18 versículos sobre esperar en Dios


Hay un momento adecuado para todo y Dios sabe cuándo y cómo deben suceder las cosas. Muchas veces nos sentimos ansiosos porque nos cuesta esperar en Dios. Pero cuando esperamos en él recibimos paz, pues sabemos que el resultado será de bendición.

Aun los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes tropiezan y caen. Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.
(Isaías 40:30-31)

Aun los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes tropiezan y caen.  Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. (Isaías 40:30-31)

Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.
Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.
(Salmo 27:13-14)

Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
(Santiago 5:7-8)

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
(2 Pedro 3:9)

Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
(Proverbios 3:5-6)

Nuestra alma espera en el SEÑOR;
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Por eso, nuestro corazón se alegra en él, porque en su santo nombre
hemos confiado.
Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros
según lo esperamos de ti.
(Salmo 33:20-22)

He aquí, tenemos por bienaventurados a los que perseveraron. Han oído de la perseverancia de Job y han visto el propósito final del Señor, que el Señor es muy compasivo y misericordioso.
(Santiago 5:11)

Espera en el SEÑOR y guarda su camino.
Él te exaltará para heredar la tierra;
y cuando los impíos sean destruidos tú lo verás.
(Salmo 37:34)

Por tanto, el SEÑOR espera para tener piedad de ustedes; por eso, se levanta para tener misericordia de ustedes. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia, ¡bienaventurados son todos los que esperan en él!
(Isaías 30:18)

Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza.
(Romanos 5:3-4)

...y que sean fortalecidos con todo poder, conforme a su gloriosa potencia, para toda perseverancia y paciencia.
(Colosenses 1:11)

Oh alma mía, reposa solo en Dios porque de él es mi esperanza.
(Salmo 62:5)

Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza.
Mi alma espera al SEÑOR
más que los centinelas a la mañana;
sí, más que los centinelas a la mañana.
(Salmo 130:5-6)

Pacientemente esperé al SEÑOR, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor.
Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso.
Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y temerán,
y confiarán en el SEÑOR.
Bienaventurado el hombre que pone su confianza en el SEÑOR
y no vuelve la mirada a los soberbios
ni a los que se enredan con la falsedad.
Oh SEÑOR, Dios mío,
tú has multiplicado tus maravillas
y tus pensamientos para con nosotros. No hay nadie comparable a ti.
Si intentara referirme y hablar de ellos,
serían demasiados como para ser contados.
El sacrificio y la ofrenda no te agradan; tú has abierto mis oídos.
Holocaustos y sacrificios por el pecado no has pedido.
Entonces dije: “He aquí, yo vengo.
En el rollo de pergamino está escrito acerca de mí:
‘El hacer tu voluntad, oh Dios mío, me ha agradado;
y tu ley está en medio de mi corazón’.
He anunciado justicia en la gran congregación;
he aquí, no he detenido mis labios. Oh SEÑOR, tú lo sabes.
No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón;
he proclamado tu fidelidad y tu salvación.
No he ocultado tu misericordia
ni tu verdad en la gran congregación.
Tú, oh SEÑOR, no detengas de mí tu compasión;
que tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Porque me han rodeado males incontables;
me han alcanzado mis iniquidades,
y no puedo levantar la vista.
Son más numerosos que los cabellos de mi cabeza,
y mi corazón me ha fallado.
¡Ten a bien, oh SEÑOR, librarme! ¡Oh SEÑOR, apresúrate a socorrerme!
Sean avergonzados y humillados a una
los que buscan mi vida para cortarla.
(Salmo 40:1-14)

Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud
A causa de mis enemigos.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos;
Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.
Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.
(Salmo 27:1-14)

Habiendo purificado la vida de ustedes en obediencia a la verdad para un amor fraternal no fingido, ámense los unos a los otros ardientemente y de corazón puro; pues han nacido de nuevo, no de simiente corruptible sino de incorruptible, por medio de la palabra de Dios que vive y permanece. Porque:
Toda carne es como la hierba, y toda su gloria es como la flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;pero la palabra del Señor permanece para siempre.
Esta es la palabra del evangelio que les ha sido anunciada.
(1 Pedro 1:22-25)

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
(Mateo 25:1-13)

Confía en el SEÑOR y haz el bien. Habita en la tierra
y apaciéntate de la fidelidad.
Deléitate en el SEÑOR
y él te concederá los anhelos
de tu corazón.
Encomienda al SEÑOR tu camino; confía en él, y él hará.
Él exhibirá tu justicia como la luz,
y tu derecho como el mediodía.
(Salmo 37:3-6)

Fortalece tu fe para esperar en el Señor: