Nuestros pensamientos influyen en la forma en la que hablamos, actuamos o en cómo nos sentimos. Por eso es tan importante llenar nuestras mentes con la Palabra de Dios. Al hacerlo comenzamos a ver la vida de una forma más alegre y positiva.
En Hebreos 4:12 leemos que la palabra de Dios es viva y poderosa. Sin embargo, para experimentar la vida y el poder que emanan de ella debemos conocerla y permitir que obre en nuestros corazones.
Aquí encontrarás una lista de verdades basadas en versículos bíblicos para que medites, ores y fortalezcas tu fe. ¡Comienza cada día llenando tu mente con la verdad que viene del Padre!
1. Confío, porque el Señor siempre me acompaña.
En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan.
(Salmo 9:10)
2. Puedo apoyarme en el Señor: ¡él me sostendrá!
Encomienda al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre.
(Salmo 55:22)
3. ¡Sé que este día veré a Dios obrar y estoy feliz!
Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él.
(Salmo 118:24)
4. Dios me fortalece y me protege del mal.
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
(2 Tesalonicenses 3:3)
5. En Dios, tengo el mejor refugio contra el peligro.
Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación.
(Salmo 32:7)
6. Todo lo que el Señor permite tiene un propósito.
Toda obra del Señor tiene un propósito; ¡hasta el malvado fue hecho para el día del desastre!
(Proverbios 16:4)
7. Me acerco a Dios y recibo descanso.
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
(Mateo 11:28)
8. Pase lo que pase, el Señor está conmigo hasta el fin.
Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
(Mateo 28:20b)
9. Dios me ofrece siempre la oportunidad de volver a comenzar.
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
(1 Juan 1:9)
10. Ya Jesús venció al mundo. Vivo en confianza y en paz.
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
(Juan 16:33)
Alégrate al leer estas 4 cosas que Dios te dice hoy
11. ¡Lo lograré! Cristo me da las fuerzas.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
(Filipenses 4:13)
12. ¡Me lleno del Espíritu del Señor y salgo a vencer!
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
(2 Timoteo 1:7)
13. Confiar en Dios me renueva y me hace más fuerte.
...pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
(Isaías 40:31)
14. Con mi vida en manos de Dios veré buenos resultados.
Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará.
(Salmo 37:5)
15. Dios me capacita y me ayuda a cumplir su voluntad.
Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(Hebreos 13:21)
16. Dios me acompaña y me aconseja siempre.
Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me sostienes de la mano derecha. Me guías con tu consejo, y más tarde me acogerás en gloria.
(Salmo 73:23-24)
17. ¡En Dios soy fuerte y puedo avanzar!
¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.
(Salmo 73:25-26)
18. Mi alegría perdura y se renueva ante las maravillas de mi Dios.
Tú, Señor, me llenas de alegría con tus maravillas; por eso alabaré jubiloso las obras de tus manos.
(Salmo 92:4)
19. El Señor me escucha en todo momento: ¡lo amo!
Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante. Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida.
(Salmo 116:1-2)
20. El amor y la fidelidad de Dios son para siempre. Eso me hace cantar.
¡Alaben al Señor, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas! ¡Grande es su amor por nosotros! ¡La fidelidad del Señor es eterna! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
(Salmo 117)