Beneficios de leer la Biblia: 9 razones importantes para hacerlo


¡La Biblia es el libro más maravilloso que podemos leer! Es la carta de amor de nuestro Padre celestial para cada uno de nosotros. En ella él nos revela su deseo de que cada ser humano tenga una amistad cercana con él, que lo adore y viva en comunión con él desde ya y por toda la eternidad.

Son muchas las bendiciones que Dios nos quiere dar por medio de su Palabra. Para recibirlas necesitamos tener la actitud correcta al leerla, orando antes y prestando atención a la voz de Dios. La Biblia no nos deja igual porque la Palabra de Dios es viva y llega hasta los rincones más escondidos de nuestro corazón. ¡Permitamos que haga su obra en nosotros! Leámosla con el deseo de ser transformados.

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
(Hebreos 4:12)

¿Por qué debo leer la Biblia?

Veamos 9 de las muchas razones que hay para leer la Biblia. Medita y propón en tu corazón pasar más tiempo recibiendo lo que Dios quiere enseñarte y darte por medio de su Palabra. ¡No te arrepentirás!

1. Para conocer mejor a Dios y acercarme más a él

¿Quieres conocer a Dios y entender lo que significa Jesús para nosotros? ¡Lee la Biblia! La Palabra de Dios nos revela la inmensidad del amor de Dios para con toda la humanidad. La Biblia también da testimonio claro de Jesús y de su obra en la cruz. Es a través de él que encontramos el camino al Padre y la vida eterna.

Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!
(Juan 5:39)

—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Si ustedes realmente me conocieran, conocerían también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen y lo han visto.
(Juan 14:6-7)

Jesús: el camino, la verdad y la vida

Le contestó Jesús: El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él. El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías, sino del Padre, que me envió.
(Juan 14:23-24)

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.
(Santiago 4:8a)

2. Para aprender a discernir la voz de Dios

¿Quieres crecer en discernimiento? ¿Reconocer lo que viene de Dios y lo que no viene de él? Lee la Biblia, familiarízate con lo que está en el corazón del Padre, lo que él anhela para ti y para toda la humanidad. El diablo intenta engañarnos, pero si conocemos bien la voz, la voluntad y el mover de Dios, no lo logrará.

Cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que está de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo.
(Colosenses 2:8)

Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas. En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano es de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús no es de Dios, sino del anticristo. Ustedes han oído que este viene; en efecto, ya está en el mundo.
(1 Juan 4:1-3)

Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
(Juan 8:31-32)

Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios.
(Proverbios 2:6)

Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos.
(Salmo 119:98-99)

3. Para conocer la voluntad de Dios

Son muchas las decisiones que debemos tomar a lo largo de nuestra vida. Nuestro deseo como hijos de Dios debe ser el de vivir siempre dentro de su voluntad. La Biblia nos revela el corazón del Padre, lo que le agrada y lo que él rechaza. Busca su dirección a través de la lectura de las Escrituras. Deja que él te guíe e ilumine tu camino.

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmo 119:105)

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.
(Salmo 119:105)

Lámpara es a mis pies tu palabra, reflexión

Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.
(Salmo 16:11)

Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.
(Juan 10:27)

Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
(2 Timoteo 3:16-17)

5 cosas que te ayudarán a descubrir la voluntad de Dios para ti

4. Para fortalecer mi fe

¿Quieres tener una fe firme que permanece en medio de las dificultades? ¡Lee la Biblia! Alimenta tu espíritu cada día al pasar tiempo delante del Señor. Deja que el Espíritu Santo te hable a través de la Palabra. Recibe su refrigerio y nuevas fuerzas para estar siempre firme en la certeza del amor de Dios por ti.

Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.
(Romanos 10:17)

De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza.
(Romanos 15:4)

Ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, mensaje que tiene poder para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados.
(Hechos 20:32)

He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
(Gálatas 2:20)

Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y, aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso, pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación.
(1 Pedro 1:8-9)

Versículos bíblicos de fe

5. Para recibir sabiduría y tomar las decisiones correctas

Dios es la fuente de la sabiduría. Si tu deseo es hacer lo que agrada a Dios en todo momento, en la Biblia tienes una guía clara que te ayudará a actuar sabiamente en medio de cualquier situación.

Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. (Proverbios 3:5-6)

Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
(Proverbios 3:5-6)

El principio de la sabiduría es el temor del Señor; buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos.
(Salmo 111:10)

En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti.
(Salmo 119:11)

El mandamiento es una lámpara, la enseñanza es una luz y la disciplina es el camino a la vida.
(Proverbios 6:23)

Acepta la enseñanza que mana de su boca; ¡grábate sus palabras en el corazón!
(Job 22:22)

Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
(Josué 1:8)

Qué es la sabiduría que viene de Dios según la Biblia

6. Para inspirarme a alabar a Dios

¿Anhelas alabar a Dios, pero piensas que no tienes suficientes palabras? ¡Usa la Biblia! En ella encontramos muchísimos cánticos de alabanza y adoración a Dios. Recibe inspiración para adorar a aquel que ha dado a su Hijo unigénito para que podamos disfrutar de la vida eterna.

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.
(Salmo 106:1-2)

Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
(Salmo 103:1-2)

Salmo 103: alabanza a Dios por sus bondades

Vengan, cantemos con júbilo al Señor; aclamemos a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos. Porque el Señor es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses.
(Salmo 95:1-3)

Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra; adoren al Señor con regocijo. Preséntense ante él con cánticos de júbilo.
(Salmo 100:1-2)

Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros.
(Isaías 25:1)

Después de esto oí en el cielo un tremendo bullicio, como el de una inmensa multitud que exclamaba: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios, pues sus juicios son verdaderos y justos...»
(Apocalipsis 19:1-2a)

7. Para aprender a reflejar el carácter de Cristo

Cuando Dios toca nuestra vida, él nos transforma y nos ayuda a ser más como Jesús. ¡Lo viejo queda atrás! Pasamos a ser nuevas criaturas que muestran con sus palabras y acciones que pertenecen a Cristo (2 Corintios 5:17). Al leer los Evangelios y ver cómo Jesús se relacionaba con el Padre, con sus discípulos y con todos los que le rodeaban, aprendemos a vivir la vida de una forma que refleja que él es nuestro Señor.

Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.
(1 Pedro 2:4-5)

Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
(Romanos 15:5-6)

Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús. Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros.
(2 Timoteo 2:1-2)

Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.
(2 Timoteo 2:15)

Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos. «Él no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca»
(1 Pedro 2:21-22)

Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación; pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo, sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Él murió por nosotros para que, en la vida o en la muerte, vivamos junto con él. Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
(1 Tesalonicenses 5:8-11)

8. Para permanecer firmes ante los ataques del enemigo

El diablo, enemigo de las almas, nos ataca y nos quiere distraer para que no crezcamos en nuestro andar con Jesús ni hagamos la voluntad de Dios. Él intenta que no le demos importancia a pasar tiempo con Dios porque sabe que mientras más nos acerquemos a Dios más fuerte será nuestro espíritu. ¡No le permitas vencer! Busca cada día la presencia de Dios en oración y aliméntate siempre con su Palabra.

Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
(Juan 8:12)

¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros? Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes». Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
(Santiago 4:5-7)

Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.
(Efesios 6:10-13)

La armadura de Dios: su significado y cómo usarla

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! (Salmo 1:1-3)

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!
(Salmo 1:1-3)

9. Para entender la historia de la humanidad - el pasado, el presente y el futuro

En la Santa Biblia encontramos el relato de la historia de la humanidad desde el mismo principio de la creación. A través de ella entendemos cómo fueron creados los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos. Entre otras cosas nos habla de la historia del pueblo de Israel, de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús y de la expansión de la iglesia primitiva.

La Biblia también contiene profecías: muchas ya se han cumplido, pero quedan aún muchas por cumplir. Al leerla aprendemos a observar las señales de los tiempos, no para temer al final, sino para prepararnos, aferrándonos más a nuestro Dios y Salvador Jesucristo.

Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!» Y la luz llegó a existir.
(Génesis 1:1-3)

Dios hizo los animales domésticos, los animales salvajes, y todos los reptiles, según su especie. Y Dios consideró que esto era bueno, y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo». Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios.
(Génesis 1:25-27)

Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios.
(2 Timoteo 3:1-4)

Señales del fin del mundo en la Biblia

Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido.
(Apocalipsis 21:1-2)

¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.
(Apocalipsis 22:12-13)

El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto». Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
(Apocalipsis 22:20)

Apocalipsis: revelaciones sobre el fin del mundo

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