Frases de inspiración para dar gracias a Dios por todo

¡Gracias, mi Señor y mi Dios, por todas tus bondades para conmigo!

Miro a mi alrededor y mi corazón exclama un gran, ¡gracias, Dios!

Padre amado, ¡son tantas las cosas que has hecho por mí! Hoy quiero darte gracias por todas ellas. Tú eres muy bueno conmigo, te doy las gracias de todo corazón.

Gracias, Dios, por todo lo que me concedes cada día. Gracias por tu provisión y cuidado sobre mí y mi familia.

Viendo todo lo que me has dado, sería muy ingrato no decirte, ¡gracias, Dios!

Muchas gracias, Dios, por ser el Padre amoroso que me cuida, me acompaña y me ayuda en todo momento. Mi vida sería muy triste sin ti. ¡Gracias por tu presencia!

Hoy hay gratitud dentro de mi corazón al pensar en tu gran amor, Señor. Gracias por salvarme y guiarme en tus caminos. ¡Tú has dado sentido a mi vida!

Mi familia y yo nos hemos levantado y estamos bien. Tenemos un lugar donde vivir, tenemos algo que comer, tenemos ropa para vestir. Nos tenemos los unos a los otros y te tenemos a ti, Papá. ¡Mil gracias!

Tus bendiciones son constantes y tu amor es inagotable. ¡Gracias, mi Señor y mi Dios!

Gracias, Dios, por tu fidelidad. Gracias porque no me das la espalda ni me rechazas aunque te falle. En ti estoy segura por toda la eternidad, ¡muchas gracias!

Señor, gracias porque cuando caigo, tú me levantas y me ayudas a seguir en tu camino. ¡Te alabo hoy!

Señor, te agradezco por el gozo que has puesto en mi corazón. La vida tiene más sentido y es más placentera al vivirla contigo.

Todo lo bueno que tengo viene de ti, Señor. ¡Muchas gracias por tu generosidad!

Dios mío, gracias, porque aun en medio de los problemas y dificultades de la vida, puedo contar con tu presencia, tu amor y tu ayuda.

Gracias, amado Dios, por el sol que brilla, las flores que adornan el camino y la lluvia que nos refresca.

Padre Dios, gracias por todas las personas maravillosas que has puesto en mi vida. Ellas me animan y me ayudan a ser mejor.

Señor, tú has dado un nuevo sentido y propósito a mi vida. ¡Gracias!

Cada día siento tu presencia. ¡Gracias, Señor!

No soy rico, pero tengo todo lo que necesito gracias a ti, Padre amado. ¡Muchas gracias!

Gracias, Dios, porque en los momentos de dificultad puedo recordar que tú nos has sostenido y ayudado en el pasado.

Señor, gracias por amarme, por salvarme y aceptarme como tu hijo. Gracias a ti vivo con esperanza eterna.

Gracias, Señor, porque me guardas del mal. Tú eres mi refugio en todo momento.

Señor, gracias por tus brazos de amor que me rodean y me sostienen siempre.

Padre, gracias porque tú vas delante de mí mostrándome el camino que debo andar. ¡Gracias por darle dirección a mi vida!

Gracias, Dios, porque rescataste mi alma de la muerte.

Tu presencia y tu amor me sostienen y me restauran en los momentos de dolor. ¡Gracias, Dios!

Gracias, Señor, porque tú abres y cierras puertas conforme a tu voluntad. ¡Quiero obedecerte y confiar en ti!

Cada día de mi vida has estado a mi lado y cada momento que he vivido, me has acompañado. ¡Gracias, Dios!

Padre, gracias por librarme de mis temores. ¡En ti soy fuerte!

Gracias, Señor, porque me sostienes con tu diestra.

Señor, gracias porque me escuchas cuando clamo a ti.

Dios, gracias porque me liberaste del poder del pecado y de la muerte. En ti tengo vida eterna y abundante.

Gracias, Padre, porque en los momentos de dolor, tú secas mis lágrimas y me reconfortas con tu amor.

Gracias, Padre Dios, porque tu misericordia es para siempre.

Tu amor es sin igual. ¡Gracias por amarme, Papá!

Gracias, Señor, porque no hay nada ni nadie que pueda apartarme de tu amor.

Dios, gracias porque puedo entregarte mis cargas y recibir descanso en ti.

Señor, en ti tengo amor. En ti tengo perdón. En ti tengo propósito. ¡Gracias!

Gracias, Señor mi Dios, por todas las maravillas que haces a nuestro favor.

Padre, muchas gracias porque tú cumples tus promesas.

Gracias, Dios, porque tú enderezas los caminos torcidos y nos guías por sendas de paz.

Gracias, Señor amado, porque aunque todos me den la espalda, tú permaneces a mi lado y me ayudas.

Padre, gracias porque has transformado la historia de mi vida. Cuando pensé que no podía más, viniste a ayudarme y me diste esperanza. ¡Gracias!

Gracias porque me respondes siempre que clamo a ti. Tú escuchas mi voz y obras.

Querido Dios, gracias porque llegaste a mi vida y llenaste mi corazón con tu paz, música y gozo.

Gracias, Padre Dios, porque tú proteges a nuestra familia y siempre provees lo que necesitamos.

Contigo tengo todo lo que necesito para esta vida y para la venidera. ¡Gracias, Señor!

Padre amado, gracias porque estamos seguros en tus brazos. Tú nos proteges y nos sostienes.

Gracias, Dios, porque en medio de la tempestad, tú eres mi paz y mi refugio.

Gracias, Padre, porque tu presencia me fortalece y me ayuda a seguir adelante aun en medio de las dificultades de la vida.

Señor, tú siempre has sido fiel. ¡Gracias, Dios!