Cuando te ataque el desánimo, recuerda que Dios está a tu lado y sus palabras tienen poder para renovar tus fuerzas. ¡Estos versículos alentadores te animan y te invitan a creer de nuevo, a levantarte con valor y a enfrentar los desafíos con la confianza de que no estás solo, ¡el Señor es tu fuerza!
1. Dios está contigo
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
(Josué 1:9)
No estás solo. Si amas a Jesús, el Dios todopoderoso está contigo, luchando de tu lado. Con un defensor tan bueno no hay ninguna razón para desanimarte. ¡Con Cristo vencerás!
2. Dios te capacita
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
(2 Timoteo 1:7)
Los que son salvos reciben poder especial del Espíritu Santo para ganar las batallas de la vida. ¡No luchas con tus propias fuerzas, luchas con la fuerza que te da Dios!
3. Dios te oye
Los justos claman, el Señor los oye
y los libra de todas sus angustias.
(Salmo 34:17)
Sí, Dios está escuchando tus oraciones. Y él te ayuda a superar las dificultades. ¡No te rindas! Confía en él, Dios obrará.
4. Tu redentor está vivo
Yo sé que mi Redentor vive,
y que al final se levantará del polvo.
(Job 19:25)
¡Tu Dios está vivo! Aunque las circunstancias quieran entristecerte y desanimarte, el Señor redime tu corazón y eleva tu alma. Créelo: Cristo resucitará en gloria, ¡ten esta firme esperanza! Pero aún hoy, por medio de la fe, él te llena de paz, alegría y nueva energía para enfrentar los retos del nuevo día.
5. Dios es fiel
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
(2 Tesalonicenses 3:3)
Cuando te sientas débil y sin fuerzas para luchar contra las dificultades y las tentaciones, recuerda que Dios no te abandonará jamás. Invoca su ayuda y él te fortalecerá.
6. Dios es tu esperanza
¿Por qué te desanimas, alma mía?
¿Por qué te inquietas dentro de mí?
Espera en Dios, porque aún debo alabarlo.
¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!
(Salmo 42:11)
A veces hace falta regañarse y motivarse a uno mismo. Cuando llegue el desánimo, ¡declara que Dios es tu fortaleza y tu esperanza! Dirige la atención de tu alma a lo que realmente importa y levántate. No te hagas la víctima. ¡Cree y espera en Dios! Cambia tus pensamientos, concéntrate en el poder de Dios y verás a Dios obrar en tu vida.
7. Ten un espíritu firme y recto con Dios
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
(Salmo 51:10)
Dios es la fuente de una vida emocional pura, sanada e inquebrantable. Somos humanos y como tales somos susceptibles al fracaso y a momentos de debilidad. Pero Dios hace nuevas todas las cosas. ¡Él puede renovar tu corazón roto y devolverte el gozo!
8. ¡Prosigue con Cristo!
¡Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús!
(Filipenses 3:14)
¡Darte por vencido no debería ser una opción en tu vida! Hoy Dios te invita a seguir adelante con él. Independientemente de lo que ya hayas pasado, aún hay mucho por hacer. Mira hacia adelante y olvida las cosas que quedan atrás. Jesús tiene recompensas por delante. ¡Sigue adelante con él, avanza sin parar!
Elige permitir que Dios te transforme, te purifique y te renueve por completo. Dale a Jesús acceso pleno a tu corazón, todos los días, y experimentarás lo sobrenatural de Dios. Dios te dará nuevas fuerzas, valentía y una disposición impresionante que marcará toda la diferencia en tu día a día. Entrega tu corazón al Señor y él te renovará.
Inspírate en la palabra de Dios y renueva tu espíritu: