“Dime con quién andas, y te diré quién eres” es un proverbio popular bastante conocido. Algunas personas creen que este dicho es parte de un versículo de la Biblia, pero en realidad no está en la Biblia.
Aunque esta frase de autor desconocido no está en las Sagradas Escrituras, tiene inspiración bíblica.
El significado de “dime con quién andas, y te diré quién eres” es claro: la elección de las personas con las que andamos dice mucho sobre nosotros. Somos fáciles de impresionar y por eso, debemos evitar las malas compañías. Esta idea no es ajena a las enseñanzas de la Biblia y la podemos encontrar en algunos versículos bíblicos:
No se dejen engañar: las malas compañías corrompen las buenas costumbres.
(1 Corintios 15:33)
El que anda con los sabios se hará sabio, pero el que se junta con los necios sufrirá daño.
(Proverbios 13:20)
Bienaventurado el hombre
que no anda en compañía de malvados,
ni se detiene a hablar con pecadores,
ni se sienta a conversar con blasfemos.
(Salmo 1:1)
No hagas amistad con el iracundo
ni tengas tratos con el violento,
no sea que aprendas sus maneras
y pongas una trampa para tu propia vida.
(Proverbios 22:24-25)
No estés con los bebedores de vino
ni con los comilones de carne.
Porque el bebedor y el comilón empobrecerán,
y el dormitar hará vestir harapos.
(Proverbios 23:20-21)
La frase “dime con quién andas, y te diré quién eres” refleja en cierto modo lo que advierten estos versículos: el entorno en el que vivimos puede influirnos tanto para bien como para mal. Debido a estos hechos revelados en los versículos, debemos asociarnos con personas que tengan el mismo objetivo que nosotros.
Procura caminar cerca de aquellos que buscan a Dios en espíritu y en verdad, ayudándose los unos a los otros a crecer en la fe y en la gracia. La buena compañía fortalece nuestra fe:
Porque procuramos que las cosas sean honestas, no solo delante del Señor, sino también delante de los hombres.
(2 Corintios 8:21)
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano
(Proverbios 18:24)
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
(Eclesiastés 4:9-10)
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