Oraciones para casos difíciles (¡no te desesperes!)

Padre amado, gracias por tu presencia que me acompaña incluso en los momentos más difíciles o desesperantes. Gracias porque tú no me abandonas jamás. Tú estás siempre con tu mano extendida, listo para ayudarme y aliviar mi angustiado corazón.
Señor, ayúdame a permanecer fiel a ti en medio de esta situación. No quiero perder mi fe, sino aferrarme fuerte a ti y confiar en que tú estás obrando aún en medio de esta dificultad. Ayúdame a mantener mi corazón abierto y atento a tu presencia, a tu mover y a tu amor. Que yo no me rebele contra ti porque las cosas no van como esperaba o como me gustaría, sino que mi fe y mi confianza en tu poder aumenten.
Dios amado, ¡dame paz! Ayúdame a sentir tu paz y tu cuidado sobre mí, incluso en los momentos en los que lloro y sufro. Ayúdame a enfrentar esta situación angustiosa con la seguridad de tu presencia. Tú, Dios todopoderoso, eres mi Dios, y mi confianza está puesta en ti. Por favor, obra de forma poderosa, trayendo a mi vida el alivio que necesito. Ayúdame a ver cómo obras y te mueves en medio de todo esto.
En ti confío, Señor. En el nombre de Jesús, amén.

Señor, mi Dios amado, tu Palabra dice que no hay nada imposible para ti. Todo esto que me está sucediendo no te sorprende ni te es difícil. Yo sé que todavía, tú tienes el control de todo y puedo descansar en esa verdad. Quiero confiar plenamente en tu inmenso poder y en tu amor para conmigo y para con todos los que amo.
Padre, en medio de esta gran dificultad, mi corazón se siente cansado y cargado. Te entrego esta carga. No quiero abrumarme ni desesperarme. Tampoco quiero buscar la solución por mí mismo: quiero que seas tú quien obre y traiga la paz necesaria en medio de todo esto y la solución perfecta, guiada por ti.
Mi Dios, ayúdame a sentir tu presencia, tu cuidado y tu amor en medio de toda esta confusión. Abro mi corazón al mover de tu Espíritu Santo, necesito sentir tu presencia, saber que estás conmigo en este momento en el que todo parece imposible. Dame más de ti, mi Dios.
Señor, tu poder no ha disminuido. Sé que todavía eres todopoderoso y en ti pongo toda mi confianza. Ayúdame a ver las formas en las que te mueves en medio de todo lo que está sucediendo. Te doy gracias porque sé que contigo, soy más que vencedor. Te veré obrar y por eso te alabo hoy. En el nombre de Jesús, amén.

Padre, gracias porque en ti soy fuerte, incluso en los momentos en los que me siento desfallecer. Gracias porque tu presencia me fortalece y me ayuda a seguir adelante en medio de situaciones incomprensibles.
Señor, solo tú entiendes lo que está sucediendo, porque tú eres el único que conoce todo y ve todo, hasta lo que está oculto a nuestros ojos. Padre, muévete en medio de todo lo que está sucediendo, por favor. Necesito ver tu mano obrar y ver cómo me ayudas a seguir adelante.
Aumenta mi confianza en ti, ayúdame a aferrarme a ti y a saber que todo saldrá bien porque tú tienes el control.
Te alabo, Dios, porque tú no me abandonas jamás. Tú me amas, me fortaleces y me ayudas en medio de las tormentas de la vida. Contigo puedo tener esperanza y tranquilidad, porque estoy en tus manos y tú me cuidas. Gracias porque sé que te veré obrar.
En tu nombre, mi amado Dios y Salvador, amén.