Dios puede ayudarte a controlar tus emociones y a crecer en el autocontrol para dominar la ansiedad, el estrés, la angustia y la tristeza. Permite que estos versículos te ayuden a controlar tus emociones y a crecer en dominio propio con la ayuda del Señor.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
(Proverbios 16:32)
Cuando me vi abrumado por la angustia,
tú me brindaste consuelo y alegría.
(Salmo 94:19)
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas.
(Mateo 11:29)
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
(Santiago 1:19-20)
En las muchas palabras no falta el pecado;
el que es prudente refrena sus labios.
(Proverbios 10:19)
Por lo tanto, no nos desanimamos. Y aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando de día en día. Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna.
(2 Corintios 4:16-17)
Nunca digas: «¡Me voy a vengar!»
Mejor deja que el Señor lo haga por ti.
(Proverbios 20:22)
Que cada uno de ustedes sepa tener su propio cuerpo en santidad y honor, y no en pasiones desordenadas, como la gente que no conoce a Dios.
(1 Tesalonicenses 4:4-5)
Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
(Salmo 37:8-9)
Por eso, ustedes deben esforzarse por añadir virtud a su fe, conocimiento a su virtud, dominio propio al conocimiento; paciencia al dominio propio, piedad a la paciencia, afecto fraternal a la piedad, y amor al afecto fraternal.
(2 Pedro 1:5-7)
La cordura del hombre calma su furor;
su honra es pasar por alto la ofensa.
(Proverbios 19:11)
No dejes que el enojo te haga perder la cabeza.
Solo en el pecho de los necios halla lugar el enojo.
(Eclesiastés 7:9)
Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
(2 Timoteo 1:7)
Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!
(Mateo 6:31-34)
Yo, que estoy preso por causa del Señor, les ruego que vivan como es digno del llamamiento que han recibido, y que sean humildes y mansos, y tolerantes y pacientes unos con otros, en amor. Procuren mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
(Efesios 4:1-3)
Hice un compromiso con mis ojos
de no poner la mirada en ninguna doncella.
(Job 31:1)
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.
(Efesios 4:26)
Ciudad en ruinas, sin muralla protectora:
¡eso es el hombre que no frena sus impulsos!
(Proverbios 25:28)
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
(2 Corintios 12:10)
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
(Gálatas 5:22-23)
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
(1 Corintios 10:13)
Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que obedezca a Cristo.
(2 Corintios 10:5)
Los lazos de la muerte me envolvieron,
y me angustié al verme tan cerca del sepulcro;
mi vida era de angustia y de aflicción constante.
Pero en el nombre del Señor clamé:
«Señor, ¡te ruego que me salves la vida!»
El Señor es justo y compasivo;
nuestro Dios es todo bondad.
El Señor protege a la gente sencilla.
Yo estuve muy enfermo, y él me levantó.
¡Alma mía, ya puedes estar tranquila,
porque el Señor me ha tratado con bondad.
(Salmo 116:3-7)
Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Sin embargo, ustedes no viven según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.
(Romanos 8:8-9)
Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.
(Romanos 12:2)
En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con dominio propio, justicia y devoción, mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
(Tito 2:11-13)
Aprende a controlar tus emociones con la ayuda de Dios: