Juan el Bautista es conocido como el precursor de Jesucristo, quien vino a preparar el camino para la llegada del Señor. Juan era un evangelista y predicaba el arrepentimiento de los pecados. Lo apodaron "el Bautista", pues bautizaba en agua a quienes reconocían sus faltas y la necesidad de cambiar para agradar a Dios.
Los cuatro evangelios narran la historia de Juan, y los profetas Isaías (40:3) y Malaquías (3:1; 4:5) profetizaron su venida. Juan vino a preparar y abrir el camino del Señor. Fue una voz fuerte y valiente que anunció la llegada del Mesías. Él fue quien bautizó a Jesús y lo proclamó como el "Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo".
Juan el Bautista era hijo de Elisabet y Zacarías y tenía parentesco con Jesús. Su nacimiento milagroso fue predicho por el ángel Gabriel, al igual que el de Jesús. Sus padres pertenecían al linaje sacerdotal de Aarón y ambos eran considerados justos ante el Señor. El nacimiento de Juan fue un milagro, ya que Elisabet era estéril y tanto ella como Zacarías eran muy ancianos.
Se anunció que, incluso antes de nacer, Juan sería un hombre lleno del Espíritu Santo y que prepararía al pueblo para la venida del Señor. Sería un profeta poderoso en palabras, tal como lo fue Elías. Y todo esto se cumplió con la llegada de Juan, que trajo gran alegría a la familia y confirmó que "nada es imposible para Dios".
Juan el Bautista, mensajero que también bautizaba, era un hombre singular, humilde y exótico. No bebía vino ni bebidas fuertes, vestía ropas de piel de camello, llevaba cinturón de cuero y comía langostas y miel silvestre. Su estilo de vida rústico y firme se combinó con su mensaje directo e impactante que incluía frases como “raza de víboras”, "arrepiéntanse", "corrijan su forma de vivir si desean agradar a Dios".
Juan fue el último profeta del antiguo pacto. Fue un evangelista que surgió predicando en el desierto. La Biblia no dice nada sobre su niñez o juventud. Pero lo presenta como mensajero del arrepentimiento y de la fe en Jesús. Su ministerio duró poco tiempo, pero fue bastante eficiente, cumpliendo el propósito para el cual Dios lo llamó. Juan el Bautista fue decapitado antes de cumplir 35 años.
Características principales de Juan el Bautista
- Era humilde. Juan declaró varias veces que Jesús era superior a él (Marcos 1:7; Juan 1:19-23).
- Juan era un hombre justo y santo (Marcos 6:20).
- Se enfocó en preparar el camino para Jesús, no en hacer milagros (Juan 10:41).
- La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello y llevaba un cinturón de cuero alrededor de su cintura. Se alimentaba de langostas y miel silvestre (Mateo 3:4).
- Él y sus discípulos ayunaban con frecuencia (Mateo 9:14).
- Juan el Bautista tenía una personalidad fuerte y predicaba el arrepentimiento de los pecados con autoridad y poder (Lucas 3:7-9).
- Anunció la llegada del reino de Dios (Mateo 3:2).
- Juan confesó públicamente que él no era el Cristo, ni Elías (Juan 1:19-21).
- Reconoció a Jesús como el Mesías, el Cordero de Dios (Juan 1:29-34).
- Profetizó que Jesús bautizaría con el Espíritu Santo (Mateo 3:11).
- Su predicación atrajo multitudes al río Jordán, donde él los bautizaba con el bautismo de arrepentimiento (Mateo 3:3-6).
- Fue valiente, atrevido y frontal en su predicación, no se andaba con rodeos (Marcos 1:5; Mateo 3:7; 14:4).
- Juan reprendió a los religiosos y políticos de la época: «¡Generación de víboras! ¿Quién les enseñó a huir de la ira venidera? Produzcan frutos dignos de arrepentimiento» (Mateo 3:7-8).
- Sufrió el martirio (Mateo 14:10-12).
Estudio bíblico sobre Juan el Bautista
El nacimiento de Juan el Bautista
El nacimiento de Juan el Bautista se relata de manera especial en la Biblia. Esto se debe a que su nacimiento está directamente relacionado con el de Jesús. Elisabet, su madre, y María, la madre de Jesús, eran parientas.
Su nacimiento ocurrió milagrosamente. Sus padres eran muy ancianos y Elisabet era estéril. A pesar de su condición, Elisabet oraba siempre a Dios pidiendo un hijo y sus oraciones fueron escuchadas.
Siendo sacerdote, Zacarías, su padre, fue sorprendido en el templo al aparecer el ángel Gabriel. El ángel le anunció que Elisabet le daría un hijo, el cual sería lleno del Espíritu Santo y se llamaría Juan. Sorprendido e incrédulo, Zacarías cuestionó al ángel. Como consecuencia, el ángel le dijo que permanecería mudo hasta que se cumpliera la profecía y así fue.
En el sexto mes de embarazo de Elisabet, María recibió la visita del ángel Gabriel. Le informó del embarazo de María, su parienta, que tendría un hijo y su nombre sería Jesús. Por lo tanto, la diferencia de edad entre Juan el Bautista y Jesús era de solo seis meses.
Después de esa revelación, María fue a visitar a Elisabet. Según Lucas 1:39-45, cuando María saludó a Elisabet, Juan el Bautista, aún en el vientre, se estremeció de alegría.
Juan nació y fue circuncidado al octavo día. En la ceremonia, Elisabet dijo que el nombre del bebé sería Juan. Todos se sorprendieron, ya que no había familiares con ese nombre. Zacarías, todavía mudo, tomó una tablilla y escribió: "Juan es su nombre". Al hacerlo, se le soltó la lengua y comenzó a hablar, alabando a Dios. La Biblia registra el cántico de Zacarías en Lucas 1:68-80, donde el sacerdote llama al niño "profeta del Altísimo".
La cultura popular cristiana adoptó la idea de que Juan el Bautista y Jesús eran primos, pero no sabemos con seguridad qué tan relacionados estaban. Aunque la Biblia afirma que Elisabet y María estaban emparentadas (del griego “suggenes”), no sabemos, a ciencia cierta, el nivel exacto del parentesco.
El ministerio del profeta Juan el Bautista
Como se profetizó en Isaías 40:3, Juan el Bautista fue "la voz que clama en el desierto" preparando el camino para el ministerio de Jesucristo. Según Lucas 3:3, Juan el Bautista "anduvo por toda la región alrededor del Jordán predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados", cumpliendo lo que profetizó el profeta Isaías.
La Biblia, en Lucas 3:1-2, dice que Juan el Bautista comenzó a predicar en el desierto en el "año quince del gobierno de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea" y "en tiempo de los sumos sacerdotes Anás y Caifás." Según los estudiosos, este período equivale aproximadamente al año 26 d.C.
El profeta Juan el Bautista tenía una personalidad fuerte y desempeñó su ministerio con audacia y valentía. Su predicación se centró en el arrepentimiento de los pecados mediante el bautismo en agua y el anuncio de la venida del Mesías.
A diferencia de los sacerdotes que vestían ropas valiosas, Juan vagaba por el desierto, comía y vestía de forma rústica. Podemos decir que su ministerio fue una transición entre el antiguo pacto y el nuevo pacto establecido en Jesucristo, el Hijo de Dios.
Juan bautizó a Jesús en las aguas del río Jordán
Juan el Bautista siempre reconoció a Jesús como el Salvador del mundo y tuvo el honor de bautizarlo en las aguas del río Jordán. Sabía que no era digno de tal cosa, pero estuvo de acuerdo con Jesús en que era necesario hacerlo para cumplir la Palabra de Dios.
El bautismo de Jesús fue algo maravilloso y Juan el Bautista pudo presenciar un momento clave en la revelación de la divinidad de Cristo. Como se relata en Mateo 3:13-17, cuando Jesús salió del agua, los cielos se abrieron y el Espíritu Santo, en forma de paloma, reposó sobre él. Entonces, se oyó una voz del cielo que dijo: "Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él."
Después del bautismo, Juan testificó dando testimonio público de que Jesús era el Cordero de Dios. Según el pasaje de Juan 1:19-28, algunos sacerdotes y levitas especularon si Juan el Bautista era el Mesías, o incluso el profeta Elías. Él lo negó en voz alta y profetizó que el Mesías estaba cerca.
Al día siguiente de suceder eso, Juan el Bautista se acercó a Jesús y confesó públicamente que él era el Salvador. Explicó detalladamente al pueblo lo que había sucedido en el bautismo en el río Jordán, dando testimonio de que Jesús era el Hijo de Dios. De esa forma, se confirmó todo lo que él profetizó durante su ministerio.
El bautismo de Jesús: cómo fue y por qué se bautizó
La muerte de Juan el Bautista
El ministerio que Juan el Bautista ejerció fue uno lleno de autoridad. Transformó la vida de muchos, pero también provocó la ira y el disgusto de los políticos y religiosos de su tiempo. Juan el Bautista denunció públicamente el adulterio de Herodes Antipas -entonces gobernador de Galilea- con Herodías, esposa de su hermano Felipe. Esta denuncia, además de levantar sospechas sobre los gobernantes, provocó la detención de Juan el Bautista.
Herodes no quería matarlo, pero Herodías odiaba a Juan y esperaba la oportunidad para hacerlo. Con Juan el Bautista encarcelado, Herodes mantuvo la situación bajo control. Pero durante un banquete de cumpleaños, la hija de Herodías complació a su padrastro con un baile. Esto le dio derecho a hacer una petición. Ella, guiada por su madre, le hizo un pedido insólito: la cabeza de Juan el Bautista.
Angustiado ante los invitados, Herodes hizo lo que la hija de Herodías le había pedido: decapitó a Juan en la cárcel y presentó su cabeza en una bandeja ante los invitados. Sus discípulos enterraron su cuerpo e informaron a Jesús de lo sucedido.
La Biblia no dice a qué edad murió Juan el Bautista, pero según cálculos de los estudiosos, el profeta nació en el año 2 a.C. y murió entre el 27 y el 30 d.C., antes de cumplir los 35 años.
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