Hay una frase bien conocida que muchas veces se cita como si fuera un versículo bíblico, como algo que Dios nos dice. Es la frase del proverbio popular "ayúdate, que yo te ayudaré". Aunque se usa con frecuencia y muchos piensan que está en la Biblia, la verdad es que no, no se encuentra en la Biblia ni tiene mucho fundamento bíblico.
¿Por qué no tiene fundamento bíblico? Porque al decir "ayúdate, que yo te ayudaré", estamos dando a entender que si nos esforzamos por lo que deseamos - sea lo que sea-, Dios nos ayudará. Pensar así muestra que nuestros deseos son más importantes que la voluntad de Dios. Sin embargo, si amamos a Dios, nuestros esfuerzos deben enfocarse en entender su voluntad. Mi amor por Dios me ayudará a buscar primero lo que él desea para mí y a vivir en obediencia.
Dios es quien sabe lo que es mejor para nosotros en todo momento y bajo cualquier situación. Por eso, él es quien debe guiarnos. Al seguir su dirección y colaborar con lo que él desea hacer en nosotros y a través de nosotros, permitimos que reine en nuestras vidas y el resultado siempre será de bendición para nosotros y para los que nos rodean.
Por otro lado, hay personas que usan esa frase para enfatizar la importancia de dar lo mejor en todo momento. Eso no está mal, es importante esforzarnos y dar el máximo en todo lo que hacemos. Aquí, debemos estar claros de que nuestra intención no sea la de "forzar" a Dios a bendecirnos. Sí, debemos dar lo mejor de nosotros siempre como ofrenda a Dios y por respeto y amor a los que nos rodean.
Por lo tanto, las preguntas que debemos hacernos son:
- ¿Me estoy esforzando en buscar la dirección de Dios y en obedecerlo a él?
- ¿Estoy buscando la voluntad de Dios para mi vida?
Cuando damos lo mejor de nosotros dentro de la voluntad de Dios, contamos con su ayuda y su apoyo. Esto es así, porque nuestro andar diario concuerda con su propósito para nuestra vida. ¡Sigamos siempre la dirección de Dios!
Un ejemplo bíblico de alguien que se esforzó y buscó obedecer a Dios completamente, es el ejemplo de Josué. En el versículo de Josué 1:9, vemos que Dios le pidió a Josué que se esforzara, pero también le aseguró que lo ayudaría.
¿No te he mandado que te esfuerces y seas valiente? No temas ni desmayes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
(Josué 1:9)
Si buscamos el contexto del versículo, veremos que Josué debía esforzarse en hacer la voluntad de Dios. El Señor lo había escogido como sucesor de Moisés para dirigir al pueblo de Israel. Era un llamado lleno de responsabilidades. Josué parece haber sentido cierto temor ante esa gran encomienda. En Josué 1:1-9, Dios habla con él y le aseguró que lo acompañaría y lo ayudaría a cumplir con el llamado que había recibido.
Dios le mostró la forma en la que debía esforzarse para que todo le saliera bien:
Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito y todo te saldrá bien.
(Josué 1:8)
Si Dios está en el centro de nuestros planes, podemos estar seguros de que contaremos con su ayuda.
Encontramos otro ejemplo en Isaías, capítulo 41.
Isaías 41:13
Porque yo, el SEÑOR, soy tu Dios que te toma fuertemente de tu mano derecha y te dice: ‘No temas; yo te ayudo’.
(Isaías 41:13)
Este versículo forma parte de una profecía que Dios dio al pueblo de Israel. El pueblo vivía tiempos difíciles y las cosas no parecían mejorar. Dios les envió ese mensaje a través de Isaías para animarlos a perseverar en él y a concentrarse en su presencia. Él los ayudaría a ser fuertes en medio de la adversidad. De la misma manera, puedes estar seguro de que, si Dios te ha llamado a perseverar en algo, él va a estar a tu lado sustentándote y fortaleciéndote.
Versículos similares a la frase "ayúdate, que yo te ayudaré"
Si tu intención es motivar y animar a algún hermano en la fe, puedes compartir estos versículos bíblicos:
Y el mismo Señor nuestro Jesucristo, y nuestro Padre Dios quien nos amó y por gracia nos dio eterno consuelo y buena esperanza, anime el corazón de ustedes y los confirme en toda obra y palabra buena.
(2 Tesalonicenses 2:16-17)
Pero fiel es el Señor, que los establecerá y los guardará del mal.
(2 Tesalonicenses 3:3)
Y yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá.Porque todo aquel que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abrirá.
(Lucas 11:9-10)
Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
(Mateo 5:16)
Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra, por causa de la gloria de tu nombre. Líbranos y expía nuestros pecados por amor de tu nombre.
(Salmo 79:9)
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
(Salmo 46:1)
Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma.
(Mateo 11:28-29)
Por tanto, esfuércense mucho en guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartarse de ella ni a la derecha ni a la izquierda.
(Josué 23:6)
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
(Mateo 6:33)
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