¿Dónde está en la Biblia: Dios abre puertas que nadie puede cerrar?


La frase "Dios abre puertas que nadie puede cerrar" nos recuerda que Dios está a cargo y tiene el poder para lograr cualquier cosa. Aunque no está en la Biblia, está basada en el texto bíblico de Apocalipsis 3:7-8, donde Jesús se presenta como aquel que tiene el control total, el poder y la autoridad para abrir o cerrar puertas en el reino de Dios.

A pesar de ser utilizado en diferentes contextos, el texto habla sobre la autoridad absoluta de Jesús para abrir puertas con el propósito de que el mensaje y el poder del evangelio fluyan. A través de esas palabras, Dios revela su soberanía. Lo que él quiere, lo hace y no hay quien pueda deshacerlo.

Los versículos de Apocalipsis 3: 7-8 fueron escritos a la iglesia en Filadelfia. Dios les recordó su santidad y verdad. También les afirmó que es él quien dispone todo lo que sucede. Ellos pasaban por persecución y dificultades, pero podían estar seguros de que nadie cerraría la puerta que Dios había abierto para que ellos extendieran su reino.

En la Biblia, las puertas o llaves suelen aparecer como símbolos relacionados con la autoridad y el poder real sobre algo. Dios es la autoridad final y solo él puede controlar todas las cosas.

Versículos relacionados con la frase Dios abre puertas que nadie puede cerrar

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: El Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice estas cosas: Yo conozco tus obras. He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque tienes un poco de poder y has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.
(Apocalipsis 3:7-8)

Pondré sobre su hombro la llave de la casa de David. Él abrirá y nadie cerrará; él cerrará y nadie abrirá.
(Isaías 22:22)

Con Dios están la sabiduría y el poder; suyo son el consejo y el entendimiento.
Si él destruye
no será edificado de nuevo.
Si él cierra ante el hombre
no habrá quien le abra.
(Job 12:13-14)

A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.
(Mateo 16:19)

Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia, desde ahora y para siempre. El celo del SEÑOR de los Ejércitos hará esto.
(Isaías 9:6-7)

Pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. A él le abre el portero, y las ovejas oyen su voz. A sus ovejas las llama por nombre y las conduce afuera. Y cuando saca fuera a todas las suyas va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. Pero al extraño jamás seguirán; más bien, huirán de él porque no conocen la voz de los extraños.
(Juan 10:2-5)

Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan.
(Mateo 7:13-14)

¡Ábranme las puertas de la justicia! Entraré por ellas y daré gracias
al SEÑOR. Esta es la puerta del SEÑOR; por ella entrarán los justos.
(Salmo 118:19-20)

porque se me ha abierto una puerta grande y eficaz, y hay muchos adversarios.
(1 Corintios 16:9)

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