Explicación del Salmo 119 (estudio bíblico)


El tema central del salmo 119 es la Palabra de Dios, tema que se presenta a través de oraciones y reflexiones cortas. Se dice que hay una mención a la Palabra de Dios en prácticamente todos los versículos. Por eso, el salmo puede parecer algo repetitivo. Pero, al ser un salmo didáctico, cada estrofa enfatiza algo especial sobre Dios y su Palabra, dando cierta fluidez y novedad.

Uno de los temas que se repiten en el salmo es la importancia de guardar en el corazón los preceptos del Señor y obedecerlos. O sea, aprender los mandatos del Señor y obedecerlos van de la mano. Uno de los versículos más conocidos y memorizados de este salmo, el versículo 11, enfatiza esa verdad.

En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. (Salmo 119:11)

En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti.
(Salmo 119:11)

Hay muy buenas exhortaciones a lo largo del salmo para todos los que aman a Dios y desean vivir conforme a su voluntad. Valorar y obedecer lo que dice la Palabra de Dios debe ser una prioridad en la vida de los creyentes.

El salmo muestra una gran riqueza lingüística y usa varios términos para referirse a la Palabra de Dios. Algunos de ellos son ley, preceptos, testimonios, mandamientos, estatutos y juicios. El autor enfatiza lo que la Palabra de Dios significa para él. También anima al lector a meditar sobre cada una de las verdades bíblicas destacadas en sus versículos.

Otro tema presente en el salmo es el sufrimiento. Su autor parece haber pasado por muchas dificultades y aflicciones. Él menciona desde enemigos que lo despreciaban y tramaban el mal contra él hasta perseguidores que lo agobiaban. Aunque habla sobre sus sufrimientos, también deja claro que se refugiaba en las promesas de Dios, con la certeza de que el Señor intervendría a su favor.

Su autor y algunas curiosidades del salmo

  • Se desconoce quién es el autor del salmo. Algunos opinan que puede ser un salmo de David mientras que otros señalan a Daniel o a Esdras como posibles autores. Sin embargo, nadie lo sabe realmente, pues en el salmo no encontramos ninguna mención de su autor. Por eso, es considerado un salmo anónimo.
  • El salmo 119 es el capítulo más largo de la Biblia. Tiene un mensaje poderoso y su estructura es una cuidadosa obra de arte. El salmo es un poema compuesto por 176 versículos divididos en 22 estrofas de 8 versículos cada una.
  • Cada estrofa corresponde a una de las letras del alfabeto hebreo (alef, bet, guímel...). En el texto original, cada estrofa y cada uno de los 8 versículos que la componen comienzan con la letra que sirve como título para esa parte. Por ejemplo, en el original, todos los versículos escritos bajo alef, comienzan con la letra hebrea alef.

Las 22 estrofas del salmo resumidas y explicadas

Versículos 1-8 (Alef א)

El salmo comienza con un tono positivo, hablando sobre los que son dichosos de verdad. Son bienaventurados o dichosos los que obedecen lo que el Señor dice en su ley. El salmista desea ser contado entre esos dichosos por lo cual se propone cumplir los decretos del Señor y alabarle «con integridad de corazón».

Sin embargo, él reconoce que necesitará la ayuda de Dios para vivir de esa manera. Por eso, la sección termina con una petición a Dios: «no me abandones».

Seguir el camino que Dios nos indica trae felicidad. Dios desea que obedezcamos sus mandatos y contamos con su ayuda para vivir en obediencia y andar por la senda que él nos ha trazado.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Dichosos ... los que andan conforme a ley del Señor.
  • Dichosos los que guardan sus estatutos.
  • Tú has establecido tus preceptos.
  • ¡Cuánto deseo ... cumplir tus decretos!
  • No tendré que pasar vergüenzas cuando considere todos tus mandamientos.
  • Te alabaré con integridad de corazón, cuando aprenda tus justos juicios.

Versículos destacados:

Dichosos los que van por caminos perfectos,
los que andan conforme a la ley del Señor.
Dichosos los que guardan sus estatutos
y de todo corazón lo buscan.
(Salmo 119:1-2)

Tú has establecido tus preceptos,
para que se cumplan fielmente.
(Salmo 119:4)

Tus decretos cumpliré;
no me abandones del todo.
(Salmo 119:8)

Versículos 9-16 (Bet ב)

Esta sección comienza con una exhortación para los jóvenes. Si desean llevar una vida íntegra, pura y digna de admirar, deben vivir conforme a lo que Dios dice en su Palabra. La juventud es una etapa decisiva en muchos aspectos. El joven que decide aferrarse al Señor elige vivir el resto de su vida de forma recta y en obediencia. Esa decisión traerá bendición a su vida.

Otro tema enfatizado por el salmista en estos versículos es la importancia de no solo memorizar los decretos del Señor, sino de hablar sobre ellos y vivir conforme a lo que dicen. Es la mayor riqueza y el mejor deleite que se puede tener. Dedicarse a memorizar los mandamientos del Señor es simplemente una parte del camino. Dios desea que los pongamos en práctica y que los compartamos con las demás personas.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Viviendo conforme a tu palabra
  • No dejes que me desvíe de tus mandamientos.
  • En mi corazón atesoro tus dichos.
  • ¡Enséñame tus decretos!
  • Los juicios que has emitido.
  • Me regocijo en el camino de tus estatutos.
  • En tus decretos hallo mi deleite.

Versículos destacados:

¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra.
(Salmo 119:9)

En mi corazón atesoro tus dichos
para no pecar contra ti.
(Salmo 119:11)

Me regocijo en el camino de tus estatutos
más que en todas las riquezas.
(Salmo 119:14)

Versículos 17-24 (Guímel ג)

El salmista le pide a Dios bondad para poder vivir en obediencia. Conocía hasta dónde podía soportar y apela a la bondad de Dios pues no deseaba fallarle. El anhelo de su corazón era permanecer firme y vivir conforme al deseo de Dios. Por eso, reconoció su necesidad de discernimiento para entender la Palabra y ponerla en práctica.

En el versículo 19 vemos que el salmista sabía que la vida es fugaz y que la verdadera vida, la eterna, es con Dios. «En esta tierra soy un extranjero», escribió. Por eso, su anhelo mayor era fortalecer su vida espiritual y acercarse más a Dios.

En esta estrofa el salmista introduce a los «insolentes» que se apartaban de los mandamientos del Señor. En el versículo 23 habla sobre la persecución que sufría: «Aun los poderosos se confabulan contra mí...». Sin embargo, el salmista no se dejaba vencer por sus enemigos y perseguidores. Él permanecía firme meditando en los decretos del Señor, sus consejeros. En ellos recibía fortaleza para seguir adelante.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Así viviré y obedeceré tu palabra.
  • Las maravillas de tu ley.
  • No escondas de mí tus mandamientos.
  • El deseo de conocer tus juicios.
  • ¡Malditos los que se apartan de tus mandamientos!
  • Yo cumplo tus estatutos.
  • Este siervo tuyo medita en tus decretos.
  • Tus estatutos son mi deleite.

Versículos destacados:

Ábreme los ojos, para que contemple
las maravillas de tu ley.
(Salmo 119:18)

Aleja de mí el menosprecio y el desdén,
pues yo cumplo tus estatutos.
(Salmo 119:22)

Tus estatutos son mi deleite;
son también mis consejeros.
(Salmo 119:24)

Versículos 25-32 (Dálet ד)

En estos versículos el salmista eleva un ruego al Señor. Parece ser que pasaba por un tiempo angustioso, pero él no se dejó vencer. Acudió a Dios para recibir el consuelo, la ayuda y la dirección que necesitaba. ¡Él sabía que podía apoyarse en el Dios todopoderoso!

Para no desfallecer y continuar en obediencia por el camino correcto, el salmista clamó a Dios. Quería agradar a Dios, ir por su senda y las instrucciones las encontraba en la ley del Señor. En el versículo 30 él expresó su decisión: «He optado por el camino de la fidelidad, he escogido tus juicios». ¡Decisión sabia!

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Dame vida conforme a tu palabra.
  • ¡Enséñame tus decretos!
  • Hazme entender el camino de tus preceptos.
  • Susténtame conforme a tu palabra.
  • Concédeme las bondades de tu ley.
  • He escogido tus juicios.
  • Yo, Señor, me apego a tus estatutos.
  • Corro por el camino de tus mandamientos.

Versículos destacados:

De angustia se me derrite el alma:
susténtame conforme a tu palabra.
(Salmo 119:28)

Mantenme alejado de caminos torcidos;
concédeme las bondades de tu ley.
(Salmo 119:29)

Versículos 33-40 (He ה)

En los primeros versículos de esta sección el salmista expresó su necesidad de recibir la enseñanza y el entendimiento que vienen de Dios. ¿Para qué? Para obedecer los mandamientos de todo corazón. Él supo reconocer sus limitaciones, pero no dejó que estas le impidieran vivir la vida que Dios deseaba. La verdadera paz y el consuelo se obtienen en el camino de la obediencia.

Luego, reconoció el peligro que presenta el apego a las riquezas. Él no deseaba enfocarse en obtener cosas materiales, pero luchaba con cierta atracción. Por eso pidió la ayuda de Dios para que su corazón se inclinara hacia las cosas correctas, las que son prioridad para Dios. Deseaba enfocarse, inclinar su corazón y amar lo que Dios ama: sus preceptos. Y ese anhelo de su corazón es evidente en estos 8 versículos.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Enséñame, Señor, a seguir tus decretos.
  • Dame entendimiento para seguir tu ley.
  • Dirígeme por la senda de tus mandamientos.
  • Inclina mi corazón hacia tus estatutos.
  • Dame vida conforme a tu palabra.
  • Tus juicios son buenos.
  • ¡Yo amo tus preceptos!

Versículos destacados:

Enséñame, Señor, a seguir tus decretos,
y los cumpliré hasta el fin.
(Salmo 119:33)

Dirígeme por la senda de tus mandamientos,
porque en ella encuentro mi solaz.
(Salmo 119:35)

Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas.
Aparta mi vista de cosas vanas,
dame vida conforme a tu palabra.
(Salmo 119:36-37)

Versículos 41-48 (Vav ו)

La confianza en la promesa de Dios equipaba al salmista para plantar cara a los que lo despreciaban. Por un lado, él clamaba a Dios por el cumplimiento de su promesa. Por otro lado, él estaba seguro de que Dios la cumpliría y que llenaría su vida de amor y salvación. Con esa seguridad él se fortalecía para hacer frente a los que se le oponían.

El autor también expresó el deseo de hablar la palabra de verdad en medio de cualquier situación y ante cualquier persona, aun ante los reyes. Él deseaba ser valiente para hablar a todos sobre la palabra de Dios y lo que significaba en su vida. Los mandamientos del Señor habían traído libertad y gozo a su corazón. ¡No callaría esa verdad!

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Yo confío en tu palabra.
  • En tus juicios he puesto mi esperanza.
  • Obedeceré fielmente tu ley.
  • He buscado tus preceptos.
  • Hablaré de tus estatutos a los reyes.
  • Amo tus mandamientos.
  • ¡Quiero meditar en tus decretos!

Versículos destacados:

Envíame, Señor, tu gran amor
y tu salvación, conforme a tu promesa.
Así responderé a quien me desprecie,
porque yo confío en tu palabra.
(Salmo 119:41-42)

Hablaré de tus estatutos a los reyes
y no seré avergonzado,
pues amo tus mandamientos,
y en ellos me regocijo.
(Salmo 119:46-47)

Versículos 49-56 (Zain ז)

La palabra de Dios trae consuelo, esperanza y vida. En esa verdad el salmista permanecía firme aun en sus momentos más difíciles.

En los primeros versículos de esta sección el salmista le ruega a Dios que se acuerde de la palabra que le había dado. Él se apoyaba en el Señor en medio de las dificultades. Había gente insolente que le ofendía, pero él se mantenía aferrado al Señor. Se fortalecía al recordar el consuelo que había recibido de Dios en otras ocasiones.

Aun rodeado de gente impía que daba la espalda a la ley divina, el autor se refugiaba en Dios. Oraba día y noche por permanecer en fidelidad y obediencia a Dios. En lugar de fijar sus ojos en las personas o los problemas, él decidió ir ante Dios en oración. Él sabía que Dios le ayudaría a enfrentarlos. Su confianza estaba puesta en Dios y en sus promesas.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Palabra con la que me infundiste esperanza.
  • Yo no me aparto de tu ley.
  • Me acuerdo, Señor, de tus juicios de antaño.
  • Han abandonado tu ley.
  • Tus decretos han sido mis cánticos.
  • ¡Quiero cumplir tu ley!
  • Obedecer tus preceptos.

Versículos destacados:

Este es mi consuelo en medio del dolor:
que tu promesa me da vida.
(Salmo 119:50)

Me llenan de indignación los impíos,
que han abandonado tu ley.
(Salmo 119:53)

Señor, por la noche evoco tu nombre;
¡quiero cumplir tu ley!
(Salmo 119:55)

Versículos 57-64 (Jet ח)

Esta estrofa comienza con una declaración poderosa: «¡Mi herencia eres tú, Señor!». El salmista podía levantar sus ojos de los problemas terrenales y enfocarlos en esa gran verdad. Él estaba seguro de su destino final. No le faltaban las aflicciones o las persecuciones, pero él mantenía sus ojos puestos en Dios y en su futuro eterno.

Esa convicción lo llevó a afirmar su resolución prometiendo obedecer la palabra de Dios. En estos versículos vemos que no fue una decisión a la ligera. Él buscó el rostro de Dios de todo corazón, reflexionó sobre sus caminos y orientó sus pasos hacia los estatutos del Señor. Aunque sufría opresión por parte de los impíos, él se levantó a medianoche a dar gracias a Dios por sus rectos juicios (versículo 62).

La conclusión de esta estrofa: ¡la tierra está llena del amor de Dios! No hay ninguna acción por parte de los impíos ni ninguna situación de nuestra vida que pueda opacar esa realidad.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Prometo obedecer tus palabras.
  • He orientado mis pasos hacia tus estatutos.
  • No tardo nada para cumplir tus mandamientos.
  • Yo no me olvido de tu ley.
  • Me levanto a darte gracias por tus rectos juicios.
  • Soy amigo ... de todos los que observan tus preceptos.
  • Enséñame, Señor, tus decretos.

Versículos destacados:

¡Mi herencia eres tú, Señor!
Prometo obedecer tus palabras.
(Salmo 119:57)

Aunque los lazos de los impíos me aprisionan,
yo no me olvido de tu ley.
(Salmo 119:61)

Enséñame, Señor, tus decretos;
¡la tierra está llena de tu gran amor!
(Salmo 119:64)

Versículos 65-72 (Tet ט)

Esta estrofa presenta dos temas muy interesantes que se entrelazan. Por un lado, el salmista enfatiza la bondad de Dios como parte de la naturaleza divina. En medio de sus dificultades él había experimentado la bondad de Dios, y eso había fortalecido su fe. Mientras más conocía la Palabra, más seguro estaba de que Dios había sido muy bueno con él.

El otro tema de la estrofa es el tema del sufrimiento. Aquí vuelven a aparecer los insolentes que le difamaban. Sin embargo, él declara: «Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos.». Fue a través de la aflicción y del ser difamado que él se acercó más a Dios y conoció las verdades maravillosas de su palabra. Descubrió que en medio de su dolor Dios era bondadoso con él y decidió vivir en obediencia y servicio al Señor.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Yo creo en tus mandamientos.
  • Ahora obedezco tu palabra.
  • Enséñame tus decretos.
  • Yo cumplo tus preceptos con todo el corazón.
  • Yo me regocijo en tu ley.
  • Llegué a conocer tus decretos.
  • Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata.

Versículos destacados:

Tú, Señor, tratas bien a tu siervo,
conforme a tu palabra.
(Salmo 119:65)

Antes de sufrir anduve descarriado,
pero ahora obedezco tu palabra.
(Salmo 119:67)

Versículos 73-80 (Yod י)

Aquí el salmista reconoce a Dios como su creador y como Dios justo. También expresa la certeza de que, aunque por alguna razón Dios permite que sus hijos sufran, él también los acompaña, les muestra su compasión y los consuela. ¡Él no los deja solos en medio de las dificultades!

Vuelven a aparecer los insolentes. El salmista parece sentirse algo agobiado por la insistencia de ellos en perseguirle y ora a Dios. Él pide a Dios que avergüence a aquellos que le maltrataban. Él no decide tomar la justicia en sus manos. Todo lo contrario: decide enfocarse en meditar en los preceptos del Señor.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.
  • He puesto mi esperanza en tu palabra.
  • Señor, yo sé que tus juicios son justos.
  • En tu ley me regocijo.
  • Meditaré en tus preceptos.
  • Los que conocen tus estatutos.
  • Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos.

Versículos destacados:

Con tus manos me creaste, me diste forma.
Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.
(Salmo 119:73)

Que sea tu gran amor mi consuelo,
conforme a la promesa que hiciste a tu siervo.
(Salmo 119:76)

Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos,
para que yo no sea avergonzado.
(Salmo 119:80)

Versículos 81-88 (Caf כ)

El salmo da un giro y en esta estrofa el salmista presenta una súplica ante el Señor. Su sufrimiento aumentaba, sus perseguidores le habían tendido trampas y él pide ayuda a Dios. Da la impresión de haber temido por su vida. Se sentía atrapado, angustiado y le pregunta a Dios: «¿Cuánto más vivirá este siervo tuyo? ¿Cuándo juzgarás a mis perseguidores?» (versículo 84).

Pero su fe en Dios y en sus promesas permaneció firme. Él sabía que Dios es fiel y que en el momento oportuno cumpliría lo que había dicho. Por eso, decidió aferrarse aun más a Dios y a sus preceptos. Clamó a Dios para que le permitiera seguir viviendo. También prometió seguir cumpliendo los mandatos del Señor en obediencia.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • En tu palabra he puesto mi esperanza.
  • No me olvido de tus decretos.
  • Todos tus mandamientos son fidedignos.
  • Yo no abandono tus preceptos.
  • Cumpliré tus estatutos.

Versículos destacados:

Esperando tu salvación se me va la vida.
En tu palabra he puesto mi esperanza.
(Salmo 119:81)

Por poco me borran de la tierra,
pero yo no abandono tus preceptos.
(Salmo 119:87)

Versículos 89-96 (Lámed ל)

En esta estrofa el salmista reconoce el señorío de Dios, su fidelidad y su inmutabilidad. Toda su confianza estaba puesta en Dios pues él sabía que lo que Dios dice permanece para siempre. ¡Se puede confiar en él!

Esa certeza mantuvo al salmista lleno de paz en medio de sus aflicciones. El recordar la palabra de Dios y la realidad de que su palabra permanecerá por la eternidad, le infundió fuerzas aun en medio de los ataques de los impíos que buscaban su destrucción.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Tu palabra, Señor, es eterna.
  • Todo subsiste hoy, conforme a tus decretos.
  • Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo.
  • Jamás me olvidaré de tus preceptos.
  • Escudriño tus preceptos.
  • Yo me esfuerzo por entender tus estatutos.
  • ¡Solo tus mandamientos son infinitos!

Versículos destacados:

Tu fidelidad permanece para siempre;
estableciste la tierra, y quedó firme.
(Salmo 119:90)

Si tu ley no fuera mi regocijo,
la aflicción habría acabado conmigo.
(Salmo 119:92)

Jamás me olvidaré de tus preceptos,
pues con ellos me has dado vida.
(Salmo 119:93)

Versículos 97-104 (Mem מ)

Estos versículos hablan sobre los beneficios de amar y meditar en la ley de Dios. Algunos de los beneficios mencionados son la sabiduría, el discernimiento, el entendimiento y la dirección. El autor los recibió al meditar en los estatutos del Señor.

Él experimentó en su propia vida las bendiciones y la madurez que vienen cuando uno se deja dirigir por los mandamientos del Señor. Su vida fue más dulce y tuvo claridad para distinguir entre la verdad y la mentira.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • ¡Cuánto amo yo tu ley!
  • Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos.
  • Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos.
  • Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos.
  • Cumplir con tu palabra.
  • No me desvío de tus juicios.
  • ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
  • De tus preceptos adquiero entendimiento.

Versículos destacados:

¡Cuánto amo yo tu ley!
Todo el día medito en ella.
(Salmo 119:97)

Tengo más discernimiento que todos mis maestros
porque medito en tus estatutos.
(Salmo 119:99)

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
¡Son más dulces que la miel a mi boca!
(Salmo 119:103)

Versículos 105-112 (Nun נ)

El salmista vivía bajo la opresión de sus enemigos, pero aun así, elegía vivir conforme a la palabra de Dios. La Biblia era lámpara a sus pies y luz para el sendero que debía andar. En lugar de permitirle al sufrimiento guiar sus acciones y reacciones, él se mantenía firme en la verdad del Señor. Tenía la convicción de que el sendero que Dios le había trazado era el mejor. No se desviaría ni siquiera para librarse de sus opresores.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Tu palabra es una lámpara a mis pies.
  • Acataré tus rectos juicios.
  • Dame vida conforme a tu palabra.
  • Enséñame tus juicios.
  • No me olvido de tu ley.
  • No me aparto de tus preceptos.
  • Tus estatutos son mi herencia permanente.
  • Inclino mi corazón a cumplir tus decretos.

Versículos destacados:

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmo 119:105, Nueva Versión Internacional)

Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi sendero.
(Salmo 119:105, Nueva Versión Internacional)

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Los impíos me han tendido una trampa,
pero no me aparto de tus preceptos.
(Salmo 119:110)

Tus estatutos son mi herencia permanente;
son el regocijo de mi corazón.
(Salmo 119:111)

Versículos 113-120 (Sámec ס)

Ante la maldad que le oprimía y los enemigos que le acechaban, el autor escogió refugiarse en el Señor. Su esperanza estaba firme en Dios y en sus promesas. Cuando pensaba que no podía aguantar más la presión, él le pedía al Señor que lo sostuviera. No quería resbalar comportándose de una forma que fuera desagradable a los ojos de Dios.

Por otro lado, en esta estrofa el salmista expresa su confianza en la justicia de Dios. A su debido momento, Dios dará su merecido a los impíos y a los que viven en desobediencia de sus mandatos.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Amo tu ley.
  • En tu palabra he puesto mi esperanza.
  • Quiero cumplir los mandamientos de mi Dios.
  • Siempre optaré por tus decretos.
  • Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos.
  • Amo tus estatutos.
  • Siento reverencia por tus leyes.

Versículos destacados:

Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
(Salmo 119:114)

¡Malhechores, apártense de mí,
que quiero cumplir los mandamientos de mi Dios!
(Salmo 119:115)

Defiéndeme, y estaré a salvo;
siempre optaré por tus decretos.
(Salmo 119:117)

Versículos 121-128 (Ayin ע)

Aquí hay una petición de protección frente a los opresores. El salmista parece haber alcanzado un cierto sentido de angustia frente a sus enemigos y perseguidores. Ellos no solo lo perseguían a él, sino que quebrantaban la ley de Dios constantemente.

Él clama y ruega a Dios por su intervención llena de justicia. Aun en medio de su clamor intenso, él reconoce el gran amor de Dios. Apelando a ese amor, él le pide a Dios que obre a su favor porque su pesar ante los que le oprimían era muy grande. Su esperanza estaba puesta en la pronta intervención de Dios. Mientras tanto, él seguiría refugiándose en los preceptos del Señor.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Enséñame tus decretos.
  • Llegaré a conocer tus estatutos.
  • Tu ley está siendo quebrantada.
  • Sobre todas las cosas amo tus mandamientos.
  • Por eso tomo en cuenta todos tus preceptos.

Versículos destacados:

Mis ojos se consumen esperando tu salvación,
esperando que se cumpla tu justicia.
(Salmo 119:123)

Tu siervo soy: dame entendimiento
y llegaré a conocer tus estatutos.
(Salmo 119:125)

Sobre todas las cosas amo tus mandamientos,
más que el oro, más que el oro refinado.
(Salmo 119:127)

Versículos 129-136 (Pe פ)

El salmista expresa su asombro ante el poder maravilloso de la palabra de Dios. Él reconocía los beneficios de la ley del Señor trayendo luz, dirección y entendimiento a todos, hasta al más sencillo.

En esta estrofa él reconoce la bondad de Dios para con los que le aman y pide dirección para no dejarse dominar por la maldad. Su anhelo era vivir siempre en obediencia a Dios sin dejarse vencer por la opresión de los que buscaban su mal.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Tus estatutos son maravillosos.
  • La exposición de tus palabras nos da luz.
  • Ansío tus mandamientos.
  • Quiero obedecer tus preceptos.
  • Enséñame tus decretos.
  • Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu ley no se obedece.

Versículos destacados:

La exposición de tus palabras nos da luz,
y da entendimiento al sencillo.
(Salmo 119:130)

Guía mis pasos conforme a tu promesa;
no dejes que me domine la iniquidad.
(Salmo 119:133)

Líbrame de la opresión humana,
pues quiero obedecer tus preceptos.
(Salmo 119:134)

Versículos 137-144 (Tsade צ)

En esta sección el salmista exalta la justicia de Dios. Él elige enfocarse en las promesas de justicia que había recibido y no en las pruebas e injusticias que estaba pasando por causa de sus adversarios.

Es interesante ver que aunque continuaba sufriendo angustia y aflicción, su mirada estaba puesta en la palabra de Dios con el gozo y la esperanza que recibía de ella. Él sabía que podía confiar en la justicia del Señor y esa certeza renovaba su fe y su ánimo.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Tus juicios son rectos.
  • Justos son los estatutos que has ordenado.
  • No me olvido de tus preceptos.
  • Tu justicia es siempre justa; tu ley es la verdad.
  • Tus mandamientos son mi regocijo.
  • Tus estatutos son siempre justos.

Versículos destacados:

Señor, tú eres justo,
y tus juicios son rectos.
(Salmo 119:137)

Mi celo me consume,
porque mis adversarios pasan por alto tus palabras.
(Salmo 119:139)

He caído en la angustia y la aflicción,
pero tus mandamientos son mi regocijo.
(Salmo 119:143)

Versículos 145-152 (Cof ק)

Estos versículos presentan un clamor a Dios por parte del salmista. Podemos sentir su profunda súplica en la repetición de frases tales como «con todo el corazón clamo a ti, Señor», y «A ti clamo: "¡Sálvame!"». Él ansiaba ver la intervención del poder y la justicia de Dios en su vida y en las situaciones que estaba enfrentando.

Los versículos 147 y 148 hablan de que el salmista se acercaba a Dios para pedir su ayuda y meditar en sus promesas muy por la mañana y durante toda la noche. Su dolor era profundo. Sin embargo, su convicción en las promesas, el poder y la justicia de Dios prevalecía sobre todo lo demás.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Obedeceré tus decretos.
  • Quiero cumplir tus estatutos.
  • En tus palabras he puesto mi esperanza.
  • En toda la noche no pego los ojos, para meditar en tu promesa.
  • Conforme a tus juicios, Señor, dame vida.
  • Ya se acercan mis crueles perseguidores, pero andan muy lejos de tu ley.
  • Todos tus mandamientos son verdad.
  • Desde hace mucho conozco tus estatutos.

Versículos destacados:

Con todo el corazón clamo a ti, Señor;
respóndeme, y obedeceré tus decretos.
(Salmo 119:145)

Muy de mañana me levanto a pedir ayuda;
en tus palabras he puesto mi esperanza.
(Salmo 119:147)

Tú, Señor, también estás cerca,
y todos tus mandamientos son verdad.
(Salmo 119:151)

Versículos 153-160 (Resh ר)

El autor siguió su oración con una petición de liberación. Él permanecía aferrado a la ley y a la promesa de Dios, pero necesitaba la intervención de Dios para no desfallecer. Él se apoyaba en la compasión de Dios aun en medio de sus muchos adversarios.

Realmente lo que más le molestaba era ver cómo sus perseguidores desobedecían la palabra de Dios. Dentro de su corazón tenía la certeza de que la obediencia al Señor transforma las vidas.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • No me he olvidado de tu ley.
  • Dame vida conforme a tu promesa.
  • Ellos no buscan tus decretos.
  • Dame vida conforme a tus juicios.
  • Yo no me aparto de tus estatutos.
  • No cumplen tus palabras.
  • Mira, Señor, cuánto amo tus preceptos.
  • Tus rectos juicios permanecen para siempre.

Versículos destacados:

Considera mi aflicción, y líbrame,
pues no me he olvidado de tu ley.
(Salmo 119:153)

La salvación está lejos de los impíos,
porque ellos no buscan tus decretos.
(Salmo 119:155)

Mira, Señor, cuánto amo tus preceptos;
conforme a tu gran amor, dame vida.
(Salmo 119:159)

Versículos 161-168 (Sin ש)

Aquí el autor enfatiza la persecución que padecía. Entre sus perseguidores se encontraba gente poderosa, pero aun así, él mantenía su enfoque en leer y obedecer la palabra de Dios. Él alababa a Dios por sus rectos juicios «siete veces al día». Esto quiere decir que alababa a Dios constantemente, sin importar la situación por la que le hicieran pasar los que deseaban hacerle mal.

¿Su conclusión? Los que aman la ley de Dios reciben bienestar y protección. Enfocados en lo correcto, la palabra de Dios, no tropezarán y recibirán la salvación del Señor.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Mi corazón se asombra ante tu palabra.
  • Amo tu ley.
  • Tus rectos juicios.
  • Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar.
  • Practico tus mandamientos.
  • Con todo mi ser cumplo tus estatutos.
  • Obedezco tus preceptos y tus estatutos.

Versículos destacados:

Gente poderosa me persigue sin motivo,
pero mi corazón se asombra ante tu palabra.
(Salmo 119:161)

Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar,
y nada los hace tropezar.
(Salmo 119:165)

Yo, Señor, espero tu salvación
y practico tus mandamientos.
(Salmo 119:166)

Versículos 169-176 (Tau ת)

En la estrofa final de este salmo se percibe un nivel de intimidad precioso entre el salmista y Dios. Él eleva su plegaria al Señor con frases que muestran su cercanía al Padre celestial.

Sí, él continuó su súplica implorándole a Dios que escuchara su oración y le ayudara a entender la situación por la que estaba pasando. Pero también expresó en esta estrofa su anhelo de alabar a Dios en todo momento, de vivir para alabar al Señor.

Frases sobre la Palabra de Dios:

  • Dame entendimiento, Señor, conforme a tu palabra.
  • Tú me enseñas tus decretos.
  • Todos tus mandamientos son justos.
  • He escogido tus preceptos.
  • Tu ley es mi regocijo.
  • Vengan tus juicios a ayudarme.
  • No he olvidado tus mandamientos.

Versículos destacados:

Que llegue mi clamor a tu presencia;
dame entendimiento, Señor, conforme a tu palabra.
(Salmo 119:169)

Que rebosen mis labios de alabanza,
porque tú me enseñas tus decretos.
(Salmo 119:171)

Yo, Señor, ansío tu salvación.
Tu ley es mi regocijo.
(Salmo 119:174)

Déjame vivir para alabarte;
que vengan tus juicios a ayudarme.
(Salmo 119:175)

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