Proverbios 31:10-31 habla sobre la mujer virtuosa, esa mujer laboriosa, que cumple con sus responsabilidades y se mantiene firme en medio de las dificultades de la vida, porque teme al Señor y vive para él. Esos versículos describen algunas cualidades que debe tener la mujer virtuosa. Por ejemplo, nos dice que la mujer virtuosa es trabajadora, sabia y digna de confianza. Sobre todo, resalta que la mujer virtuosa teme al Señor.
El texto comienza con una pregunta: «Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?», e inmediatamente agrega: «Su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas.» (Proverbios 31:10). Vemos, pues, que la mujer que tiene las cualidades de las que habla ese capítulo, es una mujer con un valor más alto que el que tienen las esmeraldas o los rubíes.
En el idioma hebreo, la frase para mujer virtuosa es "eshet chayil" o mujer de valor. Esa frase implica que su valor viene de su valentía y fuerza, cualidades que brotan del interior. Por lo tanto, la mujer virtuosa es una mujer valiente que tiene el valor y la fuerza necesarios para asumir lo que debe hacer sin dejarse vencer.
Muchas mujeres se sienten intimidadas por ese pasaje bíblico. Ven imposible que una mujer logre tener todos los atributos o cualidades que se mencionan ahí. Pero la idea no es intentar ser perfecta en todo, eso lleva a la frustración. Lo que sí podemos hacer es permitir que esos versículos nos animen a descubrir el potencial que Dios nos ha dado para desarrollarlo con su unción y para su gloria.
La mujer virtuosa según Proverbios 31
¿Cómo debe ser la mujer virtuosa? ¿Qué características debe tener, según Proverbios 31?
Fiable, digna de confianza
La mujer virtuosa, sea casada o soltera, joven o anciana, es una mujer en la que se puede confiar. No engaña con sus palabras o acciones ni es de doble ánimo. El marido, amigos y familiares de una mujer así se sienten seguros, pues saben que ella es íntegra en todos sus caminos.
Sabia y buena administradora
Vemos que la mujer virtuosa sabe cómo administrar y usar su tiempo, sus talentos y sus recursos con sabiduría. No malgasta lo que tiene, sino que le da buen uso a todo, aprovechando cada recurso al máximo.
Su sabiduría se extiende también a sus palabras. Habla con sabiduría y bondad, animando y bendiciendo a los demás.
Fuerte y firme
Ella ve oportunidades en los retos de la vida, no se deja vencer o intimidar por las dificultades que se le presentan. Su fuerza física brota de su salud y entereza emocional que la animan a seguir adelante, cumpliendo con sus responsabilidades.
Trabajadora, emprendedora
Es una mujer que se esfuerza en todo lo que hace. Trabaja mucho, y lo hace con ánimo. Está atenta a las oportunidades y las aprovecha, usando sus recursos para contribuir al sustento de la familia.
Responsable: cuida de su familia y de los demás
La mujer virtuosa es diligente al cumplir con su responsabilidad de cuidar de su familia con amor y dedicación. Pero no solo se centra en su familia. También es generosa y se esfuerza en ayudar a los pobres y necesitados, compartiendo con ellos lo que tiene.
Bondadosa y compasiva
No cierra los ojos ante las necesidades de los demás, sino que extiende su mano con compasión y los ayuda conforme a sus posibilidades.
Segura y previsora, no teme al futuro
Prevé lo que podría necesitar en el futuro y se prepara. Por eso puede enfrentar los retos de cada día con seguridad y confianza.
Digna de reconocimiento y aprecio
Las cualidades de la mujer virtuosa no pasan desapercibidas, sino que los demás las notan. Sus hijos, su marido, las personas que la rodean, la reconocen como ejemplar y hablan bien de ella.
Temerosa del Señor
Sobre todas las cosas, la mujer virtuosa teme al Señor. Obedece a Dios, vive dentro de su voluntad y busca glorificar a Dios con sus palabras y sus acciones. Dios es el motor de su vida y en él, ella encuentra su propósito y su seguridad.
Proverbios 31: el contexto del capítulo
Muchos ven Proverbios 31:10-31 como una lista de cualidades o actitudes que debe tener una mujer. Sin embargo, esos versículos forman parte de una profecía de la madre del rey Lemuel que sirvió para instruirlo. Ella amaba mucho a su hijo y decidió darle algunas advertencias y consejos.
En los primeros nueve versículos del capítulo, ella advirtió a su hijo Lemuel contra los excesos en su relación con las mujeres y con el alcohol. También lo animó a actuar con justicia y a defender la causa de los pobres y desvalidos. Vemos que esos consejos lo ayudarían a gobernar de forma sensata y justa.
Los versículos 10-31 nos describen a una mujer especial y nos habla sobre sus cualidades. Aunque este texto se usa generalmente para hablar sobre las mujeres, en realidad esas cualidades o actitudes deben servir de inspiración para todos. Todos debemos tener como meta ser virtuosos, íntegros, honrados y temerosos del Señor.
Por supuesto, la madre de Lemuel lo animó a encontrar una mujer buena, sabia, trabajadora, de buen carácter y que amara a Dios. Por eso, le dio detalles sobre las cualidades que debía tener esa mujer virtuosa que le serviría de ayuda y apoyo tanto en su reinado como en su vida.
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