Cómo hacer un voto o promesa a Dios de forma correcta (con ejemplos bíblicos)


Equipo de Bibliaon
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Hacerle un voto a Dios debe impulsarte a orar y a dedicarte más a él. No necesitas prometerle nada a cambio. Dios es un Padre misericordioso y nos da todo lo que necesitamos. Busca a Dios, ora por tus necesidades y confía en que él hará todas las cosas conforme a su voluntad.

Aunque algunos enseñan cómo hacer votos para obtener algo a cambio (pagar las deudas, conseguir un trabajo, encontrar pareja, etc.), la Biblia no enseña esto. Dios no necesita que hagas algo para convencerlo de que te bendiga. El Señor te suple lo que necesitas gratuitamente, según su voluntad. Pero, si quieres hacer un voto a Dios de la manera correcta, hazlo como enseña la Palabra de Dios.

La Biblia no nos enseña a hacer trueques con Dios. Por eso, no debes hacer promesas basadas en un intercambio de favores. Entonces, ¿cómo puedes hacer una promesa a Dios de manera correcta?

Lo que la Biblia dice sobre hacerle una promesa a Dios

La Palabra de Dios nos enseña a orar y entregar nuestras peticiones y ansiedades a Dios. Debemos confiar en que él es poderoso para actuar en el momento adecuado y conforme a su voluntad. Un buen camino para quienes quieran dedicarse más al Señor es el siguiente:

1. Orar

La oración es fundamental para acercarse y tener una amistad personal con Dios. La Biblia nos guía a orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17), llevando todas nuestras peticiones al Señor. Pero también nos advierte que podemos pedir y no recibir si pedimos mal (Santiago 4:3). Por lo tanto, nuestras peticiones no deben ser mezquinas, injustas o egoístas. Ora de acuerdo con las enseñanzas bíblicas.

La oración de Ana es un buen ejemplo de la actitud correcta en la oración. Ella era estéril y soñaba con ser madre. Así que, oró a Dios por un hijo. Ella no quería alardear ni presumir de su hijo, solo quería ser madre de un siervo del Señor. Por eso, puso su petición a los pies del único que todo lo puede. Dios honró a Ana dándole a Samuel y a otros cinco hijos (1 Samuel 2:21).

2. Entregarse a Dios

Al comprometerse con Dios es importante entregarse a él. ¿Cómo se hace esto? Deja tu vida completamente al cuidado del Señor. Esto significa no obsesionarte ni preocuparte por los problemas, sino llevarlos a Jesús, el Dios de lo imposible. Solo él puede dirigir tus pasos y bendecirte en lo que necesitas. "Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo". (Salmo 37:5)

Jacob entregó su camino al Señor y su actitud también nos enseña a depender más de Dios. Estaba huyendo de su hermano Esaú y quizás tenía miedo de la nueva etapa de su vida. Jacob viajaba solo por un camino hacia la casa de su familia. Jacob no sabía lo que sucedería, pero entregó todo su futuro al Señor. Le pidió a Dios que lo acompañara y lo ayudara en su viaje. Jacob prometió que daría los diezmos y serviría a Dios por siempre, en agradecimiento por la bondad de Dios (Génesis 28:20-22).

3. Confía de todo corazón

Creer en Dios es esencial. La Biblia dice que sin fe es imposible agradar a Dios, porque quien se acerca a Dios debe creer que él recompensa a los que le buscan (Hebreos 11:6).
Confía en que Dios es misericordioso y puede hacer más que cualquier cosa que le pides o piensas. Él no pide retribución para bendecirnos.
“Y a Aquel que es poderoso para hacer que todas las cosas excedan a lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.” (Efesios 3:20).

Abraham creyó en Dios y esperó con paciencia el cumplimiento de su promesa. Caminó por fe y obedeció el llamado de Dios, yendo a donde el Señor le dijo. Sin dudarlo, puso su vida, sus planes, todo bajo el cuidado del Señor, y no se arrepintió. La confianza de Abraham marcó la diferencia en su vida, su familia y en la historia tal como la conocemos. ¡Cree tú también y vive la nueva historia que Dios puede regalarte!

4. Buscar la presencia de Dios

La fe es el motor de nuestra búsqueda diaria de Dios. Él es nuestra esperanza y ayuda muy presente en los problemas. Por eso, busca al Señor primero en tu día y verás la diferencia (Mateo 6:33). Prioriza la justicia, la Palabra y la voluntad de Dios, y luego observa cómo se agregan todas las demás cosas a tu vida.

Moisés deseaba estar en la presencia de Dios. Más que recibir la promesa, quería caminar cerca de Dios. Moisés no renunció a la presencia de Dios en su viaje, por lo que tuvo experiencias extraordinarias con Dios. Vio el mar partirse, vio grandes liberaciones de parte de Dios. Recibió la provisión del cielo, obtuvo la victoria contra sus enemigos, vio la liberación de su pueblo. Pero nada de esto hubiera sido posible sin la presencia del Señor (Éxodo 33:15-16). Moisés hizo de Dios su mejor amigo.

De la misma manera, en nuestra vida necesitamos reconocer nuestra insuficiencia y clamar por la presencia de Dios. Solo con él podemos alcanzar la victoria.

Malos ejemplos de votos a Dios

Hay muchas enseñanzas equivocadas sobre los votos o promesas a Dios. Algunos dicen que si hacemos promesas y votos, Dios se compadecerá de nuestros esfuerzos y nos dará lo que pedimos. Pero eso no es bíblico. Dios es el Padre amoroso y presente, que se complace en bendecir a sus hijos. Por lo tanto, a diferencia de las creencias paganas en las que las personas necesitan apaciguar la ira de los dioses, nosotros no necesitamos hacer nada a cambio de la gracia del Señor.

No necesitas ofrecerle algo a Dios para obtener su ayuda o para que te acepte. Él ya pagó el precio en tu lugar. Mira algunos malos ejemplos de personas que hicieron planes pensando que podían manipular a Dios:

1. Ayunar para lograr una victoria

El ayuno cristiano es un acto devocional que muchos practican de manera incorrecta. Algunos ayunan para perder peso, comprar un coche, ganar dinero, etc. Pero el propósito del ayuno debe ser la edificación espiritual y no como una ofrenda de sacrificio personal para lograr nuestras metas. La Biblia dice que hubo un rey que hizo exactamente eso para obtener la victoria en una batalla.

El rey Saúl ya estaba alejado de Dios y, por eso, quería hacer todo a su manera, sin guía divina. Entonces, en una de las batallas contra los filisteos, hizo un juramento exigiendo que sus soldados no comieran nada hasta que derrotaran a sus enemigos. Pero su actitud frívola y estúpida solo hizo pecar a los hombres y casi mata a su propio hijo. Tal era el orgullo de Saúl (1 Samuel 14:24-46).

No imites actitudes irreflexivas como esta. Cuando ayunes, busca la consagración espiritual, la liberación y el crecimiento en el reino de Dios.

2. Dar dinero por un motivo equivocado

Este es un tipo de promesa común que muchos hacen para ocultar segundas intenciones. Muchos ofrendan con el objetivo de recibir algo a cambio. Ya sea el elogio de los demás por una buena acción, la propia gratificación, o incluso la codicia de recibir más para gastar en sus propios placeres. Ninguna de estas motivaciones sirve al propósito mayor de glorificar a Dios y contribuir al crecimiento de su reino.

La Biblia menciona casos en los que las personas intentaron "negociar" para recibir bendiciones de Dios. Por ejemplo, el rey moabita, Balac, quien prometió pagar muy bien al profeta Balaam si maldecía al pueblo de Israel (Números 22). Otro caso es el del mago Simón, quien ofreció dinero para comprar el don del Espíritu Santo (Hechos 8:18-24).

Además de estos, está el caso de Ananías y Safira. Ellos prometieron dar al Señor el valor total de la venta de una propiedad, pero en realidad, se quedaron con parte del dinero. Querían hacer una buena acción, pero su motivación era equivocada. Deseaban quedar bien ante la iglesia, imitando a otros hermanos que vendían sus bienes y donaban las ganancias para apoyar a la iglesia y a los hermanos necesitados (Hechos 5:1-11).

Este ejemplo también nos muestra que la motivación equivocada a la hora de ofrendar, ofende a Dios y puede tener graves consecuencias.

3. Prometer lo que no debe

Las promesas vacías o insensatas muestran falta de sabiduría. Sabemos que está mal prometer y no cumplir. Pero es peor aún hacer un voto impulsivo y sin reflexionar sobre algo que no se debe hacer, o sobre todo, involucrando a otras personas.

En la Biblia vemos una historia que ilustra esto de forma clara: el terrible voto de Jefté. Él era un juez de Israel e hizo una promesa abominable y temeraria. Prometió sacrificar una vida humana (quien saliera primero), si Dios le concedía la victoria en la batalla contra los amonitas (Jueces 11:30-31).

Es terriblemente trágico ver que la persona que salió a su encuentro cuando regresó, fue su única hija. En ese momento, Jefté se dio cuenta de la gran necedad que había prometido. En realidad, Jefté hizo una promesa inaceptable. Dios aborrece los sacrificios humanos. Impidió que Abraham sacrificara a Isaac. Fue él mismo quien se entregó por nosotros.

Desafortunadamente, este ejemplo muestra cuán terrible puede ser el resultado para aquellos que quieren negociar con Dios.

Le hice un voto o promesa a Dios que no está bien, ¿qué hago ahora?

  1. Arrepiéntete, reconoce de corazón ante Dios que hiciste un voto equivocado.
  2. Ora a Dios y pídele perdón. Si hiciste un voto con una motivación errada o con objetivos que no agradan a Dios, confiésalo y sé transparente en tus palabras.
  3. Deshaz el voto, buscando la guía divina para corregir el error.
  4. Obedece a Dios. Abre tu corazón a la dirección de Dios, mostrada en la Santa Biblia. Toma la decisión firme de seguir el camino que Dios te indica.
  5. Renueva tu compromiso con Dios y busca vivir de acuerdo con sus principios y enseñanzas. Aprende de tus errores y crece espiritualmente, manteniendo una relación íntima y sincera con él.

¿Qué pasa si no cumplo un voto o promesa que he hecho?

Recuerda que Dios es misericordioso y está siempre dispuesto a perdonar a quienes se arrepienten sinceramente. Confía en su gracia y busca seguir sus caminos lo mejor que puedas.

Lo que yo quiero es misericordia, y no sacrificio; ¡conocimiento de Dios, más que holocaustos!
(Oseas 6:6)

¿Cuál es la forma correcta de hacer un voto o promesa a Dios?

La promesa que Dios desea es la del compromiso con él de manera sincera e intencional. Dios anhela que busquemos una relación más cercana con él y que nos dediquemos a amarle y servirle. Esto implica buscar la guía divina y dedicarse a seguir los principios y enseñanzas de la Biblia en todas las áreas de la vida.

Es un compromiso de fidelidad, confianza y servicio a Dios, generalmente acompañado de oración, estudio bíblico y reflexión sobre cómo vivir según su voluntad.

¿Qué sucede si no cumplo una promesa que hice?

Quien no cumple una promesa o voto a Dios falla y necesita pedir perdón por su pecado, por haber prometido algo insensato que no podía cumplir. Si te arrepientes de corazón y confiesas tu culpa al Señor, recuerda que "él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).

Sin embargo, ten siempre mucho cuidado antes de prometerle algo a Dios. No lo hagas sin reflexionar, meditar y orar sobre lo que piensas prometer. La Biblia dice que "es mejor que no prometas, y no que prometas y no cumplas" (Eclesiastés 5:5). Por eso, ten cuidado y piensa detenidamente en lo que te propones prometer, antes de comprometerte con Dios.

Hazte el propósito de confiar y obedecer a Dios y profundiza tu amistad con él. ¡Este es un buen principio cristiano para que puedas avanzar con victoria en la vida!

¿Quieres entender más sobre el propósito de Dios para tu vida y su voluntad para ti según la Biblia?

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El Equipo Editorial de Bibliaon está compuesto por cristianos maduros, con varios años de experiencia en la enseñanza de la Biblia y la escritura, y un compromiso genuino con Jesús y la Palabra de Dios.