Todos deseamos que Dios derrame su protección y bendición sobre las personas que más amamos, nuestra familia. Los siguientes salmos contienen versículos poderosos que te ayudarán a fortalecer tu fe y confianza en el poder de Dios para cuidar y ayudar a tu familia.
Salmo 91 - Señor, Dios omnipotente: bajo tu sombra estamos a salvo
El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso.
Diré yo al SEÑOR:
“¡Refugio mío y castillo mío, mi Dios en quien confío!”.
Porque él te librará de la trampa del cazador
y de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas te refugiarás;
escudo y defensa es su verdad.
No tendrás temor de espanto nocturno ni de flecha que vuele de día
ni de peste que ande en la oscuridad ni de plaga que en pleno día destruya.
(Salmo 91:1-6)
Puedes confiar en la protección del Dios todopoderoso sobre tu familia. No hay amenaza o enemigo más grande, fuerte o poderoso que Dios. Bajo sus alas están a salvo.
Salmo 127 - Padre, edifica tú nuestro hogar
Si el SEÑOR no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican.
Si el SEÑOR no guarda la ciudad en vano vigila el guardia.
En vano se levantan de madrugada y van tarde a reposar
comiendo el pan con dolor; porque a su amado dará Dios el sueño.
He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; recompensa es el fruto del vientre.
Como flechas en la mano del valiente, así son los hijos que se tienen en la juventud.
Bienaventurado el hombre que llena de ellos su aljaba.
No se avergonzarán aunque hablen con los enemigos en el tribunal.
(Salmo 127)
Dios bendice y ayuda a los que lo tienen como centro de su hogar. Bajo su dirección, gozarán de descanso y paz, aun en medio de los retos de la vida.
Salmo 121 - Socórrenos, Señor, guárdanos de todo mal
Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie ni se adormecerá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.
El SEÑOR es tu protector; el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te herirá de día ni la luna de noche.
El SEÑOR te guardará de todo mal; él guardará tu vida.
El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
(Salmo 121)
Pon tu fe y confianza en Dios, pues él cuida y sostiene a tu familia. De él recibirán socorro y salvación en todo momento.
Salmo 128 - Dios amado, bendice nuestra familia
Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR y anda en sus caminos:
Cuando comas del trabajo de tus manos serás feliz y te irá bien.
Tu mujer será como una vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo
alrededor de tu mesa.
Así será bendecido el hombre que teme al SEÑOR.
¡El SEÑOR te bendiga desde Sion! Que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
Que veas a los hijos de tus hijos. ¡La paz sea sobre Israel!
(Salmo 128)
Teman solo al Señor y anden en el camino que él muestra. Disfrutarán de grandes bendiciones, pues Dios bendice al que obedece sus mandatos y busca su presencia.
Salmo 46 - Dios, tú eres nuestro amparo: protégenos
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble,
aunque los montes se derrumben en el corazón del mar,
aunque sus aguas rujan y echen espuma, y se estremezcan los montes por su braveza. Selah
(Salmo 46:1-3)
La familia que se ampara en el Señor en medio de las tormentas que trae la vida, podrá hablar de las maravillas del Señor. ¡No teman, su protección no les faltará!
Salmo 23 - Señor, tú eres nuestro pastor, nuestro proveedor y protector
El SEÑOR es mi pastor; nada me faltará.
En prados de tiernos pastos me hace descansar.
Junto a aguas tranquilas me conduce.
Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte
no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
(Salmo 23:1-4)
En Dios hay provisión, protección y ánimo. Entreguen las preocupaciones y necesidades en sus manos: él les sorprenderá con su presencia y fidelidad.
Salmo 34 - Padre, líbranos de nuestros temores y angustias
Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo;
su alabanza estará siempre en mi boca.
En el SEÑOR se gloriará mi alma;
lo oirán los mansos y se alegrarán.
Engrandezcan al SEÑOR conmigo; ensalcemos juntos su nombre.
Yo busqué al SEÑOR, y él me oyó
y de todos mis temores me libró.
Los que a él miran son iluminados; sus rostros no serán avergonzados.
Este pobre clamó, y el SEÑOR le escuchó
y lo libró de todas sus angustias.
El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen,
y los libra. Prueben y vean que el SEÑOR es bueno.
¡Bienaventurado el hombre que se refugia en él!
(Salmo 34:1-8)
Alaben al Señor, bendigan su nombre, porque él les escucha cuando claman plegarias y obra en favor de ustedes. Clamen a él como familia y esperen con fe. ¡Él está con ustedes!
Salmo 18 - Padre, protégenos de nuestros enemigos con tu escudo
Te amo, oh SEÑOR, fuerza mía.
El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador.
Mi Dios es mi peña; en él me refugiaré. Él es mi escudo, el poder de mi
liberación y mi baluarte.
Invocaré al SEÑOR, quien es digno de ser alabado,
y seré librado de mis enemigos.
En mi angustia invoqué al SEÑOR y clamé a mi Dios.
Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
(Salmo 18:1-3 y 6)
El Señor es la roca fuerte en la cual se pueden amparar. En él están a salvo. Refúgiense siempre en él y verán cómo responde.
Salmo 31 - Padre, bendícenos y llévanos por buen camino
En ti, oh SEÑOR, me he refugiado;
no sea yo avergonzado jamás. Líbrame en tu justicia.
Inclina a mí tu oído; líbrame pronto.
Sé tú mi roca fuerte, mi fortaleza para salvarme.
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza, por amor de tu nombre me guiarás
y me encaminarás.
Me gozaré y alegraré en tu misericordia porque has visto mi aflicción.
Has conocido mi alma en las angustias
y no me entregaste en mano del enemigo.
Hiciste que mis pies se posasen en lugar espacioso.
(Salmo 31:1-3 y 7-8)
Nunca será avergonzado quien confía en el Señor. Con seguridad, verá su mano poderosa obrar y recibirá su salvación tarde o temprano. Confíen siempre en la dirección de Dios.
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