52 versículos sobre Dios


Toda la Biblia habla de Dios: quién es, cómo actúa, qué le agrada, cómo podemos relacionarnos con él. Dios es el personaje principal de la Biblia. Solo hay un Dios. Él es todopoderoso, omnisciente y eterno. Dios es justo, siempre cumple sus promesas y no hace nada malo. Es paciente, amable, cariñoso, pero también castiga y corrige. ¡Lo más maravilloso de Dios es que nos ama!

El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
(1 Juan 4:8)

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna.
(Juan 3:16)

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

Dios nos ama tanto que envió a Jesús para pagar el castigo justo por nuestros pecados. Para agradar a Dios lo único que necesitamos es fe. Quien cree en Dios y en su salvación puede acercarse a él sin temor, y Dios le enseñará cómo vivir correctamente.

¿Qué Dios hay como tú que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No ha guardado para siempre su enojo porque él se complace en la misericordia.
(Miqueas 7:18)

Justo es el SEÑOR en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras.
(Salmo 145:17)

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
(Deuteronomio 6:4-5)

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago.
(Deuteronomio 7:9-10)

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.
(Hechos 17:24-27)

Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios.
(Marcos 10:18)

Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
(1 Juan 1:5)

Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud.
Él es un Dios fiel, en quien no hay iniquidad; es justo y recto.
(Deuteronomio 32:4)

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
(Génesis 1:1)

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
(Juan 1:1)

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
(Juan 1:18)

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
(Apocalipsis 1:8)

He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
(Deuteronomio 10:14)

Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
(Salmo 19:1)

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
(Romanos 1:20)

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
(Génesis 1:27)

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
(Génesis 2:7)

Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.
(Éxodo 3:13-15)

Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
(Éxodo 34:14)

Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.
(Levítico 19:2)

He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?
(Jeremías 32:27)

Porque ninguna cosa será imposible para Dios.
(Lucas 1:37)

Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley.
(Deuteronomio 29:29)

Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
(Números 23:19)

Toda palabra de Dios es limpia;
Él es escudo a los que en él esperan.
(Proverbios 30:5)

Verdaderamente tú eres un Dios misterioso, oh Dios de Israel, el Salvador.
(Isaías 45:15)

Porque tú no eres un Dios que se complace en la perversidad;
la maldad no habitará junto a ti.
(Salmo 5:4)

porque Dios no es Dios de desorden, sino de paz.
(1 Corintios 14:33a)

Acábese ya la maldad de los impíos,
y establece al justo;
pues el Dios justo pone a prueba
los corazones y las conciencias.
(Salmo 7:9)

Como tú no comprendes cómo entra el espíritu a los huesos en el vientre de la mujer encinta, así no comprenderás la obra de Dios quien hace todas las cosas.
(Eclesiastés 11:5)

Vean ahora que yo, Yo Soy, y conmigo no hay más dioses.
Yo hago morir y hago vivir; yo hiero y también sano;
no hay quien pueda librar de mi mano.
(Deuteronomio 32:39)

Jehová mata, y él da vida;
Él hace descender al Seol, y hace subir.
Jehová empobrece, y él enriquece;
Abate, y enaltece.
Él levanta del polvo al pobre,
Y del muladar exalta al menesteroso,
Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
Porque de Jehová son las columnas de la tierra,
Y él afirmó sobre ellas el mundo.
Él guarda los pies de sus santos,
Mas los impíos perecen en tinieblas;
Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios,
Y sobre ellos tronará desde los cielos;
Jehová juzgará los confines de la tierra,
Dará poder a su Rey,
Y exaltará el poderío de su Ungido.
(1 Samuel 2:6-10)

¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
Extendiste tu diestra;
La tierra los tragó.
Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste;
Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.
(Éxodo 15:11-13)

¡Dios celoso y vengador es el SEÑOR! Vengador es el SEÑOR y está indignado. El SEÑOR se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus enemigos.El SEÑOR es lento para la ira y grande en poder. De ninguna manera dará por inocente al culpable.

El SEÑOR marcha en el huracán y en la tempestad; las nubes son el polvo de sus pies.
(Nahúm 1:2-3)

Él recompensará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que por su perseverancia en las buenas obras buscan gloria, honra e incorrupción; pero enojo e ira a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre toda persona que hace lo malo (el judío primero, y también el griego); pero gloria, honra y paz a cada uno que hace el bien (al judío primero, y también al griego).
Pues no hay distinción de personas delante de Dios.
(Romanos 2:6-11)

En el día del bien, goza del bien; y en el día del mal, considera que Dios hizo tanto lo uno como lo otro, de modo que el hombre no puede descubrir nada de lo que sucederá después de él.
(Eclesiastés 7:14)

Porque lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
(1 Corintios 1:25)

¿Acaso soy yo Dios de cerca, y no Dios de lejos?, dice el SEÑOR. ¿Acaso podrá alguien ocultarse en escondrijos para que yo no lo vea?, dice el SEÑOR. ¿Acaso no lleno yo el cielo y la tierra?, dice el SEÑOR.
(Jeremías 23:23-24)

¿No lo has sabido? ¿No has oído que el SEÑOR es el Dios eterno que creó los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga, y su entendimiento es insondable. Da fuerzas al cansado y le aumenta el poder al que no tiene vigor.
(Isaías 40:28-29)

Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.
(Isaías 48:17)

Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
(Deuteronomio 4:29)

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado.
Al corazón contrito y humillado
no desprecias tú, oh Dios.
(Salmo 51:17)

Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios
El Dios de nuestra salvación. Selah
Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,
Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.
(Salmo 68:19-20)

Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?
(1 Reyes 8:27)

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
(Juan 4:24)

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
(Hebreos 11:6)

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
(Isaías 9:6)

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros.
(Mateo 1:23)

Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
(Salmo 46:10)

Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
(Éxodo 33:19-20)

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