1. Por su presencia y sus bendiciones
Mi Señor y mi Dios, mil gracias por tu presencia en mi vida. Gracias por hablarme y mostrarme cuán grande es tu amor por mí. Gracias porque trajiste esperanza a mi vida. Hoy vivo con ilusión y con la seguridad de que estás siempre a mi lado.
Te doy gracias por todo lo que tengo, porque siempre provees a mis necesidades. Gracias porque me ayudas en los momentos de dificultad y me sostienes con tus brazos fuertes. Gracias a ti, no tengo nada que temer. En ti está puesta toda mi confianza por siempre.
Gracias te doy, Señor, por cada nuevo día que me permites vivir. Gracias por la bendición de poder ver y disfrutar tu obra maravillosa a mi alrededor. Gracias porque puedo escuchar la voz de mis seres amados y compartir momentos bonitos con ellos. Gracias por la salud que me das, porque aun en medio de las dificultades tú estás conmigo y me ayudas.
No hay nadie como tú, mi Dios. Eres el Padre paciente y amoroso que me acompaña y me ayuda a ser una mejor persona. Tú me muestras cuál es el mejor camino a seguir y contigo siento paz y tranquilidad. Gracias porque contigo tengo vida abundante y la seguridad de la vida eterna.
Gracias te doy, Señor, por todo esto y por mucho más, ya que cada día recibo nuevas bendiciones de tu parte. En el nombre de Jesús, amén.
Dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
(Efesios 5:20)
2. Oración para agradecer por un nuevo día
Padre amado, muchísimas gracias por este nuevo día que puedo disfrutar hoy. Gracias por tu cuidado sobre mi vida y la salud que me das. Gracias porque tú me acompañas en todo momento y eres mi compañero fiel. Gracias por la naturaleza que me rodea y toda la belleza que puedo ver. Eres el Dios bueno y bondadoso que cuida de cada detalle y hoy te agradezco por cada una de tus bendiciones.
Gracias, Dios, por la vida que me das y porque este nuevo día me ofrece una nueva oportunidad para servirte, para mostrar tu amor a los demás y vivir conforme a tu voluntad. Ayúdame a ser de bendición a todos los que me rodean: mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis vecinos, la gente que veo por la calle. Ayúdame a orar por los que me rodean. Quiero impactarlos hoy con tu presencia. ¡Por favor, lléname más de ti y de tu Santo Espíritu!
Señor, ayúdame a tener un corazón agradecido en todo momento. Quiero vivir enfocándome en tu bondad, dándote gracias por todo lo que has hecho, haces y harás por mí y por todos los que amo. En este día, te alabo y te exalto. En el nombre de Jesús, mi Señor, amén.
3. Por su cuidado y su amor
Gracias te doy, Padre amado, por tu gran bondad y por tu amor. Mi corazón se llena de gratitud cada vez que pienso en ti y en tu cuidado para conmigo y para con todos los que amo. Gracias porque me acompañas cada día, cada noche y en medio de todas las situaciones que enfrento día tras día.
Gracias por todas las formas en las que me muestras tu amor y tu cuidado. Gracias por las personas que forman parte de mi vida, mi familia, mis amigos, mis vecinos, los hermanos de la iglesia. Gracias por el ánimo que ellos me dan y porque yo también puedo ser de bendición y de apoyo para ellos en todo momento. Gracias porque contigo mi vida tiene propósito. Quiero aprovecharla al máximo y vivir siempre dentro de tu voluntad.
Te agradezco también por la naturaleza que me rodea. Gracias por las bellas montañas, el aire fresco que puedo respirar, el cantar de los pájaros, el cielo azul... Ver tus obras maravillosas, me renueva las fuerzas y me llena de paz. Gracias por ser un Dios tan creativo y por permitirme disfrutar de todo lo que has creado.
Te amo y te alabo, mi Señor y mi Dios. Estoy feliz de ser tuyo por la eternidad. En el nombre de Jesús, amén.
Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
(1 Tesalonicenses 5:18)
4. Por revelarse a mi vida
Padre Dios, gracias porque tu voluntad para mí es buena, puedo confiar siempre en ti y en tu bondad. Te agradezco porque te revelaste a mi vida y me ayudaste a entender la grandeza de tu amor. Quiero vivir todos los días de mi vida para ti.
Te doy gracias por Jesús, mi Salvador. Gracias porque por medio de su obra en la cruz yo soy salvo y tengo la certeza de la vida eterna.
Gracias por tu Espíritu Santo que me llena y me ayuda a sentir tu presencia constantemente. Quiero prestar atención siempre a su voz y a su mover en mi vida.
Te alabo, mi Señor y mi Dios. Mi vida tiene mucho más sentido ahora que la vivo contigo. En el nombre de Jesús, amén.
5. Por su ayuda y provisión durante el día
Padre amado, te doy gracias porque me acompañaste en este día y guiaste mis pasos. Gracias porque hoy pude sentir tu abrazo y tu paz aún en medio de los retos que me presentó el día. Gracias porque tú nunca me abandonas. Tú eres mi compañero fiel, mi Padre amoroso que cuida de mí.
Señor, gracias porque hoy supliste a todas mis necesidades. Gracias por los alimentos que pude ingerir, por el techo sobre mi cabeza y por la ropa que me abriga. En todo momento y en cada situación puedo ver tu mano y mi corazón se llena de gratitud.
Gracias, Papá, porque ahora puedo descansar con tranquilidad, sabiendo que seguirás conmigo. Gracias porque disfruto de tu presencia y de tu cuidado día y noche. Y gracias porque tu paz llena mi corazón y me ayuda a descansar.
Te amo, mi Señor y mi Dios. En el nombre de Jesús, amén.
Nota: Estas oraciones son orientativas, para ser usadas como referencia en tus tiempos de oración. Orar es hablar con Dios. Recuerda que Dios desea escuchar tu voz, que le expreses tus sentimientos y tus anhelos en tus propias palabras. Él te escucha en todo momento, de día o de noche, estés donde estés. ¡Él contestará tus oraciones!
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