Parábola del vino nuevo en odres viejos (con explicación)


Equipo de Bibliaon
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La parábola del vino nuevo en odres viejos se encuentra en los evangelios de Mateo 9:17, Marcos 2:22 y Lucas 5:37-38. Jesús contó esta historia para mostrar que necesitamos estar preparados y abiertos para aceptar sus enseñanzas.

En la época de Jesús, las personas usaban un recipiente hecho de cuero animal, llamado odre, para guardar el vino. Con el tiempo, estos odres se volvían viejos y perdían la capacidad de soportar la presión del vino nuevo en fermentación.

Jesús utilizó esta situación cotidiana para enseñar una lección importante: así como el vino nuevo necesita un odre nuevo, las ideas nuevas y revolucionarias que él estaba enseñando necesitaban mentes abiertas para ser aceptadas.

Mira la parábola del vino nuevo en odres viejos en el libro de Lucas:

Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan.
(Lucas 5:37-38 )

Poner vino nuevo en odres viejos llevaría a la ruptura de los odres, resultando en la pérdida tanto del vino como de los recipientes. Solo los odres nuevos podían soportar la fermentación del vino nuevo sin romperse.

Jesús compara el vino nuevo, que representa su enseñanza y su mensaje transformador, con los odres viejos —o el recipiente de cuero en algunas traducciones— que simbolizan las tradiciones y estructuras religiosas existentes en la época.

Las palabras que Jesús anunciaba eran novedad en medio de una población estancada en la religiosidad. Para aceptar la palabra de Cristo, era necesaria una verdadera renovación: una mente renovada (odre nuevo), para una palabra renovada (el mensaje de salvación de Cristo Jesús).

Significado del vino nuevo en odres nuevos

Al mencionar los odres viejos, Jesús se refiere a las estructuras y prácticas religiosas de su época, que muchas veces eran rígidas, inflexibles e incapaces de contener la nueva revelación encarnada por él.

Por otro lado, el vino nuevo representa el mensaje de Jesús, que traía renovación espiritual, transformación y una nueva manera de relacionarse con Dios.

Esta parábola nos enseña que el cristianismo no puede ser meramente una adhesión ciega a las tradiciones o a un conjunto de reglas vacías. Jesús vino para traer una nueva alianza, una nueva forma de relacionarse con Dios basada en el amor, la gracia y la fe.

Por lo tanto, es importante renunciar a toda práctica que nos impida acercarnos a Cristo.

Pon vino nuevo en odres nuevos

Así como los odres viejos no podían contener el vino nuevo, una mentalidad rígida y legalista no puede contener el poder transformador del Evangelio. Necesitamos ser odres nuevos, flexibles y receptivos a la obra de Dios en nuestras vidas. Esto implica buscar constantemente una relación íntima con Dios, estudiar y comprender las Escrituras.

Al vivir conforme a la enseñanza de Jesús, permitiendo que el vino nuevo sea derramado en odres nuevos, experimentaremos la plenitud de la vida cristiana, el crecimiento espiritual y el testimonio auténtico ante los demás.

Permanece abierto a la renovación constante del Espíritu Santo, abandona las limitaciones del pasado y abraza la vida abundante que Jesús te ofrece.

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