¡El nacimiento de Jesús fue un gran milagro que cambió el mundo! En el Antiguo Testamento, hay versículos que anticipan la venida del Salvador, profecías importantes que anunciaban su nacimiento. Dios dejó señales a través de esas profecías para que todos pudieran identificar al Salvador del mundo cuando naciera. ¡Jesucristo cumplió todas las profecías!
1. Profecía de Isaías: la venida del Salvador
En el texto de Isaías 9:6-7 encontramos una profecía mesiánica que predice el nacimiento de Jesucristo. Se le llamará “Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”, mostrando su naturaleza divina y su papel como líder. Esta profecía enfatiza que el gobierno de Jesús será eterno, estableciéndolo como el verdadero rey en el trono de David, trayendo juicio y justicia al mundo.
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
(Isaías 9:6-7)
2. Profecía de Isaías: el Mesías nacería de una virgen
Siglos antes de que naciera Jesús, el profeta Isaías anunció que una virgen daría a luz. Esto sería una señal del cumplimiento de las promesas de Dios. María, la madre de Jesús, era virgen cuando quedó embarazada por obra del Espíritu Santo.
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
(Isaías 7:14)
3. Profecía en Miqueas de que el Mesías nacería en Belén
¡Mucho antes de que sucediera, Dios dijo dónde nacería Jesús! Belén era un pueblo pequeño, la patria del rey David. Pero, a pesar de ser un lugar pequeño y sencillo, Belén tuvo el gran privilegio de ser la cuna del Salvador del mundo.
Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
(Miqueas 5:2)
4. Profecía de que sería descendiente de Abraham
Justo en Génesis, Dios comenzó a revelar su plan para salvar al mundo a través de Jesús. Él prometió que a través de Abraham todos los pueblos de la tierra serían bendecidos. Abraham fue el padre del pueblo de Israel y Jesús fue su descendiente.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
(Génesis 12:2-3)
5. Profecía de que sería descendiente de David
Cuando el pueblo de Israel quiso un rey, Dios le dio el trono a un hombre llamado Saúl. Luego de Saúl, reinó David, varón conforme al corazón de Dios e hijo de Isaí. David fue un hombre fiel y Dios le prometió que sus descendientes reinarían para siempre. ¡Jesús era del linaje de David y él reina por toda la eternidad!
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
(Isaías 11:1)
Durante el ministerio de Jesús, algunos recordaban las profecías y se preguntaban quién era él: "¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo?" (Juan 7:42).
En el Antiguo Testamento hay varias profecías relacionadas con la venida del Mesías. No existe un número exacto de profecías, pero muchos estudiosos identifican docenas de ellas. Estas profecías describen características del Mesías, su nacimiento, ministerio, muerte y resurrección, entre otros aspectos. Jesús cumplió todas esas profecías, confirmando su identidad como el Mesías prometido.
¡Dios prometió y todo se cumplió en Jesús!
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