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La amistad es una relación muy especial. Las amistades que hacemos a lo largo de nuestra vida nos marcan y nos cambian. La Biblia explica por qué todos necesitamos amigos:
1. Los amigos son familia
En todo tiempo ama el amigo,
y el hermano nace para el tiempo de angustia.
(Proverbios 17:17)
La buena amistad convierte en hermanos a personas de familias muy diferentes. En los momentos más difíciles, el vínculo de la amistad se vuelve tan fuerte como los lazos de sangre.
2. La amistad expresa el amor de Dios
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
(1 Juan 4:12)
Dios creó la amistad. El amor de un amigo refleja el amor de Jesús, que nos llama amigos suyos.
3. El amigo verdadero vale oro
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
(Proverbios 18:24)
No todos los amigos son verdaderos amigos, pero la verdadera amistad es para toda la vida. Un buen amigo ama en todas las circunstancias.
4. Los amigos se ayudan
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
(Eclesiastés 4:10)
La unión hace la fuerza. Los amigos trabajan en equipo y se ayudan en medio de las dificultades. Quien tiene amigos, está más seguro.
5. La amistad nos hace crecer
El hierro con hierro se afila
y el hombre afina el semblante
de su amigo.
(Proverbios 27:17)
Los amigos nos ayudan a estar más preparados para enfrentar el mundo. Los amigos intercambian ideas, aprenden cosas nuevas juntos y se animan mutuamente. ¡Qué bueno es tener amigos!
6. La amistad con Dios nos bendice
Así fue en los días de mi vigor. cuando la amistad íntima de Dios estaba sobre mi morada.
(Job 29:4)
Todo en nuestras vidas es bendecido cuando desarrollamos una relación cercana e íntima con Dios. Job reconoció que la amistad con Dios bendijo su hogar. ¡Sé también un amigo sincero de Dios!
7. Quien teme a Dios, se convierte en su amigo
El Señor es amigo de quienes le temen,
y confirma su pacto con ellos.
(Salmo 25:14)
El temor del Señor es el principio del conocimiento y también nos acerca a Dios como buenos amigos. Cuando lo respetamos y le obedecemos, él personalmente nos enseña cómo amar a nuestros amigos.
8. Hazte amigo de la sabiduría
Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana”, y a la inteligencia llama: “Mi pariente”.
(Proverbios 7:4)
Ser amigo de la sabiduría revela el deseo de agradar a Dios cumpliendo su voluntad. Ser sabio es superior a ser inteligente o sagaz. La verdadera sabiduría se construye junto a Jesucristo.
9. El amigo verdadero nos regaña de vez en cuando
Fieles son las heridas del que ama;
Pero importunos los besos del que aborrece.
(Proverbios 27:6)
Todo verdadero amigo tiene una misión preciosa: ayudar a que sus amigos sean mejores personas. Por tanto, hacer críticas constructivas, advertir o regañar es mejor que estar de acuerdo exteriormente con hipocresía. Sé un amigo sincero.
10. Cuidado con los amigos que se enojan mucho
No hagas amistad con el iracundo
ni tengas tratos con el violento,
no sea que aprendas sus maneras
y pongas una trampa para tu propia vida.
(Proverbios 22:24-25)
Los amigos agresivos son un peligro inminente. Además de poder comprometerte ante alguna situación, con la cercanía podrás aprender sus formas y volverte igual a ellos. Esto te pondrá en peligro y perjudicará tu conducta con Dios y con las personas que te rodean.
11. ¿Amistad con el mundo o con Dios?
¡Gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, cualquiera que quiere ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios.
(Santiago 4:4)
La amistad con el mundo te convierte en enemigo de Dios. Y en este campo no hay término medio. Los valores del reino de Dios no encajan con los principios del mundo, y viceversa.
Por tanto, siempre tendremos que hacer una elección moral y real: Dios y sus principios o el mundo y sus pasiones. No hagas concesiones, ser amigo de Dios excluye los malos deseos ocultos y el mal que puebla y prevalece en la sociedad.
12. Nadie tiene un amor mayor que tu amigo, Jesús
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
(Juan 15:13)
La unión entre Jesús y sus seguidores produce una amistad que va más allá de la tierra y alcanza hasta la eternidad. Una vida de amor y obediencia a Cristo estará llena de alegría y complicidad. Como cristianos, no estamos llamados a ser simplemente sirvientes o empleados de nuestro Señor. Él te invita a ser su amigo de verdad y por siempre.
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