Biblia Online 
Judá, uno de los hijos de Jacob, tuvo 5 hijos: Er, Onán, Sela, Fares y Zera. La tribu de Judá creció a partir de estos 5 descendientes y desempeñó un papel importante en la historia bíblica. Encontramos la historia de la descendencia de Judá en el Antiguo Testamento de la Biblia, en los libros de Génesis (capítulos 29 al 49) y en algunas secciones de los libros de Éxodo, Levítico, Números y 1 Crónicas.
Judá tuvo 5 hijos, pero dos de ellos, Er y Onán, murieron sin haber tenido descendencia. Los descendientes de Fares ejercieron liderazgo en la familia y en el fortalecimiento de la tribu de Judá. De esa tribu surgió el rey David, estableciendo la dinastía davídica de la cual surgió Jesucristo, el León de la tribu de Judá (Apocalipsis 5:5).
1. Er
Er fue el primogénito de Judá, nacido de su unión con una cananea, hija de Súa. Er se casó con Tamar, pero era un hombre perverso a los ojos del Señor, y por eso, Dios le quitó la vida (Génesis 38:7).
2. Onán
Onán fue el segundo hijo de Judá con la cananea. Tras la muerte de Er, siguiendo la costumbre del "matrimonio levirato", Onán debía casarse con Tamar para darle descendencia a su hermano. Sin embargo, Onán también actuó mal, negándose a cumplir su deber, por lo que fue castigado y murió (Génesis 38:8-10).
3. Sela
Sela fue el tercer hijo de Judá con la cananea. Cuando su hermano Onán murió, Judá prometió a Tamar que se casaría con Sela cuando él alcanzara la edad adecuada. No obstante, Judá no cumplió esta promesa por miedo a perder otro hijo. Sela no tiene más menciones significativas en la narrativa bíblica (Génesis 38:11, 26).
4. Fares
Pérez fue uno de los gemelos nacidos de Tamar, tras su astuto plan de hacerse pasar por una prostituta y seducir a Judá. Este fue el cuarto hijo de Judá y el primero con su nuera Tamar. Recordando la historia de su abuelo Jacob, Pérez también aprovechó la apertura hecha por su hermano en el nacimiento y salió primero. Fares se convirtió en un ancestro directo de importantes personajes bíblicos, incluyendo al rey David y a Jesucristo (Rut 4:18-22, Mateo 1:3).
5. Zera
Zera fue el hermano gemelo de Fares, hijo de Tamar. Durante el parto, Zera extendió primero su mano, y la partera ató un hilo escarlata en ella, pero finalmente Fares nació primero. Aunque Zera no es tan destacado como Fares, sus descendientes también formaron parte de la Tribu de Judá (Génesis 38:27-30).
La tribu de Judá y su descendencia
La tribu de Judá es una de las doce tribus de Israel, compuesta por los descendientes de Judá, el cuarto hijo de Jacob y Lea. Esta tribu desempeñó un papel significativo en la narrativa bíblica y en la historia de Israel.
Era una tribu numerosa y, por ello, después de la conquista de la tierra prometida, la tribu de Judá recibió un territorio extenso en la región sur de Israel. Más tarde, junto con la tribu de Benjamín (y Simeón), formaron el reino de Judá o reino del sur, durante el reinado de Roboam, hijo de Salomón.
La tribu de Judá es particularmente conocida por ser la tribu del rey David, el rey más célebre de Israel, y de su hijo Salomón, quien construyó el primer templo en Jerusalén. La dinastía davídica es una línea de reyes que gobernó Israel y Judá, con la promesa de Dios de que el linaje de David duraría para siempre.
Esta era la expectativa central presente en las profecías bíblicas acerca del Mesías, quien nacería del linaje de David. Jesucristo, elLeón de la tribu de Judá, cumplió estas profecías sobre el reino eterno del "Hijo de David", quien reinará para siempre.
Textos bíblicos sobre la descendencia de Judá
Los hijos de Judá: Er, Onán y Sela. Estos tres le nacieron de la hija de Súa, cananea. Y Er, primogénito de Judá, fue malo delante de Jehová, quien lo mató. Y Tamar su nuera dio a luz a Fares y a Zera. Todos los hijos de Judá fueron cinco.
Los hijos de Fares: Hezrón y Hamul. Y los hijos de Zera: Zimri, Etán, Hemán, Calcol y Dara; por todos cinco.
(1 Crónicas 2:3-6)
Aconteció en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamita que se llamaba Hira. Y vio allí Judá la hija de un hombre cananeo, el cual se llamaba Súa; y la tomó, y se llegó a ella. Y ella concibió, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Er. Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Onán. Y volvió a concebir, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Quezib cuando lo dio a luz. Después Judá tomó mujer para su primogénito Er, la cual se llamaba Tamar. Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida. Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida. Y Judá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. Y se fue Tamar, y estuvo en casa de su padre.
Pasaron muchos días, y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Después Judá se consoló, y subía a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira el adulamita. Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: He aquí tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer. Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro. Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí? Él respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes. Entonces Judá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él. Luego se levantó y se fue, y se quitó el velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez. Y Judá envió el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para que este recibiese la prenda de la mujer; pero no la halló. Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de Enaim junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí ramera alguna. Entonces él se volvió a Judá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado ramera. Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste.
Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada. Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo. Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció.
Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno. Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero. Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Y llamó su nombre Fares.Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.
(Génesis 38:1-30)
Lee también: