El nacimiento de Jesucristo fue un acontecimiento central para la fe cristiana, pues inauguró un tiempo de mayor proximidad entre Dios y la humanidad. Este importante evento es narrado más detalladamente en los evangelios de Mateo y Lucas, aunque también el evangelio de Juan hace una mención reveladora.
Según la narrativa bíblica, Jesús nació en la ciudad de Belén, en Judea, en un lugar bastante humilde, donde fue puesto en un pesebre. La Biblia no menciona la fecha exacta, pero como el nacimiento ocurrió durante el reinado del rey Herodes, los estudiosos estiman que fue entre el año 6 y el 4 a.C.
Los Evangelios cuentan que María, una joven temerosa de Dios, recibió la visita del ángel Gabriel. Él anunció que ella concebiría un hijo, al que debían dar el nombre de Jesús, y que este sería el Salvador del mundo. María estaba comprometida en matrimonio con José, pero era virgen. Sin entenderlo del todo, María escuchó la explicación de Gabriel, quien le dijo que su embarazo sería milagroso, obra del Espíritu Santo.
Su prometido, José, inicialmente perturbado por el embarazo, fue tranquilizado por un ángel en sueños. El mensaje anunciaba el origen divino del bebé y le instruía a aceptar a María como su esposa y cuidar de ella y del niño.
Debido a un censo ordenado por el gobierno, la pareja tuvo que viajar de Nazaret hasta Belén, aproximadamente 145 km de distancia. No era un trayecto fácil para una mujer embarazada en aquellos tiempos. Pero así se cumplió la profecía de que el Salvador nacería en Belén de Judea (Miqueas 5:2).
Cuando llegaron allí, la ciudad estaba llena de gente. No había lugar en las posadas, por lo que se alojaron en una especie de establo, lugar donde se alimentaban los animales. Allí, María dio a luz a Jesús. Lo envolvió en unas mantas y lo acostó en un pesebre.
Esa misma noche, un ángel se le apareció a unos pastores que estaban en los campos cercanos y les anunció la buena noticia del nacimiento del Salvador. Junto a él apareció una multitud de ángeles en el cielo, cantando y alabando a Dios.
Los pastores fueron hasta Belén y contemplaron al niño Jesús, en un pesebre, tal como el ángel les había dicho. Ellos divulgaron la noticia del nacimiento del Salvador, y todos los que la escucharon quedaron maravillados.
Además de estos hombres sencillos, Jesús también recibió la visita de magos que venían de Oriente. Guiados por una estrella, ellos vinieron motivados a conocer y adorar al recién nacido Rey. Le trajeron regalos especiales: oro, incienso y mirra.
El rey Herodes, al enterarse de la motivación de los visitantes, temió la aparición de un nuevo líder y ordenó la matanza de bebés de 0 a 2 años. Así, advertidos en sueños, José y María huyeron con Jesús a Egipto. Después de la muerte de Herodes, la familia regresó a Israel, pero ahora a Nazaret, una ciudad en la región de Galilea.
La historia del nacimiento de Jesús en la Biblia
Hay tres pasajes en los Evangelios de Mateo, Lucas y Juan que cuentan la historia del nacimiento de Jesús. Juan hace una mención profunda y llena de significados sobre este nacimiento sobrenatural. Lo resume así:
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
(Juan 1:14)
En los Evangelios de Mateo y Lucas se abordan con detalle los episodios que marcaron el humilde comienzo de la extraordinaria vida de Jesús. Veamos algunas de las escenas más importantes sobre su nacimiento.
1. Los padres elegidos
María: una joven virgen de Nazaret, una pequeña aldea en la periferia del Imperio Romano, fue elegida por Dios para traer al mundo a la persona más esperada de la historia, el Mesías prometido, quien sería el Salvador de la humanidad. Ella estaba comprometida con José (Mateo 1:18).
José: un hombre justo nacido en Belén. Era carpintero de profesión, descendiente de David y su familia pertenecía a la tribu de Judá. Estaba comprometido para casarse con María.
2. El anuncio del nacimiento de Jesús
Dios envió al ángel Gabriel para anunciar que María quedaría embarazada, por obra del Espíritu Santo. María vio y habló con Gabriel (Lucas 1:26-38) y José tuvo un sueño donde recibió el mensaje (Mateo 1:18-25). El Hijo debería llamarse Jesús (en hebreo Yeshua, que significa Dios es salvación o el Señor Dios salva), porque es el Salvador de la humanidad.
3. Otra concepción milagrosa
Elisabet, una pariente de María, también tuvo un embarazo milagroso. En su caso, ella era estéril y su esposo era anciano. Elisabet y Zacarías fueron los padres de Juan el Bautista. Este evento paralelo sirvió para fortalecer la fe de María, quien permaneció en la casa de Elisabet durante los tres primeros meses de su embarazo.
4. El censo y el viaje de José y María
José y María tuvieron que viajar de Nazaret a Belén debido al censo. Como él pertenecía a la descendencia de David, debía registrarse junto con su esposa en su ciudad natal. El viaje era de aproximadamente 145 km y María estaba a punto de dar a luz.
5. Nacimiento humilde en Belén
Al llegar a la ciudad, María y José no encontraron alojamiento, por lo que terminaron qudándose en un establo. María dio a luz a su hijo primogénito, Jesús, y lo acostó en un pesebre.
6. Los pastores y los ángeles
En la noche del nacimiento, los ángeles anunciaron la buena noticia a pastores que cuidaban su rebaño en el campo. Mientras los ángeles glorificaban a Dios, los pastores visitaron al bebé Jesús y lo encontraron en el pesebre.
7. Los magos del Oriente
Cuando Jesús nació, unos magos vinieron desde Oriente para visitarlo. Llegaron a la casa donde estaban María, José y el niño. Entonces, se postraron, lo adoraron y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Estos presentes fueron, sin duda, providenciales para el tiempo que pasaron exiliados en Egipto.
8. La huida a Egipto
Herodes se enfureció al no recibir información de los magos sobre la ubicación exacta del niño Jesús. Entonces, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores. Advertido en un sueño, José tomó al niño y a María y huyeron a Egipto, donde permanecieron hasta que fue seguro regresar (Mateo 2:13-18).
9. El regreso a Israel
Después de la muerte de Herodes, un ángel se le apareció a José en Egipto, diciéndole que regresara a casa, ya que quienes amenazaban la vida del niño estaban muertos. Esta vez fueron a Nazaret, una ciudad de la región de Galilea.
10. Cumplimiento de las profecías
El relato del nacimiento de Jesús cumple varias profecías del Antiguo Testamento. Algunas de ellas son las siguientes:
- Isaías 7:14, sobre una virgen que daría a luz un hijo llamado Emanuel, que significa "Dios con nosotros".
- Miqueas 5:2, que predice que el Rey de Israel nacería en Belén - "de ti me saldrá el que será Señor en Israel".
- Isaías 9:1-2, "El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz;", sobre las regiones de Galilea que recibirían la luz del Señor, donde Jesús creció y comenzó su ministerio.
- Isaías 9:6-7, "Porque un niño nos es nacido... Príncipe de Paz", profetizando el nacimiento del Mesías, quien reinaría con justicia para siempre.
- Jeremías 31:15, "Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo", prediciendo la matanza de los inocentes por orden de Herodes.
- Oseas 11:1, que profetiza el regreso de Jesús de Egipto - "De Egipto llamé a mi hijo".
- 2 Samuel 7:16, que habla del reino eterno de un descendiente de David - "tu trono será estable eternamente." (también mencionado en Salmos 89:3-4).
Estos acontecimientos destacan la importancia del nacimiento de Jesús, su conexión con las profecías mesiánicas y la humildad con la que el Rey y Salvador del mundo llegó a la humanidad.
Tanto los pasajes de Mateo 1:18-25 como de Lucas 2:1-7 relatan detalles importantes sobre el nacimiento del Mesías, Jesucristo. ¡A partir de este maravilloso acontecimiento, el Hijo de Dios inició su misión en la tierra, trayendo perdón y salvación a todos los que creen en él!
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