Salmo del Día

Un Salmo bíblico diario para inspirar y mejorar tu día.

Salmo de Hoy

Líbrame de mis enemigos, oh Dios; protégeme de los que me atacan.

Líbrame de los malhechores; sálvame de los asesinos.

¡Mira cómo me acechan! Hombres crueles conspiran contra mí sin que yo, Señor , haya delinquido ni pecado.

Presurosos se disponen a atacarme sin que yo haya cometido mal alguno. ¡Levántate y ven en mi ayuda! ¡Mira mi condición!

Tú, Señor , eres el Dios Todopoderoso, ¡eres el Dios de Israel! ¡Despiértate y castiga a todas las naciones; no tengas compasión de esos viles traidores! Selah

Ellos vuelven por la noche, gruñendo como perros y acechando alrededor de la ciudad.

Echan espuma por la boca, lanzan espadas por sus fauces, y dicen: «¿Quién va a oírnos?»

Pero tú, Señor , te burlas de ellos; te ríes de todas las naciones.

A ti, fortaleza mía, vuelvo los ojos, pues tú, oh Dios, eres mi protector.

Tú eres el Dios que me ama, e irás delante de mí para hacerme ver la derrota de mis enemigos.

Pero no los mates, para que mi pueblo no lo olvide. Zarandéalos con tu poder; ¡humíllalos! ¡Tú, Señor, eres nuestro escudo!

Por los pecados de su boca, por las palabras de sus labios, que caigan en la trampa de su orgullo. Por las maldiciones y mentiras que profieren,

consúmelos en tu enojo; ¡consúmelos hasta que dejen de existir! Así todos sabrán que Dios gobierna en Jacob, y hasta los confines de la tierra. Selah

Porque ellos vuelven por la noche, gruñendo como perros y acechando alrededor de la ciudad.

Van de un lado a otro buscando comida, y aúllan si no quedan satisfechos.

Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia.

A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama!

Salmo 59

Salmo de Ayer

Canten alegres a Dios, nuestra fortaleza; ¡aclamen con regocijo al Dios de Jacob!

¡Entonen salmos! ¡Toquen ya la pandereta, la lira y el arpa melodiosa!

Toquen el cuerno de carnero en la luna nueva, y en la luna llena, día de nuestra fiesta.

Este es un decreto para Israel, una ordenanza del Dios de Jacob.

Lo estableció como un pacto con José cuando salió de la tierra de Egipto. Escucho un idioma que no entiendo:

«Te he quitado la carga de los hombros; tus manos se han librado del pesado cesto.

En tu angustia me llamaste, y te libré; oculto en el nubarrón te respondí; en las aguas de Meribá te puse a prueba. Selah

»Escucha, pueblo mío, mis advertencias; ¡ay, Israel, si tan solo me escucharas!

No tendrás ningún dios extranjero, ni te inclinarás ante ningún dios extraño.

Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto. Abre bien la boca, y te la llenaré.

»Pero mi pueblo no me escuchó; Israel no quiso hacerme caso.

Por eso los abandoné a su obstinada voluntad, para que actuaran como mejor les pareciera.

»Si mi pueblo tan solo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos,

¡cuán pronto sometería yo a sus enemigos, y volvería mi mano contra sus adversarios!

Los que aborrecen al Señor se rendirían ante él, pero serían eternamente castigados.

Y a ti te alimentaría con lo mejor del trigo; con miel de la peña te saciaría».

Salmo 81

Salmo de Anteayer

En tu fuerza, Señor , se regocija el rey; ¡cuánto se alegra en tus victorias!

Le has concedido lo que su corazón desea; no le has negado lo que sus labios piden. Selah

Has salido a su encuentro con ricas bendiciones; lo has coronado con diadema de oro fino.

Te pidió vida, se la concediste: una vida larga y duradera.

Por tus victorias se acrecentó su gloria; lo revestiste de honor y majestad.

Has hecho de él manantial de bendiciones; tu presencia lo ha llenado de alegría.

El rey confía en el Señor , en el gran amor del Altísimo; por eso jamás caerá.

Tu mano alcanzará a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.

Cuando tú, Señor , te manifiestes, los convertirás en un horno encendido. En su ira los devorará el Señor ; ¡un fuego los consumirá!

Borrarás de la tierra a su simiente; de entre los mortales, a su posteridad.

Aunque tramen hacerte daño y maquinen perversidades, ¡no se saldrán con la suya!

Porque tú los harás retroceder cuando tenses tu arco contra ellos.

Enaltécete, Señor , con tu poder, y con salmos celebraremos tus proezas.

Salmo 21