Reflexiones cortas para el tiempo de la ofrenda y diezmo en los servicios dominicales, reuniones de células, reuniones de jóvenes y tiempos adoración. Palabras con textos bíblicos explicados de forma sencilla, rápida y práctica, para animar a los hermanos y hermanas a participar en la obra de Dios con sus ofrendas y diezmos.
1. Siervo bueno y fiel
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
(Mateo 25:21)
Objetivo de la palabra: generar en el dador un corazón comprometido con la obra de Dios.
El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho. Cuando damos nuestras ofrendas con corazón abierto, Dios también nos bendice abundantemente. A Dios no le importa el valor de lo que ofrecemos, sino cómo lo ofrecemos. ¿Daremos nuestras primicias u ofreceremos nuestras sobras?
¡Sé fiel en lo poco y Dios te pondrá en lo mucho!
2. Honrando a Dios con nuestros recursos
Honra al Señor con tus bienes
y con las primicias de tus cosechas.
Tus graneros se saturarán de trigo,
y tus lagares rebosarán de vino.
(Proverbios 3:9-10)
Objetivo de la palabra: animar a la iglesia a honrar al Señor con sus primicias.
Cuando decidimos ofrecer a Dios parte de algún recurso que recibimos, estamos dedicando nuestras primicias a él. Dios se complace en aquellos que quieren agradarle. La abundancia es una consecuencia de nuestro compromiso con Dios. Cuanto más honramos a Dios, más nos sorprende él.
3. Da de corazón, no por obligación
Cada uno debe dar según se lo haya propuesto en su corazón, y no debe dar con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama a quien da con alegría. Y Dios es poderoso como para que abunde en ustedes toda gracia, para que siempre y en toda circunstancia tengan todo lo necesario, y abunde en ustedes toda buena obra;
(2 Corintios 9:7-8)
Objetivo de la palabra: concientizar a los que ofrendan de que ofrendar no es una obligación, sino un acto de amor a la obra de Dios.
Debemos dar de corazón y no por obligación. Crea en tu corazón el deseo de participar en la obra de Dios. Cuando damos con alegría, aumentamos nuestras bendiciones. Todo lo que necesitamos, Dios lo da. Por eso, da con alegría y con sentimiento de gratitud.
¡Cuando damos con alegría, generamos un corazón agradecido dentro de nosotros!
4. Dando lo que nos cuesta
Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
(Lucas 21:1-4)
Objetivo de la palabra: crear conciencia en los hermanos sobre la importancia de separar una cantidad para la ofrenda.
No se trata de la cantidad monetaria, sino de cómo separamos nuestras ofrendas. No des las sobras al Señor. Acepta el reto de darle a Dios algo que tenga algún costo para ti. Puede ser un esfuerzo duro, pero Dios ve y recompensa el esfuerzo.
5. El diezmo es un compromiso
Entreguen completos los diezmos en mi tesorería, y habrá alimento en mi templo. Con esto pueden ponerme a prueba: verán si no les abro las ventanas de los cielos y derramo sobre ustedes abundantes bendiciones. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.
(Malaquías 3:10)
Objetivo de la palabra: animar a los miembros a comprometerse a diezmar.
Dios pide ser puesto a prueba, sabiendo que quien más se beneficiará de esta prueba serás tú. Él es el dueño del oro y de la plata, pero sabe que nuestros recursos -sumados a los esfuerzos de la congregación- nos alimentan no solo a nosotros, sino a todos los que frecuentan su casa.
El diezmo es el reflejo de alguien que está comprometido con la obra donde fue plantado. Mientras haya alimento en su casa, estamos alimentados y abrimos el espacio para que más personas participen de este banquete. Comprométete con la obra donde fuiste plantado y experimenta las bendiciones de Dios.
6. Nuestros recursos en favor del reino
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:33)
Objetivo de la palabra: concientizar a los hermanos sobre la contribución financiera al reino de Dios.
Nuestros recursos pueden ser utilizados como una manera de buscar primero el reino de Dios. Cuando apartamos nuestros recursos para la casa de Dios, estamos fomentando el crecimiento del reino en la tierra.
Lo que damos a Dios no se perderá, al contrario, es una pequeña semilla plantada en buena tierra. ¡Seremos alimentados con los frutos que sembremos en esta tierra que mana leche y miel!
7. Dar es mejor que recibir
Siempre les enseñé, y ustedes lo aprendieron, que a los necesitados se les ayuda trabajando como he trabajado yo, y recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Hay más bendición en dar que en recibir.”»
(Hechos 20:35)
Objetivo de la palabra: fomentar la generosidad.
Una de las alegrías que tenemos al ayudar a los necesitados es la conciencia de que Dios nos ha dado las condiciones para hacerlo. Aunque la iniciativa venga de nosotros, sin el permiso de Dios, nada sería posible. Dios nos da condiciones financieras, sabiendo los beneficios que el sentimiento de gratitud y solidaridad genera en nosotros.
¡Participar en la obra de Dios es bueno y da buenos frutos!
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