El árbol de la vida es un árbol que Dios colocó en el centro del jardín del Edén, al lado del árbol del conocimiento del bien y del mal. En principio, Dios no impuso ninguna restricción sobre el árbol de la vida: Adán y Eva podían acercarse a él y hasta tenían libertad para comer del fruto del árbol que les concedería la vida eterna... pero no lo hicieron.
El árbol de la vida en Génesis
En Génesis vemos que el árbol de la vida representaba la vida eterna que Dios ofrece al ser humano.
Dios el Señor plantó un jardín al oriente del Edén y allí puso al hombre que había formado. 9 Dios el Señor hizo que creciera toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer. En medio del jardín hizo crecer el árbol de la vida y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.
(Génesis 2:8-9)
Después de que Dios creó al hombre, plantó un hermoso huerto al oriente para que él viviera allí. Dios también hizo que brotaran muchos árboles frutales para que Adán y Eva se deleitaran en su belleza y para que comieran de ellos. Luego, en medio del huerto, Dios hizo crecer dos árboles especiales: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
A Adán y Eva no se les prohibió comer del árbol de la vida. La única prohibición que Dios les hizo fue la de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal que se encontraba justo al lado. Sin embargo, ellos escogieron desobedecer a Dios y comer el fruto del árbol prohibido. Como consecuencia de esa acción, el pecado entró al mundo y el ser humano quedó separado espiritualmente de Dios.
Dios decidió echar a Adán y Eva del huerto del Edén, evitando así que comieran el fruto del árbol de la vida. De esta forma, Dios protegió al ser humano, pues, de no haberlo hecho, el hombre estaría condenado a vivir eternamente en pecado. Esto hubiera eliminado por siempre la posibilidad de que el hombre volviera a disfrutar la completa armonía espiritual con Dios que había tenido antes de desobedecer.
Y dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre». Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén, para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho.
(Génesis 3:22-23)
El árbol de la vida en Apocalipsis
En el Apocalipsis, el último libro de la Biblia, el árbol de la vida es símbolo de varias cosas. Veamos los versículos del libro en los que se menciona y lo que representa en cada uno de ellos.
La vida eterna en el paraíso con Dios
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
(Apocalipsis 2:7)
El árbol de la vida se encuentra en el paraíso. Es allí donde estaremos todos los que perseveremos hasta el fin en el amor y el servicio a Dios. Podremos comer del árbol de la vida y disfrutar de la eternidad con Dios.
La provisión eterna de Dios para sus hijos
Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, y corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones.
(Apocalipsis 22:1-2)
El río de agua de vida habla de la provisión y la vida abundante que Dios nos da. El árbol de vida a cada lado del río, sus cosechas y sus hojas nos afirman el cuidado eterno de Dios al proveer a sus hijos alimento y salud por siempre.
Será entonces cuando podremos acceder al fruto del árbol de vida en cualquier momento. Disfrutaremos de su fruto y, gracias a la obra de Jesús en nosotros y a nuestra fe en él, gozaremos de la compañía y la provisión de Dios por la eternidad.
Recompensa y bendición
Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad.
(Apocalipsis 22:14)
Este versículo habla de la recompensa que recibirán los que confíen en el poder de la sangre de Cristo. Es a través de él que fueron lavadas sus ropas y que consiguieron la limpieza de sus pecados. Su bendición será tener autoridad sobre el árbol de la vida (comer de él) y poder entrar por las puertas de la ciudad santa.
Aprende más sobre Apocalipsis y la revelación del fin del mundo.
Lo que representa el árbol de la vida en Proverbios
En el libro de Proverbios se usa el árbol de la vida como símbolo de varias cosas que podemos disfrutar hoy. No habla del árbol en el pasado, como hace Génesis, o en el futuro, como vemos en el Apocalipsis, sino de lo que simboliza para nosotros en el presente.
La sabiduría, la Palabra de Dios
Ella es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen!
(Proverbios 3:18)
Es sabio obedecer la Palabra de Dios y cumplir con sus mandatos. Los que la abrazan y viven sus vidas guiados por la sabiduría que viene de Dios disfrutarán de la vida eterna.
Es fruto de la justicia
El fruto de la justicia es árbol de vida, pero el que arrebata vidas es violento.
(Proverbios 11:30)
Cuando obramos de forma justa traemos vida. Por la obra de Jesús en la cruz a favor nuestro hemos sido hechos justos y podemos andar en justicia. Nuestras vidas deben servir para extender la obra de Cristo y su deseo para la humanidad. ¿Y cuál es su deseo? Que todos sean salvos. Obrando en justicia, arrebatamos vidas al enemigo y las traemos a la luz.
El cumplimiento de algo muy esperado
La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida.
(Proverbios 13:12)
El ver que se cumple algo que hemos esperado por mucho tiempo nos trae vida y nuevos ánimos. Obtenemos la verdadera vida cuando se cumplen los anhelos y deseos de Dios para nosotros.
Las palabras que traen paz y alivio
La lengua que brinda alivio es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu.
(Proverbios 15:4)
Las palabras son poderosas. Las mejores y las más efectivas son las que traen paz, ánimo y alivio. Pronunciemos palabras que bendicen a todos los que nos rodean: hablemos palabras de vida.