbra nuestro camino en cada situación. Dios nos ayuda y nos guía para actuar de acuerdo con el carácter y la voluntad de Dios. ¡Tenemos el mejor Consejero! Echemos mano de todo lo que Cristo ya ganó para nosotros y vivamos la vida victoriosa que nace de un corazón perdonado y lleno de gratitud.

11. Hebreos 12:28

Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente. (Hebreos 12:28)

Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente.
(Hebreos 12:28)

Nadie podrá conmover el reino de Dios que hemos recibido gracias a la obra de Jesús en la cruz. Ante la incertidumbre de este mundo, el corazón se llena de gratitud al pensar en la herencia incomparable que tenemos en Cristo.

¡Expresemos nuestra gratitud al todopoderoso! Levantemos cánticos de adoración de todo corazón, sirviendo al Señor con un temor lleno de reverencia y asombro ante su majestad y su amor.

12. Salmo 107:1-3

Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. Que lo digan los redimidos del Señor, a quienes redimió del poder del adversario, a quienes reunió de todos los países, de oriente y de occidente, del norte y del sur.
(Salmo 107:1-3)

No debemos permanecer callados ante el amor redentor que Dios ha derramado sobre nosotros. Nuestros corazones deben rebosar de alegría, gratitud y adoración ante la maravillosa obra del Señor. Es mucha la bondad que Dios ha mostrado y derramado sobre nosotros. ¡No cesemos de darle las gracias!

13. Salmo 107:8

¡Que den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! (Salmo 107:8)

¡Que den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres!
(Salmo 107:8)

Son muchas las cosas que Dios hace a nuestro favor cada día. No cerremos nuestro corazón o demos por hecho lo que Dios hace por nosotros en nuestro diario vivir. Cada bendición, cada momento de protección, cada provisión que recibimos de él deben ser reconocidos y agradecidos desde lo profundo de nuestro ser.

14. Efesios 5:19-20

Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón, dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
(Efesios 5:19-20)

La gratitud a Dios es parte esencial de nuestra adoración a él. Un corazón agradecido alaba al Señor sin reservas y anima a otros a alabar y a agradecer al Padre celestial, dador de todo lo bueno.

15. Salmo 107:22

¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud, y jubilosos proclamen sus obras! (Salmo 107:22)

¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud, y jubilosos proclamen sus obras!
(Salmo 107:22)

La gratitud y el gozo van de la mano. Cuando agradecemos, nuestro corazón se llena de alegría y surge el deseo de contar a otros lo que Dios ha hecho en nosotros. ¡Proclamemos con gozo y gratitud las obras de nuestro Señor!

16. Salmo 50:23

Quien me ofrece su gratitud, me honra; al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación.
(Salmo 50:23)

Honramos a Dios y reconocemos su poder y su grandeza cuando le ofrecemos palabras de gratitud. Pero esa gratitud no debe quedarse solo en palabras, debe expresarse a nuestras acciones. Nuestra conducta reflejará lo que hay en nuestro corazón.

17. Colosenses 4:2

Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento. (Colosenses 4:2)

Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento.
(Colosenses 4:2)

Nuestra vida de oración debe ser constante y no debe estar centrada solamente en pedir el favor de Dios. Las oraciones llenas de agradecimiento renuevan el espíritu, traen gozo y nos ayudan a acercarnos más a Dios, reconociendo su mover en nuestras vidas.

18. Salmo 50:14

¡Ofrece a Dios tu gratitud, cumple tus promesas al Altísimo!
(Salmo 50:14)

19. Salmo 69:30-31

Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré. Esa ofrenda agradará más al Señor que la de un toro o un novillo con sus cuernos y pezuñas.
(Salmo 69:30-31)

20. 1 Crónicas 16:4

David puso a algunos levitas a cargo del arca del Señor para que ministraran, dieran gracias y alabaran al Señor, Dios de Israel.
(1 Crónicas 16:4)

21. Salmo 136:1-3

Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. Den gracias al Dios de dioses; su gran amor perdura para siempre. Den gracias al Señor omnipotente; su gran amor perdura para siempre.
(Salmo 136:1-3)

22. 1 Corintios 1:4

Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia.
(1 Corintios 1:4)

23. Salmo 106:1

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.
(Salmo 106:1)

24. Salmo 106:47

Sálvanos, Señor, Dios nuestro; vuelve a reunirnos de entre las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre y orgullosos te alabemos.
(Salmo 106:47)

25. Daniel 2:23

A ti, Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias. Me has dado sabiduría y poder, me has dado a conocer lo que te pedimos, ¡me has dado a conocer el sueño del rey!
(Daniel 2:23)

26. 1 Corintios 15:56-57

El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
(1 Corintios 15:56-57)

27. Salmo 147:7

Canten al Señor con gratitud; canten salmos a nuestro Dios al son del arpa.
(Salmo 147:7)

28. 1 Crónicas 29:11-13

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino, y tú estás por encima de todo. De ti proceden la riqueza y el honor; tú lo gobiernas todo. En tus manos están la fuerza y el poder, y eres tú quien engrandece y fortalece a todos. Por eso, Dios nuestro, te damos gracias, y a tu glorioso nombre tributamos alabanzas.
(1 Crónicas 29:11-13)

29. Apocalipsis 11:16-17

Los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios se postraron rostro en tierra y adoraron a Dios diciendo: Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras, te damos gracias porque has asumido tu gran poder y has comenzado a reinar.
(Apocalipsis 11:16-17)

30. Jeremías 33:10-11

Así dice el Señor: “Ustedes dicen que este lugar está en ruinas, sin gente ni animales. Sin embargo, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están desoladas y sin gente ni animales, se oirá de nuevo el grito de gozo y alegría, el canto del novio y de la novia, y la voz de los que traen a la casa del Señor ofrendas de acción de gracias y cantan: ” ‘Den gracias al Señor Todopoderoso, porque el Señor es bueno, porque su amor es eterno’. Yo cambiaré la suerte de este país —afirma el Señor—, y volverá a ser como al principio”.
(Jeremías 33:10-11)

31. Salmo 75:1

Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias e invocamos tu nombre; ¡todos hablan de tus obras portentosas!
(Salmo 75:1)

32. Colosenses 2:6-7

Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud.
(Colosenses 2:6-7)

33. Efesios 5:4

Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias.
(Efesios 5:4)

34. 1 Timoteo 4:4-5

Todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable si se recibe con acción de gracias, porque la palabra de Dios y la oración lo santifican.
(1 Timoteo 4:4-5)

35. Salmo 105:1-2

Den gracias al Señor, invoquen su nombre; den a conocer sus obras entre las naciones. Cántenle, entónenle salmos; hablen de todas sus maravillas.
(Salmo 105:1-2)

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