¡Jesús salva! Él nos ama, perdona nuestros pecados y nos guía a la vida eterna. Confía en él y encontrarás la paz y la salvación que solo él puede dar.
1. Jesús salva del pecado
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
(1 Timoteo 1:15)
Cuando hacemos cosas que no están bien, nos quedamos estancados en esos errores. Pero Jesús vino a ayudarnos, borrando todo lo malo que hemos hecho y dándonos la oportunidad de comenzar de nuevo con la ayuda de Dios. Jesús nos salva y nos libera del pecado.
2. Jesús nos salva de toda condenación
De cierto, de cierto les digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, sino que ha pasado de muerte a vida.
(Juan 5:24)
Jesús nos salva de la condenación del pecado. En Cristo encontramos salvación de la condenación. Su amor nos libera, su gracia nos renueva. Tengamos fe y vivamos con la certeza de la redención eterna. 🙏💫
3. Jesús nos da el don de la vida eterna
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
(Romanos 6:23)
En Jesús descubrimos el don de la vida eterna. Su muerte y resurrección abrieron las puertas a la eternidad. Él es la luz que ahuyenta las sombras, la esperanza que vence la desesperación y el camino que nos conduce a la vida abundante. Encontremos en él la verdadera alegría y la promesa de la eternidad a su lado.
4. La gracia de Jesús nos salvó
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
(Efesios 2:8-9)
Podemos hacer muchas cosas buenas, pero ninguna de ellas borra nuestros pecados. Nadie puede ganar su salvación por méritos: solo Jesús puede salvarnos. Él murió en nuestro lugar y resucitó para darnos la salvación, ¡gratis! Todo lo que necesitamos hacer es creer en él y entregarle nuestras vidas. ¡Y Jesús nos salva!
5. Jesús es el camino, la verdad y la vida
Yo soy el camino, la verdad y la vida —contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
(Juan 14:6)
Jesús nos revela que él es el único camino a la salvación. Esta afirmación nos invita a reconocer que, para alcanzar la comunión con Dios y la vida eterna, necesitamos aceptar a Jesús como nuestro Salvador. Él es la verdad que ilumina nuestro camino y la vida que llena nuestro corazón.
Poner nuestra fe en Jesús es el paso más significativo que podemos dar hacia la salvación eterna.
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