Palabra del Día
Una palabra bíblica diaria para que recibas inspiración y para que tu día sea mejor.
Palabra de Hoy
No te metas en peligros
El prudente ve el peligro y lo evita;
el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
(Proverbios 22:3)
El valor sin sabiduría es insensatez. Este versículo lleno de sabiduría nos enseña que ante el peligro, la mejor opción no es siempre afrontarlo de frente, sino buscar ayuda o refugio en alguna parte.
De la misma forma en la que la persona prudente percibe el peligro y busca refugio, así debemos estar atentos a las señales que Dios nos revela a través de su Palabra, la oración y el consejo espiritual. Ignorar estas señales y avanzar de manera inexperta puede resultar en sufrimiento y consecuencias no deseadas.
No pienses que el 'peligro' es solo lo que te amenaza físicamente, sino que es también todo lo que puede dañarte espiritualmente. En otras palabras, si te encuentras frente a una tentación, algo que pone en peligro tu santidad, ¡busca refugio!
Cuando nos acercamos a Dios con humildad y prudencia, reconociendo nuestra necesidad de su protección y guía, él nos concede su gracia y nos guía en sus caminos. Por otro lado, actuar impulsivamente y confiar en nuestro propio entendimiento puede llevarnos a trampas espirituales y alejarnos de la voluntad de Dios.
Por lo tanto, el versículo nos anima a cultivar la sabiduría divina, a buscar el conocimiento de Dios en todas las áreas de nuestra vida y a confiar en su guía. Sé como la persona prudente que se da cuenta de los riesgos y busca refugio en la presencia amorosa de Dios, evitando así el sufrimiento innecesario que proviene de decisiones apresuradas.
Lecturas sugeridas:
Palabra de Ayer
¿Quieres vencer la tentación? Cumple con tu parte
Manténganse despiertos, y oren, para que no caigan en tentación. A decir verdad, el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
(Mateo 26:41)
¿Te sientes tentado y no sabes qué hacer? Elabora un plan para vencer con la ayuda de Dios. No es buena idea permanecer pasivos cuando llegan las tentaciones. Vencer la tentación requiere acciones específicas: mantenernos alertas, aferrarnos a Dios y dominar la carne.
Debemos mantenernos despiertos espiritualmente y atentos ante las trampas que nos quiere tender el enemigo. Al estar alertas, lograremos actuar a tiempo y huir para lograr mantenernos firmes en el Señor.
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con aquellos que con un corazón limpio invocan al Señor.
(2 Timoteo 2:22)
Logramos vencer cuando nos aferramos a Dios y fijamos nuestros ojos en él en lugar de centrarnos en lo que nos tienta. Al acercarnos a Dios, nos alejamos del pecado y de la tentación. Si queremos vivir vidas victoriosas en Jesús, necesitamos tener una relación fuerte con él.
Esa cercanía con Dios nos ayudará a dominar la carne. Aléjate de lo que te tienta y acércate más a Dios. Cuéntale a Dios lo que te sucede y exprésale tu deseo de permanecer firme en él. Pide su ayuda y su dirección: él te fortalecerá y lograrás vencer para su gloria.
No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
(1 Juan 2:15-17)
Palabra de Anteayer
Descubre las maravillas que Dios ha preparado para ti
En el corre y corre de la vida cotidiana, es fácil olvidar la visión de Dios para tu vida. ¡Pero hay esperanza para el futuro! Los planes de Dios son mucho más grandes que los próximos días o meses. En el presente, Dios te ofrece paz, alegría y esperanza, ¡pero para la eternidad tiene preparado maravillas imposibles de imaginar!
Sin embargo, como está escrito:
«Ningún ojo ha visto,
ningún oído ha escuchado,
ningún corazónha concebido
lo que Dios ha preparado para quienes lo aman».
(1 Corintios 2:9)
La sabiduría de este mundo, por avanzada que sea, no se puede comparar con la sabiduría dada por Dios. El conocimiento de este siglo es incapaz de comprender la grandeza de la salvación divina. Los hijos de Dios, en cambio, aman a Dios y conocen la salvación en Jesús, participando de sus muchas bendiciones.
Sin embargo, aunque poseemos este magnífico conocimiento, que sobrepasa todo entendimiento, solo vemos un reflejo de las maravillas que el Señor tiene preparadas para quienes lo aman. ¡Por eso vale la pena comprometer la vida para descubrir las innumerables gracias de nuestro Dios!
Pero prepárate: ni siquiera toda la eternidad será suficiente para contar todas sus maravillas...
Fuera de ti, desde tiempos antiguos
nadie ha escuchado ni percibido,
ni ojo alguno ha visto,
a un Dios que como tú actúe en favor de quienes en él esperan.
(Isaías 64:4)
Dios quiere darte una vida eterna, llena de perfecto gozo con él.
¡No pierdas de vista a Dios!