16 versículos sobre entrega, esfuerzo y dedicación


Dedicarse es entregarse totalmente a una tarea o a una persona. Los que han dedicado su vida a Dios, le han entregado su corazón y buscan agradarle. Por eso se esfuerzan en obedecer sus mandatos y alejarse del pecado. La dedicación a Dios también produce el deseo de ayudar a los demás y de trabajar en la obra del Señor.

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
(Colosenses 3:23-24)

Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.
(Tito 2:14)

Y que aprendan también los nuestros a ocuparse en las buenas obras para los casos de necesidad, para que no se queden sin dar fruto.
(Tito 3:14)

Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
(Salmo 119:10)

Esfuércense en seguir el amor y ambicionen los dones espirituales, sobre todo el de profecía.
(1 Corintios 14:1)

Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
(2 Timoteo 2:3-5)

Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.
(Jeremías 29:13)

Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él hará. (Salmo 37:5)

Encomienda al Señor tu camino;
confía en él y él hará.
(Salmo 37:5)

Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
(Deuteronomio 6:5-6)

Y matando el becerro, trajeron el niño a Elí. Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová.
(1 Samuel 1:25-28)

Ni antes ni después de Josías hubo otro rey que se volviera al Señor con todo su corazón, y con toda su alma y con todas sus fuerzas, y que cumpliera toda la ley de Moisés.
(2 Reyes 23:25)

Y es que Esdras se había entregado de corazón al estudio de la ley del Señor, y a cumplirla y enseñarla a los israelitas, con todas sus normas y ordenanzas.
(Esdras 7:10)

Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.
(1 Reyes 11:4)

Y aunque no se quitaron todos los altares de los montes, durante toda su vida Asa amó al Señor con todo su corazón.
(1 Reyes 15:14)

Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón.
(1 Samuel 12:20)

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
(Josué 24:15)

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