27 versículos para dedicar a un amigo: muestra cuánto lo valoras


Los buenos amigos son una gran bendición. Con ellos reímos, lloramos, hablamos y compartimos lo que nos importa. Reconoce hoy los buenos amigos que Dios te ha dado y dedícales un versículo bíblico.

El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo. (Proverbios 27:9)

El perfume y el incienso alegran el corazón;
la dulzura de la amistad fortalece el ánimo.
(Proverbios 27:9)

Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
(1 Juan 4:21)

Mejor dos que uno solo, pues tienen mejor recompensa por su trabajo. Porque si caen, el uno levantará a su compañero. Pero, ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!
(Eclesiastés 4:9-10)

En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano. (Proverbios 17:17)

En todo tiempo ama el amigo;
para ayudar en la adversidad nació el hermano.
(Proverbios 17:17)

Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
(Juan 15:12-13)

El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar
tendrá por amigo al rey.
(Proverbios 22:11)

En el agua se refleja el rostro, y en el corazón se refleja la persona. (Proverbios 27:19)

En el agua se refleja el rostro,
y en el corazón se refleja la persona.
(Proverbios 27:19)

El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado. (Proverbios 13:20)

El que con sabios anda, sabio se vuelve;
el que con necios se junta, saldrá mal parado.
(Proverbios 13:20)

Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
(Romanos 12:10)

Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. (Gálatas 6:2)

Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.
(Gálatas 6:2)

Son muchos los que proclaman su lealtad,
¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?
(Proverbios 20:6)

Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.
(1 Juan 4:11-12)

Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría.
(Filipenses 1:3-4)

¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! (Salmo 133:1)

¡Cuán bueno y cuán agradable es
que los hermanos convivan en armonía!
(Salmo 133:1)

Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía.
(Job 42:10)

Hay amigos que llevan a la ruina,
y hay amigos más fieles que un hermano.
(Proverbios 18:24)

Más vale ser reprendido con franqueza
que ser amado en secreto.
Más confiable es el amigo que hiere
que el enemigo que besa.
(Proverbios 27:5-6)

El que perdona la ofensa cultiva el amor;
el que insiste en la ofensa divide a los amigos.
(Proverbios 17:9)

Soy amigo de todos los que te honran,
de todos los que observan tus preceptos.
(Salmo 119:63)

El hierro se afila con el hierro,
y el hombre en el trato con el hombre.
(Proverbios 27:17)

Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. (Romanos 12:15)

Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.
(Romanos 12:15)

Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre,
hasta con sus enemigos lo reconcilia.
(Proverbios 16:7)

No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre.
No vayas a la casa de tu hermano cuando tengas un problema.
Más vale vecino cercano que hermano distante.
(Proverbios 27:10)

Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.
(Hebreos 10:24)

La gente chismosa revela los secretos;
la gente confiable es discreta.
(Proverbios 11:13)

Aunque uno se aparte del temor al Todopoderoso,
el amigo no le niega su lealtad.
(Job 6:14)

El que es sabio tiene gran poder,
y el que es entendido aumenta su fuerza.
(Proverbios 24:5)

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