Proverbios 31:25-30
Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir.
Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor.
Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio.
Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba:
«Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas».
Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza.