Como nosotros, muchos personajes bíblicos tuvieron miedo, pues hay circunstancias de la vida que nos hacen temer. Podemos tener dos reacciones ante el miedo: dejar que nos domine o llevarlo ante Dios. Entregarlo a Dios, abre el camino hacia la victoria. Elige entregar tus miedos al Señor.
Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
(Salmo 34:4)
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
(Isaías 41:10)
En el día en que tengo miedo,
Yo en ti confío.
(Salmo 56:3)
De manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
(Hebreos 13:6)
Mi corazón se estremece dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han caído.
El temor y el temblor vinieron sobre mí,
Y el espanto me ha cubierto.
(Salmo 55:4-5)
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.
(Salmo 55:22)
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
(Juan 14:27)
En Dios alabaré su palabra;
En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre mortal?
(Salmo 56:4)
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
(Salmo 23:4)
Te acercaste el día que te invoqué; y dijiste: No temas.
(Lamentaciones 3:57)
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es el baluarte de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
(Salmo 27:1)
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
(Josué 1:9)
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera al temor; porque el temor comporta castigo, y el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
(1 Juan 4:18)
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
(Romanos 8:15)
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.
(Mateo 10:28)
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)
Por lo cual no será zarandeado jamás;
En memoria eterna será el justo.
No tendrá temor de malas noticias;
Su corazón está firme, confiado en Jehová.
(Salmo 112:6-7)
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
(Génesis 15:1)
Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.
(Éxodo 20:20)
Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.
(Deuteronomio 31:8)
Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío!, ¿qué haremos?
Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
(2 Reyes 6:15-17)
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
(Marcos 4:38-40)
Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella.
(Romanos 13:3)
Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.
(Ezequiel 2:6)
Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hizo grandes cosas.
(Joel 2:21)
Vence el miedo con la ayuda de Dios: