En el contexto bíblico, el término apostasía se refiere a la acción de abandonar, desertar o rechazar la fe cristiana. Un apóstata es alguien que anteriormente se identificaba como cristiano, pero ha decidido abandonar o apartarse de la fe que afirmaba profesar.
En la Biblia encontramos ejemplos de apostasía tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. La Palabra de Dios también nos advierte claramente sobre los apóstatas y el efecto que pueden tener dentro de la Iglesia.
La Epístola del Apóstol Judas es brillante en cuanto a la descripción de los apóstatas. No solo eso, sino que en esa carta el apóstol Judas aprovecha para hacer una exhortación clara a la Iglesia de Cristo a que persevere en la fe sin dejarse engañar.
Ustedes, queridos hermanos, recuerden el mensaje anunciado anteriormente por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos les decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías». Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.
(Judas 1:17-19)
Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo, mientras esperan que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, les conceda vida eterna.
(Judas 1:20-21)
4 ejemplos bíblicos de apostasía:
1. El pueblo de Israel
Al ver los israelitas que Moisés tardaba en bajar del monte, fueron a reunirse con Aarón y le dijeron: Tienes que hacernos dioses que marchen al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!
(Éxodo 32:1)
Entonces el Señor hizo surgir caudillos que los libraron del poder de esos invasores. Pero tampoco escucharon a esos caudillos, sino que se prostituyeron al entregarse a otros dioses y adorarlos. Muy pronto se apartaron del camino que habían seguido sus antepasados, el camino de la obediencia a los mandamientos del Señor.
(Jueces 2:16-17)
2. Saúl
La palabra del Señor vino a Samuel: «Me arrepiento de haber hecho rey a Saúl, pues se ha apartado de mí y no ha llevado a cabo mis instrucciones».
(1 Samuel 15:10-11)
3. Muchos discípulos de Jesús
Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?»
(Juan 6:60)
Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él.
(Juan 6:66a)
4. Algunos miembros de la iglesia en Galacia
Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo.
(Gálatas 1:6-7)
Algunos versículos con advertencias
1 Timoteo 4:1-2
El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia encallecida.
(1 Timoteo 4:1-2)
El Espíritu Santo le reveló algo importante a Pablo y él le escribió a Timoteo, su hijo espiritual, para decírselo. Le advirtió sobre algo que sucederá en los tiempos del fin. Habrá personas que abandonarán la fe (apostatarán) para seguir enseñanzas engañosas y diabólicas. Echarán de lado todo lo que han conocido sobre Jesús y preferirán ir tras mentiras y engaños.
2 Timoteo 4:3-4
Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos.
(2 Timoteo 4:3-4)
Hay personas que se cansan de escuchar la verdad del Evangelio y van en busca de algo más innovador o "exótico". Prefieren dejar de oír la verdad pura que encontramos en la Palabra de Dios porque no es suficientemente diferente o excitante para ellos. Van en busca de cosas nuevas, alejándose de Dios y de la vida eterna que él les ofrece. Tengamos cuidado de no imitar su comportamiento.
2 Tesalonicenses 2:1-3
Ahora bien, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les pedimos que no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros, que digan: «¡Ya llegó el día del Señor!» No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza.
(2 Tesalonicenses 2:1-3)
Pablo anima tanto a los Tesalonicenses como a nosotros: ¡estén alertas y conozcan bien la Palabra de Dios! Es así como nos mantendremos firmes frente a los que llegan con palabras engañosas. Antes de la segunda venida del Señor Jesucristo y del arrebatamiento de su Iglesia, habrá una rebelión contra Dios (crecerá la apostasía) y se manifestará el hombre de maldad (el Anticristo). Prestemos atención.
¿Qué es el arrebatamiento o rapto de la iglesia?
2 Pedro 3:15-17
Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación, tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le dio. En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás Escrituras, para su propia perdición.
Así que ustedes, queridos hermanos, puesto que ya saben esto de antemano, manténganse alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, pierdan la estabilidad y caigan.
(2 Pedro 3:15-17)
Pedro habla de personas a las que se les hacía difícil entender algunas de las cartas de Pablo. En lugar de buscar la sabiduría que viene de Dios y la dirección del Espíritu Santo, se dedicaron a tergiversar las Escrituras (darle una interpretación errónea). Esa actitud abrió la puerta para su perdición o apostasía.
Pedro advierte a los hermanos sobre la importancia de mantenerse alerta y de no dejarse llevar por esas personas. El que se deja arrastrar por un error, pierde la estabilidad y cae. Mantengámonos firmes en la verdad del Evangelio. Estudiemos la Biblia y pidamos al Señor que nos llene de la sabiduría que viene de él.
Jesús habló sobre la apostasía
En el capítulo 24 del Evangelio de Mateo, Jesús advirtió a sus discípulos sobre los acontecimientos que se vivirán antes del fin del mundo. Les habló sobre guerras, hambre, terremotos, destrucción y la persecución de los hijos de Dios, entre otras cosas. Les dijo: «Tengan cuidado de que nadie los engañe» (Mateo 24:4).
En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
(Mateo 24:10-13)
Vemos que advirtió específicamente sobre la apostasía. Al final de los tiempos habrá muchos que no lograrán soportar las dificultades que vendrán como resultado de la persecución y decidirán apartarse de la fe. ¿El reto que Jesús presenta a sus discípulos y a cada uno de nosotros? ¡Manténgase firmes! El que se mantenga firme hasta el fin, ese será salvo.
Características de los apóstatas según la carta de Judas
La corta Epístola del Apóstol Judas nos da unas buenas pistas sobre las características que podemos encontrar en los apóstatas. Veamos las que menciona junto con el versículo bíblico de referencia para cada una.
1. Personas sin piedad, dadas al libertinaje, que niegan el señorío de Jesús
El problema es que se han infiltrado entre ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.
(Judas 1:4)
Son personas astutas que se infiltran poco a poco y con mucha cautela entre los hermanos. ¿Su misión? Cautivarlos para que echen de lado la sana doctrina, sobre todo la verdad sobre la gracia de Dios manifestada por medio de Jesús. Llevan la gracia hasta un extremo tal que parece que todo es permitido. Ese extremismo en cuanto a la gracia hace que básicamente nieguen la necesidad de Jesús como Salvador y Señor.
2. Hacen lo que quieren con su cuerpo, se rebelan contra la autoridad y no respetan a los seres espirituales
De la misma manera estos individuos, llevados por sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian la autoridad y maldicen a los seres celestiales.
(Judas 1:8)
Viven básicamente dominados por sus deseos carnales. Hacen lo que desean con su cuerpo y se dejan llevar por sus emociones. Desprecian toda autoridad humana o divina porque piensan que ya saben todo y que son los únicos dignos de liderar. Se confían tanto en sí mismos que echan de lado la posibilidad de que Dios les envíe avisos o ayuda a través de sus ángeles o que el diablo busque tentarlos y confundirlos por medio de los demonios.
3. No respetan el comportamiento cristiano, buscan su propio provecho, son inconstantes y no dan fruto
Estos individuos son un peligro oculto: sin ningún respeto convierten en parrandas las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran. Buscan solo su propio provecho. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; están doblemente muertos, arrancados de raíz.
(Judas 1:12)
Se burlan del comportamiento que debe distinguir al cristiano e intentan sonsacar a los demás para que les imiten. Se las ingenian para obtener beneficio propio de todo y de todos, sin importar el daño que causan a otras personas. No tienen sustancia ni son fiables. Por último, son estériles espiritualmente.
4. Se quejan, se enfadan y critican. No saben controlar sus pasiones, son arrogantes y aduladores
Estos individuos son refunfuñadores y criticones; se dejan llevar por sus propias pasiones; hablan con arrogancia y adulan a los demás para sacar ventaja.
(Judas 1:16)
Son altivos y se sienten con derecho de quejarse y criticar todo. También son impulsivos, se enfadan fácilmente. Sus palabras muestran la condición real de su corazón, su arrogancia y su deseo de obtener ventaja sea como sea.
5. Los dominan sus pasiones impías, causan divisiones y no tienen el Espíritu Santo
Ellos les decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías». Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.
(Judas 1:18-19)
Judas recuerda a sus lectores que los apóstoles advirtieron sobre los apóstatas que se burlan de los que viven para agradar a Dios. La iglesia debe estar muy vigilante frente a los que viven dominados por sus pasiones y que hacen lo que les place aun cuando va en contra de la voluntad de Dios.
Obviamente, esas personas causan divisiones, ya que presionan a otros para que se «dejen llevar». Lo hacen porque viven bajo el mandato de sus deseos incontrolados y no están llenos del Espíritu Santo de Dios.
¡Aférrate bien a Jesús! «Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.» (2 Pedro 3:18)
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