El arca de Noé fue un barco enorme construido por Noé, siguiendo las instrucciones de Dios, para salvar a su familia y a muchos animales durante el gran diluvio. La Biblia relata que la Tierra fue inundada debido a una tormenta que duró 40 días. El propósito fue purificar el mundo de la maldad y la violencia. Sin embargo, Dios protegió a Noé y a su familia, garantizando su seguridad en el arca durante la devastadora inundación.
Dios estaba decepcionado con los seres humanos que había creado. Le dijo a Noé que enviaría un castigo sobre la Tierra debido al pecado generalizado. Solo Noé y su familia confiaban en Dios y, por ello, serían salvados del gran diluvio que vendría. El arca de Noé fue el medio por el cual Dios salvó a Noé, su familia y los animales.
Dios ordenó a Noé que construyera esta gran embarcación hecha de madera de ciprés, cubierta con brea para hacerla impermeable. El Arca debía ser tan alta como un edificio de 4 a 5 pisos, tan ancha como 8 carriles de autopista y tenía una longitud mayor que la de un estadio de fútbol profesional. Era realmente enorme, con tres niveles y muchos compartimentos internos.
En esos espacios se alojaron Noé y su esposa, sus 3 hijos y sus esposas, además de las parejas de animales de cada especie y las reservas de alimentos para todos, durante el tiempo que permanecieron en el arca.
Noé trabajó muy duro durante muchos años hasta que el arca estuvo completamente terminada. Seguramente, contó con la ayuda de sus hijos e incluso de su esposa y sus nueras para hacer todo conforme a lo que Dios ordenó. Durante todo ese tiempo, Noé y su familia prepararon el arca y advirtieron a las personas sobre el diluvio que estaba por venir, pero nadie les creyó.
El arca albergó muchos animales. Siete parejas de aves de cada especie, siete parejas de los animales considerados puros y una pareja, macho y hembra, de los animales considerados impuros. En el día determinado, todos entraron, de dos en dos, al arca, al igual que Noé, su esposa, sus hijos y sus nueras. Y Dios cerró la puerta del arca desde afuera.
Llovió durante 40 días, y las aguas cubrieron todos los montes, exterminando a todos los seres vivientes que no estaban dentro del arca de Noé. Después de 150 días, las aguas del diluvio comenzaron a descender. Finalmente, el arca se posó sobre los montes de Ararat. Noé soltó un cuervo y una paloma por la ventana para ver si la tierra ya estaba seca.
Después de aproximadamente un año desde el inicio del diluvio, Noé, su familia y todos los animales salieron del Arca. Dios hizo un pacto con Noé y con todos los seres vivos: humanos, animales salvajes y domésticos que salieron sanos y salvos de la embarcación, prometiendo que nunca más habría un diluvio como aquel que destruyera todo. Y como señal de este pacto, puso el arcoíris en las nubes, como prueba de su fidelidad.
El arca de Noé es un símbolo de la salvación y la gracia de Dios. Nos muestra cómo Dios proporcionó un medio para preservar la vida durante el diluvio.
Quién construyó el arca
Noé fue el constructor del arca, que era como un barco gigante. Lo construyó siguiendo las instrucciones de Dios para salvar a su familia y a los animales. Noé también debió contar con la ayuda de sus 3 hijos e incluso de su esposa y sus nueras, porque la obra era demasiado grande. Probablemente, toda la familia ayudó porque confiaban y obedecían a Dios, al igual que Noé.
Dios dijo que enviaría un gran diluvio para limpiar la Tierra de toda la maldad y la violencia. Pero quería salvar a Noé y a toda su familia. Por eso, les dio una tarea muy especial: construir un arca, de acuerdo con todas sus indicaciones.
Cómo fue construida el arca
Noé recibió especificaciones muy detalladas de parte de Dios. El arca era enorme: debía tener aproximadamente 135 metros de largo, 23 metros de ancho y 14 metros de alto. Fue construida con madera de calidad, de ciprés, y recubierta con brea por dentro y por fuera para hacerla impermeable.
El arca tenía 3 pisos y varias divisiones que servían para acomodar a Noé, su familia y todas las especies de animales que iban dentro y se salvaron del diluvio. Además, había habitaciones separadas para almacenar los alimentos que prepararon, tanto para las personas como para los animales.
El tiempo de construcción
La Biblia no dice exactamente cuánto tiempo llevó construir el arca, pero sabemos, por el registro de la edad de Noé, que pudo haber tardado alrededor de 100 años en completarla. Noé tenía alrededor de 500 años cuando comenzó y, cuando llegó el Diluvio, tenía 600 años. Durante ese tiempo, Noé contó con la ayuda de sus 3 hijos: Sem, Cam y Jafet, e hizo exactamente lo que Dios le ordenó.
Cuánto tiempo duró el diluvio
Llovió durante 40 días. Tan pronto como todos estuvieron a bordo, incluyendo Noé, su familia y los animales, Dios cerró la puerta del arca. Entonces, comenzó a llover incesantemente durante 40 días y 40 noches, cubriendo la Tierra con agua y destruyendo toda vida fuera del arca.
¿Dónde está el arca de Noé?
La ubicación exacta del arca de Noé es desconocida. Según la Biblia, el arca se posó en las montañas de Ararat después del diluvio (Génesis 8:4). La búsqueda del Arca de Noé sigue siendo un tema de interés y especulación, pero hasta hoy sigue siendo un misterio.
Se han realizado muchas expediciones e investigaciones a lo largo de los años en un intento por encontrar evidencia del arca, especialmente en la región del Monte Ararat, en Turquía. Sin embargo, aún no se ha encontrado ninguna prueba definitiva.
Lo que aprendemos de la historia del arca de Noé
La historia del arca de Noé es frecuentemente interpretada como una manifestación de la misericordia y la providencia divina. El arca es vista como un símbolo de la salvación.
Según la narrativa bíblica en Génesis 6 a 8, el arca tenía la finalidad de albergar a Noé, su familia y una pareja de cada especie de animal durante el diluvio, enviado para destruir la corrupción y la maldad de la humanidad en la Tierra.
Así como Noé creyó y, junto con su familia y los animales, fue salvado, sobreviviendo a la destrucción causada por el diluvio, Dios también hoy provee los medios para la salvación y protección de la destrucción final. Por la fe en Jesús, todos los que creen pueden ser salvados en el "arca de la salvación" que es Cristo, el Señor. Solo él puede librarnos de la destrucción eterna, tal como el arca de Noé lo hizo en la antigüedad.
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