Son muchos los retos que nos presenta la vida y a veces nos sentimos cargadas y abrumadas. La Biblia nos ofrece muchas palabras de ánimo con promesas que nos llenan de paz y renuevan nuestras fuerzas. La Palabra de Dios nos fortalece y nos ayuda a continuar en el camino de la vida con fe y optimismo, aferradas a nuestro Señor.
1. Confía, el Señor te ayuda
Confía en el Señor de todo corazón,
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará tus sendas.
(Proverbios 3:5-6)
¡Pon tu confianza en el Señor! No intentes buscar la solución tú sola. Ve delante del Padre en oración. Reconoce que él tiene el control de la situación y sabe cuál es la solución. Está atenta a su dirección y camina por la senda que él te indique.
2. Acude al Padre
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
(Mateo 11:28)
¿Te sientes agobiada por las dificultades? ¡Acude al Señor! Cuéntale lo que te sucede, entrégale tus cargas y recibe su paz. En Dios hallarás el descanso que necesitas para poder continuar. ¡Confía en su promesa!
3. En Dios eres fuerte y digna
Se reviste de fuerza y dignidad,
y afronta segura el porvenir.
Cuando habla, lo hace con sabiduría;
cuando instruye, lo hace con amor.
(Proverbios 31:25-26)
No pienses que no tienes las fuerzas para enfrentar tus problemas o que no mereces que mejore tu situación. Dios te concede las fuerzas y él te capacita para que actúes y hasta seas de bendición en medio de cualquier dificultad. ¡En él estás segura!
4. El Señor te protege
Torre inexpugnable es el nombre del Señor;
a ella corren los justos y se ponen a salvo.
(Proverbios 18:10)
Confía en el poder de Dios. Clama a su nombre y espera en él. Refúgiate en los fuertes brazos del Padre celestial. Él te cuida y en él estás a salvo.
5. Dios te escucha y te responde
Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo;
tú eres mi gloria;
¡tú mantienes en alto mi cabeza!
Clamo al Señor a voz en cuello,
y desde su monte santo él me responde. Selah
(Salmo 3:3-4)
Regocíjate porque el Señor te sostiene en medio de cualquier situación. Él no te dejará avergonzada. Puedes clamar por su intervención, confiada de que él te oye y te responderá en el momento preciso. ¡Él es fiel a sus promesas!
6. El mal no prevalecerá
No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti;
toda lengua que te acuse será refutada.
Esta es la herencia de los siervos del Señor,
la justicia que de mí procede
—afirma el Señor—.
(Isaías 54:17)
¿Eres una sierva del Señor? ¡Entonces puedes estar tranquila! Ningún mal prevalecerá contra ti. Pueden atacarte o hablar mal contra ti, pero no te vencerán. ¡Tu amado Señor y Dios hará justicia! Esa es tu herencia.
7. Puedes refugiarte en Dios
Bueno es el Señor;
es refugio en el día de la angustia,
y protector de los que en él confían.
(Nahúm 1:7)
Dios es bueno y te espera con sus brazos abiertos: ¡puedes refugiarte en él! Cuando pienses que no tienes a quién acudir, recuerda que el Señor te acoge y te protege en cualquier momento porque tú has puesto tu confianza en él. ¡Dios no te fallará!
8. Vive para el Señor
Engañoso es el encanto y pasajera la belleza;
la mujer que teme al Señor es digna de alabanza.
(Proverbios 31:30)
El mundo da más importancia al exterior que al interior, pero fortalecer tu ser interior y tu relación con Dios deben ser tu prioridad. Teme al Señor, vive para él y los demás lo notarán. Serás de bendición e impactarás a todos los que te rodean para la gloria del Señor.
9. En Cristo hay paz
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
(Juan 16:33)
Cuando te encuentres afligida, recuerda que el Señor ya venció al mundo. Aférrate a él y recibe su inmensa paz que no tiene igual. Las aflicciones son pasajeras, pero la paz que Dios te da es duradera. ¡Fortalécete en él!
10. Hay consuelo y vida para ti
Este es mi consuelo en medio del dolor:
que tu promesa me da vida.
(Salmo 119:50)
La promesa del Señor, su Palabra, trae vida. Él no dejará sin cumplir ninguna de sus promesas. Confía plenamente en la fidelidad de Dios en medio de cualquier situación. Él te restaurará.
11. Nada te separará del amor del Señor
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
(Romanos 8:37-39)
El Señor te ama con amor eterno. ¡No hay nadie como tú en todo el mundo, eres especial para él! Dios te creó tal como eres y su amor por ti no tiene fin. Puedes estar segura de que no hay nada ni nadie que pueda separarte de su amor, ni aun la circunstancia más triste o difícil. ¡Descansa en el amor de tu Padre celestial, cobra ánimo y confía en su gran poder!
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