Los beneficios de la prudencia según la Biblia


Hay características que son como joyas y nos adornan. Son esos rasgos especiales de nuestra personalidad que fluyen de lo profundo de nuestro ser, de nuestras convicciones y de nuestra cercanía con Dios. La prudencia es uno de esos rasgos.

Decimos que una persona es prudente y discreta cuando se comporta con sensatez, tiene tacto, y es cautelosa al emitir juicio. Ese es el tipo de conducta que agrada a Dios y que beneficia nuestra vida porque nos ayuda a vivir en paz ante Dios y ante los seres humanos.

Hay varios textos bíblicos que nos hablan sobre los beneficios que obtienen aquellos que se comportan con prudencia y discreción. La conducta prudente y discreta no solo nos beneficia, sino que nos ayuda a dar buen testimonio y a ser de bendición para todos los que nos rodean.

La prudencia trae vida y belleza

Proverbios 3:21-22

Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción. Te serán fuente de vida, te adornarán como un collar.
- Proverbios 3:21-22

El capítulo 3 de Proverbios es una exhortación a la sabiduría. Dios es la fuente de toda sabiduría y cuando nos aferramos a él recibimos su guía y su dirección para todo lo que debemos hacer o decir. Esa actitud nos inspira a tener buen juicio, a actuar con prudencia y discreción.

La persona prudente fija sus ojos en Jesús y busca en él la sabiduría necesaria para cada momento. Permite que la verdadera vida, la que surge de una relación personal con Dios, fluya a través suyo adornando todo lo que hace o dice. Es así como lleva bendición y ánimo a los que encuentra en su camino.

Nos ayuda a vivir una vida más tranquila y firme

Podrás recorrer tranquilo tu camino, y tus pies no tropezarán.
- Proverbios 3:23

Experimentamos paz y tranquilidad cuando es Dios quien dirige nuestros pasos. Recibimos su instrucción de ser prudentes y discretos en medio de cualquier situación y al obedecerle aprendemos a descansar en él, a confiar en su soberanía. No vamos acelerados por la vida. Pisamos el camino con firmeza porque seguimos el ritmo de los pasos del Maestro.

El prudente descansa tranquilo

Proverbios 3:24

Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo.
- Proverbios 3:24

La prudencia y la discreción nos liberan del temor que nos invade cuando sabemos que hemos actuado o hablado dejándonos llevar por nuestras emociones. Dormimos mejor cuando sabemos que las rencillas sin sentido no dominaron nuestro día. Saber que hemos permitido que Dios reine sobre nuestras emociones y actitudes nos ayuda a disfrutar de un sueño tranquilo, placentero y reparador.

Con prudencia se sabe cuándo hablar y cuándo callar

Por eso, en tal tiempo el prudente calla, porque es tiempo malo.
- Amós 5:13

El prudente sabe que hay un momento para hablar y otro para callar. Analiza la situación por la que está pasando y busca la dirección del Señor en cuanto a qué decir y cuándo. Hay palabras que sanan y hay palabras que hieren. La persona prudente usa sus palabras para traer sanidad y ánimo en el momento preciso.

La prudencia nos libera del temor

No temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que sobreviene a los impíos.
- Proverbios 3:25

La persona prudente no permite que el temor domine sus sentimientos ni sus pensamientos. Lleva todo ante el Señor, guarda su Palabra y sus promesas en su corazón, y confía en él. Sabe que la vida puede traer sorpresas no deseadas, pero su confianza en el amor y el cuidado del Padre celestial echa fuera el temor.

No teme a la desgracia que sobreviene a los impíos porque se sabe seguro en los brazos de Dios - desde ahora y por toda la eternidad.

El prudente construye sobre la roca

Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.
- Mateo 7:24-25

La prudencia es una característica que nos ayuda a analizar las circunstancias desde una perspectiva saludable. El prudente toma tiempo para examinar sus opciones y toma sus decisiones basándose en la información recibida y analizada, no en sus emociones.

Los cristianos prudentes van a la Palabra de Dios en busca de dirección. Oran, hablan con el Padre sobre sus situaciones y esperan hasta recibir las instrucciones del Señor que les ayudarán a construir y a edificar de forma sólida.

El Señor acompaña al prudente

Proverbios 3:26

Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa.
- Proverbios 3:26

Todos los beneficios mencionados los recibe quien actúa con buen juicio, con prudencia y discreción, porque goza de la presencia de Dios en su vida. El Salmo 37:23-24 lo dice así:

El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.
- Salmo 37:23-24

¿Quieres que el Señor sostenga tu mano en todo momento y en medio de cualquier situación? ¿Quieres disfrutar de la presencia constante de Dios en tu vida? Actúa con prudencia y con discreción. Obedece los mandamientos del Señor. Busca que cada paso que das y cada decisión que tomas sean agradables a Dios.

Podrían interesarte: