Evangelizar es compartir nuestra fe en Jesús con los que nos rodean con el deseo de animarlos a acercarse a él. Estos versículos te ayudarán a comunicar el amor de Dios de forma clara. Junto a cada versículo encontrarás frases que puedes usar para explicar esa verdad bíblica a los demás. ¡Alcanza a otros con las buenas nuevas de Jesús!
Juan 1:12
Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
(Juan 1:12)
¿Quieres ser hijo de Dios? Solo tienes que creer en Jesús y poner tu fe en él. Al morir en la cruz, Jesús llevó el castigo por tus pecados. Lo único que tienes que hacer es reconocer su sacrificio de todo corazón y recibir a Jesús como el Señor de tu vida. Así pasarás a ser hijo de Dios con todos los derechos. Nadie podrá separarte jamás de tu Padre celestial. ¿Deseas recibir a Jesús como tu Señor y Salvador?
Romanos 5:8-9
Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!
(Romanos 5:8-9)
El amor de Dios por ti es tan grande, que él tomó la iniciativa. Dios envió a su Hijo Jesucristo a morir por ti y por mí, pues nuestros pecados nos apartaban de él. Nosotros merecíamos ser castigados, pero Jesús sufrió el castigo en nuestro lugar.
La sangre que Jesús derramó en la cruz, nos hace justos e inocentes ante Dios. Cuando aceptamos ese regalo de Dios por medio de Jesús, él nos ve limpios, sin pecado. Y esto no es por algo que hayamos hecho, sino por el sacrificio de Jesús. ¿Quieres aceptar su regalo de amor?
Romanos 10:9-10
Que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
(Romanos 10:9-10)
Si hemos sido salvados o liberados del poder del pecado y de la muerte eterna gracias a Jesús, habrá evidencia de ello. ¿Cómo? Diciendo con nuestras palabras que Jesús es nuestro Señor, confesión que saldrá de un corazón perdonado y lleno de gratitud. Creer en Jesús nos cambia y eso es algo que se nota. ¿Le has permitido a Jesús que transforme tu ser?
Hechos 3:19-20
Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor, 20 enviándoles el Mesías que ya había sido preparado para ustedes, el cual es Jesús.
(Hechos 3:19-20)
La Biblia dice que si deseas ser limpio de tus pecados, debes arrepentirte. Arrepentirse es reconocer que se va por mal camino y que el camino de Dios es el correcto. Por eso, al arrepentirnos, damos un giro, cambiamos de rumbo para no seguir yendo en la dirección equivocada que nos aleja de Dios.
Jesús es el Mesías prometido, y es él quien nos puede llevar en la dirección correcta. Con Jesús, nos acercamos a Dios Padre, para recibir de él el descanso espiritual que necesitamos. Vivir en pecado nos agota espiritualmente, pero el arrepentimiento nos ayuda a recibir el descanso que hay en Dios. ¿Quieres recibir hoy ese descanso?
1 Timoteo 2:5-6
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 quien dio su vida como rescate por todos. Este testimonio Dios lo ha dado a su debido tiempo.
(1 Timoteo 2:5-6)
Si deseas acercarte a Dios, acércate a Jesús, quien dio su vida para que puedas tener acceso al Padre. Jesús es el camino a la presencia de Dios Padre, donde podrás recibir todo el amor, el perdón y la vida eterna que Dios tiene para ti.
Jesús no es solo el camino, sino que también es el único que puede interceder por ti delante de Dios Padre. Aun sin tener pecado, él dio su vida en la cruz para hacer posible tu reconciliación con Dios y tu acceso ante él. ¿Aceptas hoy su invitación para acercarte al Padre?
Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
(Juan 3:16)
Dios nos amó tanto a ti, a mí y a toda la humanidad, que estuvo dispuesto a enviar a su propio Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz por nosotros. ¡Así de grande es su amor! Dios anhela que todos creamos en Jesús como Señor y Salvador para que pasemos la eternidad junto con él. Su deseo es que no estés separado de él ni un segundo más, pero te permite escoger. ¿Escoges hoy vivir con Dios para siempre?
Apocalipsis 3:20
Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.
(Apocalipsis 3:20)
Jesús anhela ser parte de tu vida, estar a tu lado en medio de las alegrías y tristezas. Pero él no va donde no lo invitan. Si quieres que Jesús te acompañe y sea tu amigo, debes abrirle la puerta de tu corazón, decirle que deseas gozar de su amistad. Si así lo haces, contarás con el amigo más fiel que se puede tener no solo ahora, sino que por toda la eternidad. No lo sigas aplazando, abre hoy tu corazón a Jesús.
1 Pedro 3:18
Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.
(1 Pedro 3:18)
Hechos 4:11-12
Jesucristo es “la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular”.
12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.
(Hechos 4:11-12)
Juan 5:24
Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
(Juan 5:24)
Hechos 16:30-33
Luego los sacó y les preguntó: Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
31 —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
32 Luego les expusieron la palabra de Dios a él y a todos los demás que estaban en su casa. 33 A esas horas de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas; en seguida fueron bautizados él y toda su familia.
(Hechos 16:30-33)
Lucas 4:18
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para anunciar buenas nuevas a los pobres.
Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos
y dar vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos.
(Lucas 4:18)
Juan 6:35
Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
(Juan 6:35)
Juan 6:40
Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
(Juan 6:40)
Hechos 13:47
Así nos lo ha mandado el Señor:
«Te he puesto por luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra».
(Hechos 13:47)
Romanos 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
(Romanos 6:23)
Romanos 6:11
De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
(Romanos 6:11)
1 Juan 4:9-10
Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.
(1 Juan 4:9-10)
1 Corintios 15:3
Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras.
(1 Corintios 15:3)
Efesios 2:8-9
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, 9 no por obras, para que nadie se jacte.
(Efesios 2:8-9)
2 Corintios 5:17
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
(2 Corintios 5:17)
1 Juan 1:8-9
Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. 9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
(1 Juan 1:8-9)
Gálatas 3:13-14
Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero». 14 Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.
(Gálatas 3:13-14)
1 Timoteo 1:15
Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
(1 Timoteo 1:15)
Lucas 19:10
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
(Lucas 19:10)
Isaías 53:6
Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino,
pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
(Isaías 53:6)
Marcos 16:15-16
Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. 16 El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.
(Marcos 16:15-16)
Romanos 3:23-24
... pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, 24 pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.
(Romanos 3:23-24)
Juan 6:37
Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo.
(Juan 6:37)
Isaías 9:6
Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo;
la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres:
Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
(Isaías 9:6)
Mateo 28:19-20
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
(Mateo 28:19-20)
Mateo 5:16
Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.
(Mateo 5:16)
Efesios 2:4-5
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, 5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!
(Efesios 2:4-5)
Juan 1:14
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
(Juan 1:14)
Romanos 1:16
A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles.
(Romanos 1:16)
Romanos 10:17
Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.
(Romanos 10:17)
Juan 6:47-48
Ciertamente les aseguro que el que cree tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida.
(Juan 6:47-48)
1 Corintios 15:1-2
Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. 2 Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
(1 Corintios 15:1-2)
Filipenses 2:5-8
La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, 6 quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. 7 Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. 8 Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!
(Filipenses 2:5-8)
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