Hay gente especial que Dios ha puesto en nuestra vida. Son personas que han permanecido a nuestro lado tanto en medio de las alegrías como de los problemas o dificultades que se nos han presentado. También están aquellas que han sido de ejemplo, que nos han escuchado y ayudado en nuestro andar con Jesús.
En la Biblia encontramos versículos lindos que podemos usar como base para mostrar nuestra gratitud a esas personas especiales. ¡Bendigamos a los demás con la Palabra de Dios! ¡Seamos agradecidos!
Agradecimiento y bendición en la Biblia
El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz.
(Números 6:24-26)
Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les concedan paz, amor y fe a los hermanos. La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.
(Efesios 6:23-24)
Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los santos, no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones. Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.
(Efesios 1:15-17)
...hay amigos más fieles que un hermano.
(Proverbios 18:24b)
Versículos de agradecimiento a un amigo
Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues hemos recibido noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos.
(Colosenses 1:3-4)
Por eso, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios.
(Colosenses 1:9-10)
Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes.
(Salmo 20:4)
Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora.
(Filipenses 1:3-5)
Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio, para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo.
(Filipenses 1:9-10)
En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes, pues en el mundo entero se habla bien de su fe.
(Romanos 1:8)
¿Cómo podemos agradecer bastante a nuestro Dios por ustedes y por toda la alegría que nos han proporcionado delante de él?
(1 Tesalonicenses 3:9)
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones. Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
(1 Tesalonicenses 1:2-3)
Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia. Unidos a Cristo ustedes se han llenado de toda riqueza, tanto en palabra como en conocimiento.
(1 Corintios 1:4-5)
Siempre doy gracias a mi Dios al recordarte en mis oraciones, porque tengo noticias de tu amor y tu fidelidad hacia el Señor Jesús y hacia todos los creyentes.
(Filemón 1:4-5)
Pido a Dios que el compañerismo que brota de tu fe sea eficaz para la causa de Cristo mediante el reconocimiento de todo lo bueno que compartimos.
(Filemón 1:6)
Hermano, tu amor me ha alegrado y animado mucho porque has reconfortado el corazón de los santos.
(Filemón 1:7)
Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.
(3 Juan 1:2)
Que el Señor te bendiga desde Sión, y veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. Que vivas para ver a los hijos de tus hijos. ¡Que haya paz en Israel!
(Salmo 128:5-6)
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
(Romanos 15:13)
El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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