Los tatuajes en la Biblia: explicación de Levítico 19:28


Levítico 19:28 es un versículo de la Biblia que muchos cristianos interpretan como una condena a los tatuajes. Curiosamente, este es el único versículo en la Biblia que habla directamente sobre los tatuajes. Obviamente, no es un tema central de la Biblia.

Antes de hacer una interpretación literal, es importante analizar el contexto histórico-cultural en que el versículo fue escrito y considerar lo que la Biblia tiene que decir sobre el asunto.

Veamos el versículo de Levítico 19:28 en dos traducciones:

Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.
(Levítico 19:28, RVR1960)

No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor.
(Levítico 19:28, NVI)

Contexto histórico del tatuaje en la Biblia

El libro de Levítico fue escrito hace más de 3 mil años, en una época en que la marcación del cuerpo era común en muchas culturas. En aquel tiempo, los tatuajes estaban frecuentemente asociados a prácticas paganas y cultos idólatras.

La marcación del cuerpo era vista como una forma de adoración a estas divinidades paganas. Por ello, Dios dio esta recomendación a los israelitas, para que se distinguieran de otros pueblos.

En muchas culturas, las personas se hacían —y todavía se hacen— tatuajes como parte de rituales paganos. Un tatuaje de este tipo representaría una dedicación a la idolatría. Así, dependiendo de las circunstancias, el significado o la intención, ciertos tatuajes pueden considerarse pecado.

Por eso, muchos estudiosos interpretan que Levítico 19:28 condena específicamente los tatuajes que se realizaban como parte de rituales paganos, cultos religiosos y homenajes a los muertos.

Lo que la Biblia dice sobre los tatuajes

Aunque Levítico 19:28 se menciona frecuentemente como un versículo que condena los tatuajes, la Biblia no contiene una condenación directa o explícita de los tatuajes en sí.

Aun así, en las Escrituras encontramos varios pasajes que hablan sobre la importancia de cuidar nuestro cuerpo y dar buen testimonio.

Como cristianos, tenemos algunas responsabilidades con nuestro cuerpo, por ejemplo:

¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos? Porque ustedes han sido comprados; el precio de ustedes ya ha sido pagado. Por lo tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.
(1 Corintios 6:19-20)

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
(Romanos 12:1-2)

Estos pasajes nos recuerdan que debemos cuidar nuestro cuerpo, pues es un regalo de Dios y templo del Espíritu Santo. Debemos glorificar a Dios con nuestras elecciones y actitudes.

La importancia de cuidar nuestro cuerpo no debe ser ignorada, sino practicada constantemente, siempre guiándonos por la Palabra de Dios.

¿Puede un cristiano hacerse un tatuaje?

De acuerdo con el nuevo Pacto, la Biblia no prohíbe específicamente los tatuajes, pero advierte que no todo lo que es permitido es conveniente. Antes de hacerse un tatuaje, un cristiano debe considerar algunos puntos:

1. ¿Mi decisión glorificará a Dios?

La primera pregunta que debes hacerte al considerar hacerte un tatuaje (o cualquier otra cosa con tu cuerpo) es: ¿esto glorifica a Dios? ¿Cuál es el mensaje del tatuaje? Evita algo que pueda afectar tu testimonio como cristiano.

Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
(1 Corintios 6:20)

2. ¿Es conveniente?

Recuerda que vivirás con el tatuaje toda tu vida. Piénsalo muy bien antes de hacerlo. Eres libre de tomar tu decisión, pero no todo es conveniente.

En términos prácticos, es necesario tener mucho cuidado al hacerse un tatuaje, para que no se convierta en una inconveniencia. Evita tatuajes y lugares en el cuerpo que puedan afectar tu empleabilidad, tus relaciones familiares o tus amistades (sí, un tatuaje puede impactar todas estas áreas).

Es importante no tomar decisiones impulsivas, especialmente cuando se trata de tatuajes. Busca consejo antes de tomar una decisión que afecte tu vida.

3. ¿Te arrepientes de haberte tatuado? ¡Dios perdona!

Si ya te hiciste un tatuaje, pero el Espíritu Santo te ha convencido de que fue un error, ¡hay una solución! Confiesa tu pecado a Dios y pídele perdón. Dios siempre perdona a quien se arrepiente.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
(1 Juan 1:9)

El tatuaje seguirá ahí, pero podrás dormir tranquilo, sabiendo que fuiste perdonado. Si estás arrepentido, Dios no te tomará esto en cuenta en la eternidad.

Lee también: