14 versículos sobre la mujer sabia


Una mujer sabia es aquella que dedica su vida al Señor y busca primero el reino de Dios. Esta dedicación a Dios trae más sabiduría y se refleja en todos los ámbitos de su vida. La mujer sabia edifica su casa. Dondequiera que va, ella construye, bendice y anima a los demás con sus palabras sabias y sus acciones llenas de bondad.

La mujer sabia edifica su casa;
Mas la necia con sus manos la derriba.
(Proverbios 14:1)

La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba. (Proverbios 14:1)

Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.
(Proverbios 31:25-26)

La mujer bondadosa se gana el respeto;
los hombres violentos solo ganan riquezas.
(Proverbios 11:16)

El principio de la sabiduría es el temor del Señor;
el conocimiento de lo santo es inteligencia.
(Proverbios 9:10)

Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, esa será alabada.
(Proverbios 12:4)

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
(Proverbios 31:10)

Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.
(Proverbios 31:28-29)

Buscad a Jehová y su poder;
Buscad su rostro continuamente.
(1 Crónicas 16:11)

El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría;
Y a la honra precede la humildad.
(Proverbios 15:33)

Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
(Tito 2:3-5)

Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
(1 Timoteo 3:11)

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
(Santiago 1:5)

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
(Mateo 25:1-13)

La casa y las riquezas son herencia de los padres;
Mas de Jehová la mujer prudente.
(Proverbios 19:14)

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